68. Calidez

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Mia

<< Este lugar lo he visto antes>>

Esto es lo que constantemente repetía mi cabeza después de que Christopher me dejara en aquella casa.

Flash Back

Después de aquellos tres misteriosos días, que para nosotros fueron como minutos, los directores de las academias nos vetaron. Sí, nos vetaron. Teníamos estrictamente prohibido vernos durante una semana. Por supuesto a los chicos los dejaron en sus respectivas casas alejados de la sociedad, en cuanto a mi, solo puedo decir que mi auto es el mejor refugio que puedo tener.

Camille me había dejado mil mensajes explicándome todo lo que está pasando en la academia y la verdad, agradezco a Dios no estar allí. Graves problemas, de los cuales Camille no quiso hablar mucho al respecto, se presentaron en la academia. A grandes rasgos han habido múltiples ataques demoníacos con escalofriantes mensajes. ''Daniel ya viene'', dijo Camille la otra noche a través de la linea telefónica.

A eso me refería cuando le advertí a los chicos que llovería sangre, en ese momento no podía descifrar exactamente que significaba puesto que soy algo nueva en esto de ser una banshee. Miles de  mensajes llegan al día a mi cabeza, así lo llamo yo, pero en realidad son solo voces, unas muy tenebrosas si puedo decir. 

En fin, aquí estoy sentada dentro del auto con mi maleta morada a un costado, sin saber que hacer. Llevó diez horas sentada aquí con unas ganas inmensas de ir al baño. Podría hospedarme en un hotel, pero no tengo dinero y mi dignidad no me permitió pedirle a los chicos.

Se me ha pasado por la cabeza ir con Christopher, pero no sé si es buena idea teniendo en mente lo que pasó hace no mucho con aquella irritante vampira. Debía analizar muy bien los pro y los contra de pedirle ayuda a él, pero las ganas de ir al baño son tan grandes que no lo pensé dos veces y conduje al Barrio Americano. Solo espero no encontrarme con más vampiros de lo necesario.

Estacioné el auto justo fuera del edificio antiguo en donde se encontraba la casa de Chris. Me persigné cinco veces antes de bajar del auto; cerré la puerta del auto dañada por Tristán y pensé en que realmente debo arreglar esa puerta.

Abrí las puertas del edificio y me encontré con aquel lindo patio totalmente en silencio. Lo único que se escuchaba era el agua de la fuente caer constantemente.

Caminé hacia la puerta para entrar al interior de la casa y una vez dentro fui habitación por habitación, hasta que me topé con la de Christopher. Toqué dos veces y un ''pasa'' se escuchó.

Abrí lentamente la puerta y lo que encontré allí me dejó totalmente perturbada. Christopher y la chica pesada completamente desnudos con sus bocas manchadas de sangre, obviamente los cubría la sabana de la cama, pero aun así es algo horrible para mi.

— ¿Qué diablos? — tapé mis ojos instintivamente con la mano, pero antes de eso pude ver que Christopher se quedó helado.

— Demonios, Mia —  exclamó él con voz nerviosa.

He de suponer que se están vistiendo, aún así no quitare mi estúpida mano de los ojos.

—  Amelia, largo — su voz se escucha nerviosa, pero firme.

—  ¿Por qué? Es solo una estúpida niñita, mírala.

—  ¡Fuera!  — Christopher gritó muy fuerte a lo cual di un pequeño salto.

Sentí el aire acariciar mis brazos por un instante, signo de que ella se había marchado.

— Puedes mirar,  Mia... ¿cual era tu apellido? — preguntó intentando no sonar rudo.

Los Caídos #1 - Ángel guardiánWhere stories live. Discover now