Capítulo #50 - Bienvenida al mundo, Juliette

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Demetria llevaba horas en la sala de partos. Las contracciones y los dolores eran cada vez más fuertes. Gritaba y lloraba por el dolor que sacudía todo su cuerpo y para aliviar un poco el sufrimiento, apretaba con fuerza la mano de Wilmer que estaba a su lado.

Demi: (gritando) No puedo, no puedo más (agarrando a Wilmer por la camisa) Es el primero y el último hijo que te doy, ¿me escuchaste?

Wilmer comenzó a reírse, quizá por los nervios, lo menos que quería era burlarse de ella porque sabía que estaba teniendo un gran dolor, pero es que Demi cambiaba su estado de ánimo con frecuencia y eso le parecía gracioso.

Wilmer: Tranquila mi amor, luego hablaremos de eso

Demi: (respirando profundo) Claro, como tú no eres el que tiene que pasar por todo esto

Doctor: Listo Demetria, es hora, tienes que pujar

Demi: No, no puedo (comenzando a llorar) no puedo hacerlo

Wilmer: (acariciándole la cabeza) Vamos mi vida, tu puedes hacerlo

La enfermera se colocó a su lado y agarró su otra mano.

Enfermera: Vamos Demi, tu eres fuerte, eres una guerrera, estoy segura de que puedes hacerlo

Demi: Es que siento que me voy a partir en dos

Doctor: ¡Puja Demetria!

Demi: (comenzando a pujar) Aaaahhh, ¿Por qué me hiciste esto Wilmer? Te odio

Doctor: Respira y cuando vuelva la contracción vuelves a pujar

Demi: (con lágrimas en los ojos) Wilmer

Wilmer: Aquí estoy (besando su frente sudada), lo estás haciendo muy bien

Doctor: Vamos, falta poco, ya veo la cabeza

Demi pujó varias veces más hasta que escuchó el llanto de su hija y dejó caer su cuerpo agotado en la camilla. Ella olvidó todo el dolor y el sufrimiento que tuvo que pasar para traerla al mundo. El doctor la colocó sobre su pecho y ella la sostuvo con cuidado mientras la miraba emocionada.

Demi: (con lágrimas en los ojos) ¡Hola mi amor, bienvenida al mundo!

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Demi: (con lágrimas en los ojos) ¡Hola mi amor, bienvenida al mundo!

Wilmer: (dándole un beso a Demi) ¡Es hermosa, igual a ti!

Wilmer las miraba embelesado, sus ojos se llenaron de lágrimas y la sonrisa parecía permanente en su rostro.

Demi comenzó a respirar con dificultad y estaba perdiendo el color.

Wilmer: Demi, ¿qué tienes?

Demi: Wil... la bebé

Le hizo señas para que tomara a la bebé, él la tomó en sus brazos e inmediatamente Demi perdió la consciencia.

Ella sintió que caía por un túnel profundo, sentía una paz infinita, continuó su camino y al final del túnel la recibió su bisabuela. Ella corrió hacia ella y la abrazó con fuerza.

Demi: Mimaw, te he extrañado tanto

Mimaw: Y yo a ti, pero no tienes nada que hacer aquí, mira

Demi miró hacia abajo y vió a Wilmer cargando a su pequeña hija mientras lloraba.

Demi: (sonrió) Mi hija

Mimaw: Ya eres madre, y ellos te necesitan, tienes que volver

Demi: Pero...

Mimaw: (acariciando su rostro) Tienes mucho que ofrecer todavía, regresa con tu familia

Demi: (abrazándola) Te amo mucho

Mimaw: Yo te amo más mi amor, las estaré cuidando desde aquí

Ella volvió a caminar por el túnel y regresó a su cuerpo. Los doctores y las enfermeras no se explicaron cómo, pero Demetria ya estaba de vuelta. Cuando volvió a abrir los ojos, se encontraba instalada en una de las habitaciones del hospital, Wilmer estaba a su lado acariciando su cabello.

Wilmer: Hola hermosa, me asustaste, no sé qué hubiera hecho si...

Demi: (interrumpiéndolo) No iba a permitir que la muerte nos separara, no ahora que tenemos a alguien que depende de nosotros

Wilmer: (sonriendo) ¡Julie!

Demi: Dime, ¿cómo está?

Wilmer: Ella está bien, es perfecta y hermosa como tú

Demi: ¡Quiero verla!

Wilmer salió de la habitación para pedirle a la enfermera que trajera a Julie, y treinta minutos después ya la tenían junto a ellos.

Wilmer: (embobado con ella en brazos) Es tan pequeñita, tan frágil... mira sus deditos, sus manitas, su carita, es una hermosura. Todavía no puedo creer que tú y yo hayamos creado una princesa tan hermosa (una lágrima le bajaba mientras seguía mirándola embelesado).

Demi: (dándole un beso en la cabecita) Hey, soy tu mamá

Wilmer: (besando los labios de Demi) ¡Gracias por darme este regalo tan hermoso! Eres muy valiente y estoy tan orgulloso de ti.

Demi: No lo hubiera logrado sin ti

Wilmer: No te subestimes, yo no hice nada, tu hiciste todo el trabajo

Demi: (riendo) Cierto... Wilmer... perdóname por las cosas que dije

Wilmer: (riendo) Tranquila, sé que sentías mucho dolor

Demi: Te amo

Wilmer: Las amo

Ambos se unieron en un tierno y húmedo beso y en ese momento Demi supo que ya no sería la única mujer en la vida de Wilmer, Juliette sería ahora la consentida de la casa y la pequeña guerrera de los dos.

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Nota de la autora: 

Uno más y terminamos! No olviden dejar sus comentarios y su voto! 

Un amor para toda la vidaWhere stories live. Discover now