25. Complemento

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Cada día me preguntaba un millón de cosas. No había descubierto nada de lo que me propuse investigar, ni siquiera quería preguntarle a Will o Adam acerca de lo que había pasado. Dan había estado acompañándome, ya que supo lo que había pasado. Estaba preocupado, pero ya era el pasado.

Lo más impactante era el hecho de saber que Cristal también era una de nosotros, los últimos días había estado quedándose aquí y no sé por qué, ya que ella es Night.

Yo, por mi parte, no había querido irme con los Hunter porque quería quedarme un tiempo más con Blas.

Cristal se había acercado un par de veces a hablar conmigo,  pero la cortaba inmediatamente. No soportaba ver su cara fastidiosa, pero desafortunadamente me la topé en el pasillo.

─ Camille, por favor, hablemos. Déjame explicarte.

─ No tienes nada que explicar. Vete de aquí y déjanos en paz. No quiero verte, así que desaparece, por favor. Nos harías un bien muriéndote ─ dije furiosa.

Está bien, eso había sido muy cruel, pero lo merecía.

─ ¡Basta! He soportado que me humilles, que me dijeras todas esas horribles cosas y que hicieras como que no existo. Sé que jamás me quisiste como a ella y que soy la peor amiga del mundo, pero jamás me dejaste explicar por qué lo hice, así que ahora me escucharas ─ dijo alterada.

Me tomó del brazo y me llevó a la que supongo era su habitación temporal. Me llevó hasta sentarme en la cama, pero ella siguió estando de pie y continúo hablando mientras caminaba de un lado a otro.

─ Lo único que yo quería era tu bien y el de todos ustedes. Sabrina los manipulaba de una manera extraordinaria y parecía ser que nadie notaba eso. Ella llenaba sus mentes de porquerías acerca de mí. Decía ser mi amiga, pero esas no son las cosas que una amiga hace. Siempre fue la primera, la chica perfecta a la que todos querían, la que todos escogían para todo y era tan grande su dominación que me apartaba de ustedes. Siempre me hacían lo mismo como si no confiaran en mi cuando lo único que tenían que hacer era abrir bien sus ojos. Sin embargo, cuando quise advertirles, tu no me escuchaste porque saldrías con ella y no tenías tiempo. Recuero muy bien lo que dijiste, Camille. Ella era una horrible persona y a pesar de eso, siempre la quise y me dolió lo que hice, pero fue todo por ti Camille, entiéndelo. Tu siempre serias primordial para mí, más que ella. Tu, Blas, Mia y Dan.

Dio un gran suspiro y prosiguió.

─ Ella me odiaba y aun así quise darle una oportunidad. Tenía miedo de que te hiciera daño ya que no lo hubiese soportado. Parezco egoísta, mala y todas las horribles cosas que siempre han pensado de mí, pero en el fondo fui la persona que te salvó la vida, Camille y jamás me perdonaste. Sus pensamientos están grabados en mi cabeza, ¿entiendes? Yo pude leer su mente, ya que los Night tenemos ese poder y ella se dio cuenta que lo había hecho. Nosotros somos leales respecto a eso, no podemos ocupar nuestro poder a la ligera, respetamos la privacidad de todos y para leer la mente de los demás debemos tener su consentimiento, pero algo me decía que ella planeaba algo grande. Sabrina quería matarte, así que me amenazó con matar a Mia y no podía decir nada, ya que su maldad era grande ─ su voz se quebró.

Se quedó callada un par de segundos y luego dijo: 

─ Ella quería matarte. Jamás supe el motivo, solo sabía el lugar y cuando lo haría. No podía dejar que tú te fueras ─ se acercó a mí y dejó que sus rodillas tocaran el suelo y mientras tomaba mis manos, dos lágrimas rodaron por su mejilla. ─ Cuando llegué hasta ustedes, ella estaba a punto de sacar aquella espada, así que solo apunté hacia ella y disparé. Fue la peor cosa que hice y me sentía culpable porque jamás había hecho algo así. Cada día me torturaba con aquello. Necesitaba que el maldito dolor desapareciera y como tenía miedo de que me exiliaran, escapé antes de que alguien más llegara. Tú no sabes lo que podemos llegar a sentir si nos quitan nuestro collar de nacimiento y nuestros poderes, es algo horrible. A pesar de todo, jamás dijiste nada y lo agradezco, pero tu indiferencia y la de los chicos fue mi muerte en vida. Ustedes son todo para mí y necesito que me perdones, Camille ─ sus ojos estaban brillosos. Pude ver su arrepentimiento a través de ellos. Es cierto que Sabrina era dominante, pero jamás creí que llegara hasta ese punto. Algo me decía que debía creerle a Cristal pero me costaba asimilar todo. ─ Ahora que sabes la verdad, está en tus manos la decisión. 

─ Te perdono ─ susurré.

─ ¿Qué? ─ ella sonrió asombrada. 

La abracé lo más fuerte que pude. Después de todo, la extrañé demasiado, aunque no quisiera verla antes. Me dolía la distancia que se había creado entre nosotros. Todos necesitábamos segundas oportunidades y sus palabras me hicieron abrir la mente.

─ Ya no seré la pequeña Cristal nunca más ─ susurró. ─ Lo prometo.

En ese momento Mía entró gritando feliz.

─ ¿Ya se arregló todo?

─ Si ─ dije con una gran sonrisa y se unió al abrazo.

─ Por fin ─ dijo Blas.

Él y Dan aparecieron también allí y corrieron a abrazarnos.

En aquel preciso instante, volví a sentirme yo. Volví a sentir que me vida estaba completa y que las personas más importantes estaban sanas y salvas junto a mí. Aquello no tenía precio alguno.

Ellos eran mi complemento.

Los Caídos #1 - Ángel guardiánWhere stories live. Discover now