"Lo siento"

"No te preocupes, no es la primera vez que me dejas con las ganas"

Ella lo ve pero no contesta, por lo que salgo de la aplicación y decido irme a la cama a pesar de no tener que trabajar mañana.

El nombre de Luke ronda mi mente y sé que debo hablar con él porque aunque ahora está en modo gallo peleón por el rechazo de Lía, no sabía qué quería con ella y yo... yo había estado a punto de acostarme con ella cuando le dije que Lía era agua pasada.

Lo era hasta que rechazó a Luke.

Estaba dispuesto a dejarla tranquila si él conseguía su atención. Además, nada me aseguraba de que yo aún le interesaba, por lo tanto, no estaba seguro si debería lanzarme o no después de todo.

Hasta esta noche, donde posar mis labios sobre los suyos me confirmó que también tenía ganas de mí.

No la veo a la mañana siguiente, ni siquiera los días siguientes. Tampoco hablo con ella y me concentro en mi trabajo intentando despejar a Luke de mi mente, pero es imposible porque el rubio no tarda en volver con una sonrisa en sus labios y está seguro de querer ir al bar donde trabaja Lía.

Yo soy el que no está seguro esta vez.

Supongo que cuando entré, me esperaba a una Lía sonriente tras la barra, pero no fue así.

Ella iba sin maquillaje y tenía ojeras para todo el Estado. Sinceramente, había pensado que ella aún seguía de vacaciones. Nos sentamos en una mesa y miramos a alrededor. No hay mucha gente todavía y Sidney se acerca a nosotros.

— Deberíais pedir en la barra para hacernos el trabajo más fácil —sonríe.

— Lo tendremos en cuenta la próxima vez —responde Luke—. Dos coronas —pide.

— De acuerdo —Sidney se gira y se acerca a la barra.

Muerdo mi labio y miro a Luke, que le echa una rápida mirada a Lía y me mira, con una sonrisa en su rostro.

— ¿Qué tal todo por Chicago? —Le pregunto.

— Muy bien. Mi hermana ha preguntado por ti.

— ¿Sigue queriendo que la espere para casarme con ella?

— Eso parece —Luke hace una mueca.

— Oye, ¿por qué esa cara? —Sonrío abiertamente— Sería el mejor cuñado del mundo.

— Sí, bueno, eso habría que verlo.

Golpeo su hombro haciendo que él se ría y Sidney aparece con las cervezas. Veo que John está también en la barra y frunzo el ceño.

— ¿El jefe aquí? —Pregunto.

— James ha tenido que volver a Panamá y solo estamos las dos solas. Yo he llegado a la hora de comer y Lía lleva aquí desde esta mañana.

— Jodido —murmuro.

— Un poco. Desde que se fue estamos echando muchas horas porque John no quiere contratar a nadie más —baja el volumen.

— Es vuestro trabajo —Luke se encoge de hombros y Sidney lo mira mal.

— Follar libera estrés, Luke. Si nadie se fija en ti siempre puedes pagar para ello.

Pongo la mano en mi boca para no reírme y Sidney vuelve a la barra con la cabeza bien alta. Luke me mira frunciendo el ceño y vuelve a golpear mi hombro haciendo que yo ría.

— No sé de qué te ríes, como si tuvieras veinte mil chicas detrás de ti.

— Bueno, tienes razón. Supongo que se satisface uno mejor en un país extranjero. Las chicas están deseando probar a un militar americano.

Goodnight and go (Disponible en Dreame)Where stories live. Discover now