Capitulo 24 The dark forest of Zayn.

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Esto era una molestia total. Regresar de las mejores vacaciones de su vida y lo primero que hacer era visitar a su padrino, la ultima persona que desearía ver. No tenía otra opción, si quería que todo siguiera con normalidad en su casa y que Liam no fuera dañado por nada, tendría que enfrentar este amargo momento. Una dulce y delicada sonrisa se pinto en los labios del azabache, recordar todos los momentos tan mágicos con su castaño le erizaba la piel, fueron tan especiales. Recuerdos que guardas para una vida, momentos que les puedes contar a tus nietos. Sus ojos se nublaron ¿Nietos? Él jamás había pensado en tener hijos y ya estaba pensado en tener nietos con Liam. Pero por más imposible que le pareciera, eso quería. Poder envejecer junto al ojimiel, verlo canoso y seguir pensando ¨Esta tan guapo como el día en que lo conocí¨. La velocidad del transporte lo estaba sacando de quicio, pareciera que la lentitud fuera toda intención del conductor.

-Disculpe… Necesito que acelere, tengo mucha prisa - dijo algo molesto el ojimarron.

-No me apresure joven- respondió el conductor entre gruñidos.

Molesto se tiro sobre el respaldo del asiento. Que falta de educación, siendo que esto es un servicio y se presta de buena gana o no se presta. El tiempo no le importaba y mucho menos la velocidad, antes hubiera preferido tener algún accidente en la calle para no regresar a esa horrible y solitaria casa, pero las cosas cambian. Ahora estaba seguro que al llegar vería el hermoso rostro de Liam con una sonrisa, esperándolo sentado en el sillón para ver alguna película juntos, tal vez un baño caliente en la tina, una noche más de pasión y dormir abrazados bajo las cobijas. Si alguien conociera sus pensamientos, dirían que son trivialidades, cosas mundanas sin sentido, pero era lo que deseaba, no lo que quería hacer por el resto de su vida. Entre sus pensamientos podía observar a lo lejos la casa de su padrino. No era tan grande como su mansión, pero era una persona que jamás pasaría hambre.

-Llegamos- dijo el conductor, aun con sus gruñidos y mal humor.

Zayn abrió la puerta y le dio el dinero –Aquí tiene- le dijo seca y golpeadamente.

El azabache camino hasta la puerta y toco el timbre. Espero solo un par de segundos antes de que una mujer abriera la puerta.

-Buenas tardes, vengo a ver al señor Cowell- La voz del ojimarron no mostraba ninguna señal de interés en ver al mencionado.

-Claro que si, pase joven- dijo la mujer, haciéndose a un lado para darle paso a la casa al joven de piel morena.

Lentamente cerró la puerta y lo dirigió a la sala de estar. El verde ocre y el café gobernaban en el lugar. Serio, formal y solitario, eran las palabras que pensaba el azabache si tuviera que describir ese lugar.

-Le avisare al señor de su visita, en un momento regreso- menciono la joven en voz alta antes de salir de la habitación.

El moreno observo todos los asientos. Ninguno se veía cómodo, pero eso no importaba, solo estaría en ese lugar un par de minutos. Tomo asiento y espero que llegara su padrino. ¨Y jamás supe cono hacías tanto dinero, pero ahora ya lo sé, maldito desgraciado¨. Observo minuciosamente todo el recinto. Adornos de un gusto muy malo, telas algo viejas y un par de fotos y diplomas. Diplomas, Zayn sonrió ampliamente. Liam se llevaría una gran sorpresa cuando supiera que lo había inscrito en la mejor escuela de medicina del lugar, y lo mejor, era que estaba justo al lado de la universidad donde él estudiaba. De esa manera, el castaño podría terminar sus estudios y dedicarse a lo que tanto desea, poder salvar vidas inocentes.

-Que grata sorpresa- dijo Simon fingiendo emoción y sacando al chico de sus pensamientos.

Zayn solo lo observo un par de segundos para acto seguido desviar su mirada a otro punto del cuarto. El hombre lo observo, cada vez su ahijado estaba más raro, pero cada vez que lo veía podía observar que estaba dejando de ser un muchacho adinerado y solitario, ahora podía ver a un joven que estaba tomando su lugar en el mundo, un joven que se estaba convirtiendo en todo un hombre. ¿Pero qué podía hacer con su actitud? Solo el tiempo lo diría.

Chains Of Love- ZiamWhere stories live. Discover now