Capitulo 1. A dream child.

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Liam se encontraba en la sala de la casa de playa, arrodillado en el suelo, rodeado de sus juguetes, siguiendo las aventuras de los muñecos que como todo buen infante crea con su imaginación las historias que han de vivir. Le encantaba encontrarse en aquella casa ya que desde hace un par de años, de los cuales casi no tiene memoria, sus padres pasaron un doloroso divorcio; y él solo puede ver a su padre en esas fechas de vacaciones ya que su madre nunca ha estado de acuerdo con la vida que lleva su padre. Cuando le pregunta ¿Por qué no le agrada? Siempre le responde:

¨-Aun eres muy chico para entender corazón, cuando seas mayor comprenderás-¨.

Al parecer la escusa favorita de los adultos para no explicar las cosas complicadas de la vida. De una o de otra forma no le molestaba que no le dijeran, al fin y al cabo fuera lo que hiciere su papá no le molestaba.

Se para de donde se encontraba y camino a la ventana esperando ver llegar a su padre. Ya hace un par de horas salió de la casa y no había regresado, siendo, que ya estaba anocheciendo.

-¿Dónde estará papá?- pregunto Liam para si mismo.

La noche ya abrigaba al pequeño ojimiel, solo en su casa. Sentía algo de miedo al encontrarse sin compañía en la gran mansión, aunque él siempre decía que era grande que puede cuidarse, pero a sus cortos ocho años de edad seguía siendo un crio que necesitaba de atención especialmente en noches tan desoladas como la que rodeaba la inmensa mansión. Con una tétrica fachada que le provocaba terribles pesadillas. Mordió nervioso su labio inferior y se asomo aun última vez antes que las cálidas lágrimas de miedo empezaran a correr por sus rojizas mejillas.

-¡Papá!- grito el pequeño al ver la llegada del automóvil.

Liam se dio cuenta de que no venia solo, era acompañado por dos hombres vestidos de negro; que a su parecer tenían la finta de dos villanos sacados de una película. Se percato un rato después de que los tres hombres se encontraban con una cuarta silueta, un poco más pequeña pero no tanto para ser un niño de su edad. Llenó de curiosidad salió de la casa y se dirigió a donde se encontraban todos reunidos.

-Gracias por sus servicios señor Payne- mascullo uno de los hombres.

-Fue un placer, de eso vivo- los tres presentes soltaron una pequeña carcajada.

-¿Papi?- dijo de una manera tímida el ojimiel, debido a la previa risa que le provoco escalofríos.

-¿Liam? ¿Cuanto tiempo llevas parado ahí?- pregunto con un matiz de asombro en su voz.

El pequeño no le presto atención de primera mano, porque su atención se encontraba en la cuarta persona. Un joven que estaba apunto de llorar, aunque sostenía las lágrimas para aparentar fuerza.

-Papi ¿Por qué llora el muchacho?-.

-No es nada hijo, entra en la casa- respondió acompañado de una señal con la mano, indicándole que entrara –En un momento me dirijo contigo-.

Liam asintió con la cabeza y se encamino corriendo en dirección a la casa, con un solo pensamiento ¨ ¿Qué acaba de ocurrir? ¨. Alrededor de unos quince minutos su padre entro en la casa, cerrando la puerta y poniendo la alarma de la inmensa casa.

-¿Ya comiste campeón?-.

-Si papi, Nicole me hizo de cenar antes de irse a su casa-sonrió al recordar la deliciosa comida que su niñera había preparado, su padre asintió satisfecho.

Pasado un rato se encontraban viendo una película en la sala de estar, Liam no le prestaba atención a la televisión porque la duda lo carcomía por dentro. ¿Preguntaba? ¿Se enojaría su padre?

-Papi…-.

-Mande pequeño-.

-¿Por qué lloraba el muchacho de afuera?-.

El señor Payne no sabía como responder esta pregunta a un niño tan pequeño, mas siendo un tema que no comprendería y que tal vez jamás lo entendería.

-Estaba triste campeón- fue lo único que respondió.

-¿Se lastimo? O le paso algo peor…- el castaño aun no podía comprender la escena.

-No, nada que ver con todo eso- hizo una pausa para tomar un trago de whisky- lloraba de felicidad- lo último lo dijo esperando que su hijo se creyera tal mentira.

-¿Por qué?- pregunto lleno de una inocente curiosidad.

-Tiene que ver con mi trabajo Liam- esperanzado que no siguiera preguntando, lo cual no le duro mucho.

-¿El que no le agrada a mi mamá?-.

-Si, ese mismo- respondió con una inusual sonrisa en su rostro.

-¿Y en qué es lo que trabajas?- soltando otra pregunta de su interrogatorio.

Al señor Payne no le sorprendía que su hijo quisiera saber. Llego a la edad donde quieren comprender todo del mundo que los rodea, también, tomando en cuenta que Liam era un niño un tanto más inteligente que el promedio.

-Mi trabajo me pide que lleve gente de un lugar a otro- le dijo el hombre después de un rato de pensar su respuesta.

-No entiendo-.

-Es como ser un mago de las amistades y el amor, llevo a la gente con personas que los quieren-.

-¿Entonces el muchacho lloraba porque encontró el amor?-.

-Exacto campeón- dijo entre carcajadas- Pero es mejor que te duermas ya, es muy tarde-.

-No, aun no tengo sueño- frunció el labio haciendo un puchero.

-Pero ya es tarde hijo-.

-No, quiero seguir platicando y divirtiéndome contigo-.

-Hagamos un trato- le dijo a su pequeño retoño, el cual de inmediato se emociono- sí te vas a dormir ahorita, mañana salimos a donde tu quieras-.

Liam asintió con la cabeza, abrazo a su padre y se fue corriendo al segundo piso. No podía creer que su padre hiciera cosas tan buenas por las personas, el siempre había soñado con casarse y tener una familia. Sus amigos no entendían ya que no eran tan avanzados emocionalmente como decían que él lo era. Una familia feliz y unida es lo que quiere, ya que por malas bromas de la vida jamás tuvo una. Para él, la confesión de su padre lo hizo pensar ¨Mi papi es como un superhéroe¨, estaba totalmente emocionado por lo que aprendió de la vida de su padre. No era tan malo como su madre decía, ella siempre suele comentar:

¨-Un día de estos se va a meter en un problema con la ley, y ese día va a saber que con cosas tan delicadas no se juega-¨.

Después de ponerse el pijama, cepillar sus dientes y darle un beso de buenas noches a la foto de su mamá, se metió en la cama, unos cuantos movimientos para desacomodar y luego volver a acomodar las cobijas para al fin recostarse tranquilo.

-Espero que mi papi algún día me haga el favor que le hizo a ese joven- fue lo ultimo que dijo antes de quedar profundamente dormido.

Aunque en verdad Liam no sabia lo que estaba deseando, un deseo que le traerá consecuencias y que podría quitarle una vida, una vida feliz y normal.

Chains Of Love- ZiamWhere stories live. Discover now