Sea como sea le debía un favor. Deseó con todas sus fuerzas que al final de todo permaneciera con vida. Dependía de ellos ahora.
—¿Listo? —preguntó Seokjin muy bajito.
Solo asintió con la cabeza. Estaba más que listo para huir de aquel lugar de locos y alejarse de todo lo relacionado con el crimen por el resto de su vida. Cuando volviera a Dobong se buscaría algún trabajo aburrido o lo que sea para no tener que verle la cara a los del NIS nunca más. Casi podía leer la mente de Jin y escucharlo cavilar sobre lo ansioso que estaba a volver a usar las cafeteras; ambos estaban hartos.
Jin condujo a la velocidad máxima permitida, esquivando a todo vehículo que se interpusiera en el camino. No tenía intención alguna de perder el tiempo ahora que era libre de cualquier presión. Al diablo las leyes de tránsito, él tenía que volver a casa. Por primera vez su temeraria forma de conducción no molestó a Namjoon y hasta se le hizo apropiada. Prueba suficiente de que había perdido la cabeza.
Ya en el apartamento, se aseguraron de rebuscarse en cada rincón para no olvidar nada y cargaron todas las maletas en el maletero del auto. No era su responsabilidad pero intentaron dejar el lugar en las mejores condiciones posibles, aparte de tirar la basura y deshacerse de cualquier cosa vieja que hubiera en el refrigerador. Acabaron en una hora y mientras Namjoon se relajaba en uno de los sillones, Seokjin marcó.
Estuvo largo rato intentando llamar, pero ninguno de sus intentos fue fructuoso.
—¿Sucede algo?
—Sí, estoy intentando comunicarme con Minji o Hyunsoo para avisarles que tenemos la grabación pero no consigo ubicarlos —explicó con ese gesto suyo que implicaba cosas negativas—. Ni siquiera entran las llamadas, directamente la contestadora dice que los números no existen o que mi contacto fue bloqueado.
—No pensarás que Minji...
—¿Que es una traidora y que trabaja para Jeonghan? Muy tarde, lo vengo pensando desde que la encontramos espiándonos —Seokjin arrojó el teléfono en el sofá, suspirando con resignación—. Después de todo siempre hablábamos con ella. Casi nunca con Hyunsoo. Ella lo sabía todo y casualmente Jeonghan parecía sospechar más entre más cosas le decíamos.
—¿Realmente lo crees? Parecía una chica tan buena... —la voz de Namjoon perdió fuerza con cada palabra. En serio era decepcionante. Hyunsoo se pondría muy triste, era evidente que se llevaban de perlas.
—Incluso las buenas personas hacen cosas malas cuando es conveniente, ¿o acaso tú no aceptaste hackear mi computadora por dinero para mantener a tu hermano?
Namjoon se sonrojó.
—Supongo que sí, pero no deja de ser una pena.
—Pues no —aceptó el mayor. Realmente no se veía contento con la situación—. Voy a salir a buscar a Hyunsoo o a Minji. De paso compraré helado o algo. Tú quédate aquí y asegúrate de cerrar la puerta, no tardaré.
Quiso proponerle que fueran juntos, pero realmente no tenía ganas de salir o andar por las calles al momento. Le daba pavor pensar en que podría encontrarse con Jeonghan o con cualquiera de sus esbirros y prefería permanecer en la seguridad del apartamento. De paso aprovecharía sus últimos momentos allí, donde pasaron tantas cosas y algunas de ellas bastante memorables.
Con Seokjin fuera, cerró la puerta tal y como le había dicho y volvió a la sala, donde se tumbó en el sofá. Fue allí que entre los cojines sintió algo clavándole la espalda y tras quitar el objeto, notó que se trataba de un bolígrafo que él mismo había modificado ya un tiempo atrás y que había perdido antes de ir con Jeonghan. Se lo guardó en el bolsillo de los pantalones y encendió el televisor para poner lo primero que le pareciera interesante en pantalla. Realmente no importaba qué fuera, solo quería algo que hiciera ruido para que la estancia no estuviera tan silenciosa y que aparte pudiera distraerlo lo suficiente hasta que su novio volviera.
Con lo que no contó fue que aquello sería peor para su aburrimiento, por lo que terminó quedándose dormido al cabo de un rato. Quizás se debía al hecho de que al fin había podido relajarse luego de semanas de estrés y temores, pero lo cierto era que se sentía muy pesado y sin ganas de nada más que dormir. Por más que intentó luchar contra las ganas de perderse en sueños, no pudo resistirse y quedó dormido.
Soñó con cosas estúpidas y sin sentido que en cierto modo le hicieron gracia. Las imágenes en su mente eran dignas de una caricatura ridícula para niños. Entonces cuando pensó que todo no podía ponerse más raro, la cabeza de uno de los individuos en su sueño explotó, pero lo que lo sorprendió no fue eso: sino que la explosión había sonado demasiado real.
Se despertó de golpe. Había sido real.
Tras aparentemente poner explosivos en la puerta para poder tirarla, unos hombres vestidos en trajes ingresaron al apartamento y lo redujeron fácilmente. Antes de que pudiera gritar o quejarse, uno de ellos lo vendó y amarró. No tenía la habilidad para enfrentarlos y mucho menos cuando lo superaban en número. Eran cuatro contra uno y cualquier intento de escape terminaría fatalmente.
Sin embargo su espíritu de lucha no le permitió rendirse tan fácilmente e intentó resistirse a ser sacado del apartamento. Estaba atado de manos pero no de pies, así que cuando lo acercaron a la entrada colocó los pies en el marco de la puerta y empujó, ralentizando a aquellos hombres por algunos instantes, pero definitivamente no los suficientes.
Harto de su resistencia, uno de los secuestradores lo golpeó en la nuca con tanta fuerza que quedó inconsciente mucho antes de poder sentir el dolor en sus músculos. Namjoon no pudo ver cuando lo subieron al maletero de un vehículo ni mucho menos pudo enterarse, ni por asomo, a dónde se lo llevaban. No necesitaba ser un genio para saber que eran los hombres de Jeonghan.
Le pareció bastante raro desde un principio que de la nada los hubiera liberado a todos. Al final la teoría de Seokjin terminó siendo cierta, lo más probable era que Minji los había delatado con el CEO y por ello se encontraba en aquella situación. En sueños vio a su hermano menor extendiendo la mano hacia él gritando su nombre, pero conforme pasaban los segundos, su imagen se alejaba y se perdía hasta desaparecer.
Lo peor de todo era que una vez que Seokjin volviera al apartamento no tendría la más remota idea de a dónde se lo habían llevado. No le quedaba duda alguna, este era el fin.
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OPERATION: Decode | JinNam {Binary Code #2}
RomanceDos años después de escapar de Noir y dedicarse a formar una vida normal y alejada de los riesgos del hacking y las misiones, la calma de Namjoon y Seokjin se ve interrumpida por lo que a simple vista parece ser un virus de computadora. || Segunda p...
Clave #23
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