—Necesito que hablemos de algo —anunció Seokjin rompiendo el silencio que se había formado entre ellos.

—Te escucho.

—Si las cosas se van a la mierda, tienes que huir como sea. Aunque eso implique dejarme a mi suerte.

—Estás loco.

—Sí, es verdad, pero a mí nadie me necesita, a ti te necesita tu hermano. Hay que tener las prioridades en claro.

Yo te necesito —cuestionó el menor sintiendo un nudo en la garganta. Recordó sin poder evitarlo lo que Jungkook le había dicho el otro día, que Jin no temía morir—. Además ¿qué crees? ¿Qué voy a simplemente abandonarte solo porque soy un debilucho? Eres importante para mí, tanto como lo es Taehyung.

—Estás siendo necio.

—Y tú un idiota.

Jin soltó una risita que demostraba que admitía su derrota en aquella discusión. Si de algo estaba seguro era que ambos tenían razón en cierto modo, pero a fin de cuentas lo que Namjoon creía parecía lo más razonable.

Seokjin nunca abandonaría a nadie en una misión, incluso si eso implicaba salir herido. Ya había escuchado las historias de las veces que volvió a la línea de fuego solo para intentar salvar a cualquiera de su escuadrón, por menos importante que el elemento pareciera para el grupo. No estaba en su naturaleza y que le pidiera a Namjoon que hiciera algo así, sabiendo lo importante que era Jin para él, le parecía hasta egoísta.

—Está bien, haz lo que quieras —concedió volteándose para mirar en dirección a Namjoon—. Pero que sepas que no estoy de acuerdo. Tu seguridad siempre será mi prioridad, no lo olvides.

—Pues tu seguridad también es una de las mías.

—No necesito que me cuiden, Joonie.

—No tienes que pretender conmigo. Yo sé que no estás al cien y no tiene nada de malo. No soy de mucha ayuda pero quiero que también dependas de mí, ¿no te lo había dicho ya? —pidió Namjoon poniendo deliberadamente una rodilla sobre el costado de Jin, utilizando el pie para atraerlo más hacia sí.

El mayor se acurrucó más cerca y colocó un brazo en la cintura de Namjoon. La forma en la que lo miraba lo derretía como cubo de hielo al sol. Seokjin tenía una forma tan cálida y penetrante de mirarlo que nunca se sentía invasiva o intimidante, podía sentir el amor del mayor en sus pupilas. Esperaba que para Jin fuera igual, porque la palabra amor no terminaba de describir lo que le pasaba por la mente al ver al ex agente.

—Lo intento, pero no es tan fácil —aceptó aferrándose a la tela de su camiseta—. Una parte de mí quisiera que no tuvieras que verme así. Te prometí que nunca más volvería a este tipo de vida y ahora mírame, estoy peor que antes.

—Lo dices como si hubieras tenido elección. Si estamos aquí es por culpa mía.

—¿Por ser tan malditamente talentoso que podrías robarle las fotos privadas al presidente? Namjoon, eso no es tener culpa. Los culpables son el NIS.

—Pues entonces no te culpes tampoco. Porque si no es culpa mía, mucho menos es tuya, ¿no?

Seokjin negó con la cabeza suspirando. Sabía que no podría ganar aquella discusión por más que lo intentara, menos contra Namjoon que tan bueno era para las palabras y para dar vuelta las situaciones. El ex agente pretendía ser un genio, en cambio el hacker lo era en serio.

—Vale, tienes razón. No es culpa de ninguno, entonces.

—Gracias, madre mía, a veces puedes llegar a ser muy terco —declaró Namjoon sonriéndole—. Creo que es mejor que descansemos. Luces agotado.

OPERATION: Decode | JinNam {Binary Code #2}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora