64.2 Jamás dejar a uno solo

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Adam

Vimos que mamá estaba dentro del auto a punto de partir, así que corrimos a toda prisa hasta subirnos.

─ Son unos tercos al igual que su padre ─ nos miró por el espejo retrovisor negando con la cabeza.

Nosotros sonreímos mostrando todos los dientes.

Lucia puso el auto en marcha conduciendo a toda velocidad. Ví a través de la ventana que nos alejábamos de la ciudad y antes de que preguntáramos algo, mamá dio un gran suspiro.

─ ¿Por qué se fue con Camille?

─ Creemos que le contó todo lo que le ha pasado. No sabemos qué, pero planeamos averiguarlo y al parecer tu sabes todas las respuestas a nuestras dudas.

Ella mantuvo su mirada en frente y viró hacia un camino de tierra a través del bosque. Era un largo camino, pero después de unos veinte minutos llegamos a un lago y junto a él había una enorme casa de madera. Tocó la bocina del vehículo y un hombre con el cabello tan rubio como el de nuestro hermano salió de la casa. Todos bajamos hasta toparnos con él.

─ ¿Qué hacen tus hijos aquí? ─ tenía una expresión de sorpresa y decepción en su cara.

─ Son sus hermanos, debes entenderlo.

─ ¿Qué pasó con Tristán? ─ preguntó el hombre.

─ Está pasando ─ dijo mamá y tragó duro. ¿Qué rayos está pasando?

─ ¿Cómo? ─ dijo el hombre de nombre desconocido con una expresión totalmente incrédula en su cara. ─ Creí que la ceremonia bloquearía cualquier otro gen Lucia.

─ También yo, pero tiene los mismos síntomas de los cuales alguna vez me advertiste.

─ No puede ser posible, ¿dónde está ahora?

─ No tengo idea y eso me está poniendo histérica. Creí que tú podrías ayudarme.

El hombre puso sus manos en la cabeza caminando de un lado a otro como si no supiera qué hacer y de pronto recordé algo muy importante.

─ Sé cómo encontrarlo ─ todos me miraron automáticamente. ─ Tu eres un total desconocido para mi, así que golpéame.

─ ¿Por qué te golpearía, hijo? ─ su tono fue tan paternal que me conmovió, ni nuestro padre era así, todo lo contrario.

─ No, Adam. ¿Cómo ayudará eso? ─ Jasmine se acercó hasta mí tomando mi brazo

─ Camille está con él, Will sabrá dónde está ella y si en realidad es mi ángel guardián vendrá a ayudarme.

─ ¡Golpéalo! Con toda tu fuerza, se curará ─ dijo mi hermana al hombre mientras me daba una palmadita en el pecho.

─ Solo confía y hazlo, haría cualquier cosa por mi hermano.

El hombre miró a mamá esperando su aprobación. Ella me miro a mí y yo asentí, así que él se acercó y estampó un puñetazo contra mi cara.

─ ¿Es todo lo que tienes? Como si una nena me diera una caricia ─ reí para provocarlo.

Otro golpe cayó justo en mi nariz y dolió como la mierda. Le di uno de vuelta y comenzamos a pelear y cuando menos lo esperé, una luz cayó desde el cielo posicionándose frente a mi. Will quien había aterrizado de una manera fantástica, tomó al rubio de la camisa y le dio un puñetazo en la quijada.

─ Basta, Will. Está con nosotros.

Él volteó y me miró enojado.

─ ¿Sabes lo que pasó por mi mente al saber que algo malo te pasaba? ─ se acercó hasta estar frente a mí, era un poco más alto que yo y más fuerte desde luego.

Los Caídos #1 - Ángel guardiánWhere stories live. Discover now