Capitulo 25. The dark forest of Liam.

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El señor Payne sonrió –Pero no te preocupes hijo mío, aquí te trataran como lo que eres- el hombre tiro una patada al estomago de Liam sacándole todo el aire –Como una mascota-.

El padre del castaño se alejo de la multitud y salió de la habitación. Liam se vio rodeado por varios pares de ojos observándolo como un pedazo de carne. Uno de los hombres se acerco violentamente. El ojimiel reacciono rápidamente y lo detuvo con sus manos. Todo el ejercicio que realizo en casa de su amado había tenido efectos buenos. Entre dos de los hombres lo agarraron y lo esposaron a una lámpara aferrada al piso. Ya inmovilizado, los sujetos sonrieron complacidos. El que se había acercado un momento antes volvió a tomar la iniciativa. Violentamente con un cuchillo desgarro la ropa del ojimiel, dejándolo en ropa interior.

-Mira lo que tenemos aquí- se relamió los labios –Ya no eres el niño de hace un par de años- con sus ásperas manos recorrió el torso desnudo de Liam –Eres todo un hombre-.

El hombre dejo escapar un gruñido. Liam le tiro un golpe en la entre pierna y le escupió en la cara. En un acto seguido el hombre le lanzo una bofetada al joven amordazado. Volteo a ver a los demás y reaccionaron ante la mirada del adolorido hombre. Se acercaron y ataron a Liam de los pies. Una de sus piernas estaba amarrada con una soga a la reja de la chimenea. La otra pierna estaba atada a un sillón del otro lado de la sala. El ojimiel contuvo el aliento, no tenia que ser un genio para saber de la manera en la que lo ataron. El hombre volvió a sacar el cuchillo de su bolsillo y lo paseo suavemente por el brazo de Liam. Al llegar al codo le hizo unas cuantas cortadas. El ojimiel reprimió el dolor mordiéndose los labios.

-Eso te ganas por ser una mala mascota- bajo el cuchillo y le hizo otra pequeña cortada en el abdomen –Y las malas mascotas merecen ser castigadas- su labio imitaba a una sonrisa.

-¡No lastimes el juguete! ¡Aun quedamos los demás!- se quejaron varios de los hombre.

El que estaba sobre Liam, los volteo a ver y sonrió –Ya tendrán su turno-.

El hombre observo la fina tela del bóxer cubriendo el cuerpo del muchacho y con un rápido movimiento la arranco. Observo en todo su esplendor al joven. Sin poder resistir más saco su miembro del pantalón y de un brusco movimiento entro en el ojimiel. Liam cerró los ojos fuertemente, los recuerdos se acumularon en su mente y las lágrimas amenazaban por salir. Pero no, no les daría el gusto a estos bastardos de conseguir lo que quisieran. El hombre se movía bruscamente mientras acariciaba el cuerpo rígido y contrariado del joven.

-No vas a gemir- le susurro en el oído –Dime cuanto te gusta- le dijo el hombre.

Los ojos del castaño eran fríos como el hielo. Pero al hombre no le importo. Tan rápido como empezó, termino. Se levanto del suelo y patio el castado del ojimiel. Este contuvo el grito entre sus labios. El siguiente se acerco. Acaricio por un buen rato el cuerpo del joven atado e inicio con sus envestidas.

-¿Acaso no vas a llorar?- se burlo de él -¿No suplicaras para que me detenga?- le dio un puñetazo en la cara -¿No te quejaran como la indefensa virgen que eres? O espera…- una carcajada escapo de los labios del hombre –No lo eres- y otro puñetazo impacto contra el rostro del ojimiel.

Uno a uno, fueron pasando, hicieron con él lo que quisieron. Liam solo podía cerrar los ojos e imaginar que no estaba pasando todo eso. Cerraba con fuerza sus parpados y se imagina con Zayn. Imagina que eran sus manos las que lo tocaban, imaginaba que todas esas obscenidades que le decían eran las palabras de amor de Zayn. Pero por más que quisiera, no podía. Se sentía lejano al calor del cuerpo de su amado, se sentía sucio. Esas toscas manos no eran como las delicadas y sedosas manos de su moreno. Al paso de una hora, que bien pudo ser una eternidad, los hombres se aburrieron. Uno se acerco y lo golpeo fuertemente en la cabeza. Lo suficiente como para dejarlo inconsciente.

Chains Of Love- ZiamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora