— ¿Quedamos mañana con Nick? —Le pregunto a las chicas— Hoy podríamos ir a cenar nosotras solas y ponernos al día.

— Vale, me parece bien —dice Jennifer cerrando el armario—. Necesito dormir un día entero, estoy cansada.

— Y yo —dice Blanca—. Volvemos al hotel temprano hoy, ¿vale?

— No queda más remedio, aquí está todo cerrado temprano.

"¿Mañana por la noche os viene bien? ¿Me enseñas fotos de tus amigos?"

Nick no tarda en enviarme una foto y abro los ojos con asombro.

— ¡Joder! —Exclamo.

"Yo quiero uno para mí. Me retracto, quiero un militar caliente"

"Me tienes a mí. Créeme, no te defraudaré mañana. No necesitas a esos capullos"

— ¿Qué pasa? —Pregunta Blanca.

— Mirad a vuestros militares.

Les enseño las fotos y ellas no tardan en alabarlos y reírse. Están nerviosas, lo sé, yo también. Cada una se queda con uno, tienen claro quién les gusta. Solo queda que ellos escojan.

Esa noche vamos a cenar y después, muy a mi pesar, entramos en el bar donde trabajo porque las chicas quieren verlo.

James me sonríe abiertamente desde la barra cuando me ve y veo a Sidney mirar mal a un hombre.

Me siento en la barra con mis amigas y James se acerca.

— ¡Qué españolas más guapas! ¿Qué os pongo?

— ¿Tienes limonada con hielo picado? —Pregunta Jennifer.

— No tengo hielo picado, preciosa, pero sí limonada y hielo normal.

— Entonces eso.

— Yo quiero un aquarius.

— Imagino que tú una cerveza.

— Exacto —le sonrío.

No tardamos en tener nuestras bebidas en la mesa y mis amigas miran a su alrededor.

— Me encanta —dice Blanca—. Es tan... americano.

— Sí —bebo un trago—, sobre todo cuando se llena.

— ¿No tenéis problemas con la mesa de billar? —Pregunta Jennifer.

— Todavía nadie se ha pegado con el palo, pero no tardarán, estoy segura.

— ¿Mañana hemos quedado aquí? — Los ojos de Blanca se posan sobre los míos y mueve su pelo para quitarselo del hombro.

— No, nos va a llevar a otro sitio.

— ¿Nos lleva él? —Jennifer coge su vaso de limonada y bebe de la pajita.

— No lo sé, nada está confirmado.

— Y cuéntanos ahora tú. ¿Ya ha habido algo? —Blanca sonríe y Jennifer me mira.

— No, solo hemos salido a cenar un día, en plan amigos. Ni siquiera lo conozco.

— Conoces su cuerpo bastante bien —ríe Jennifer y miro a Blanca con una sonrisa en mis labios.

— Sí, bueno —río—. Pero... no lo sé.

— ¿Qué tal con Luke? —Pregunta Blanca.

— No he vuelto a verlo desde aquel día —le digo—. Y me siento culpable y a la vez no, es decir, me habló mal. Vale que se estaba defendiendo, pero yo solo estaba intentando que no se creyese algo que no era.

Goodnight and go (Disponible en Dreame)Where stories live. Discover now