Capitulo 14.Let it snow, let it snow, let it snow.

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Liam lo imito, se llevo la taza a los labios y degusto el chocolate. Caliente, dulce, sencillo, abrazador, lleno de sensaciones. Le recordaba mucho a la persona que lo había preparado. ¨ ¿Qué pasa por tu mente Liam? Ya estas empezando a pensar tonterías, estas compararlo con el chocolate caliente¨.

-¿Qué es tan gracioso?- pregunto el azabache.

-¿A que te refieres?-.

-De la nada se pinto una sonrisa traviesa en tus labios-.

El castaño toco sus mejillas, las cuales se encontraban mas tibias de lo normal. Se había sonrojado de eso estaba seguro. Y no era lo único de lo que estaba seguro. Cada vez estaba más convencido de estar enamorado del chico de ojos oscuros que estaba sonriéndole en ese preciso momento. ¿Pero quien podría culparlo? Era listo, lindo, atento, encantador, todo un caballero, sin mencionar su belleza física. Liam se quedo atontado observando al azabache que preparaba el desayuno. Ojos oscuros, pestañas largas como las de una dama, cabello negro estratégicamente despeinado, una piel bañada en un hermoso color bronceado claro, labios carnosos y esos tatuajes. Varias figuras repartidas por todo su cuerpo, por el momento se encontraban cubiertos por el pijama, pero ya los había notado desde un principio. Pocos en torso y en el pecho. Aun que ya sabia que la mayoría se encontraban en su brazo, toda la parte inferior de uno de sus brazos se encontraba tapizada de tatuajes. Sintió la curiosidad, tenia que preguntarle.

-¿Por qué tantos tatuajes?- pregunto tímidamente.

El ojimarron levanto la vista del sartén y la dirigió al castaño, lo observo por unos segundos y regreso a la comida.

-Me gustan mucho, soy artista. Era de esperarse el hecho de querer pintar incluso mi cuerpo- respondió alegremente –A parte, cada tatuaje tiene su historia-.

Empezó a servir el desayuno en los platos y le coloco uno en frente al ojimiel. Le sonrió dulcemente.

-Tal vez algún día te cuente la historia de cada uno de mis tatuajes- le soltó pícaramente.

El castaño solo pudo responderle con una sonrisa igual de sugerente –Me encantaría- finalizo metiendo un trozo de alimento a sus labios.

Los dos jóvenes continuaron desayunado tranquilamente, el sonido de los cubiertos era lo único que resonaba en la gran vivienda. Zayn le dio un trago a su chocolate y aprovecho para ver al castaño. ¨Es hermoso¨ pensó. Ojos color miel, labios rojos como fruto de primavera, cejar gruesas pero bien formadas, una piel tenuemente bronceada, cabello algo mas corto que el propio pero aun asi manejable y esa hermosa marca de nacimiento. Era encantadora, justo encima de la manzana. Era curioso, pero se había dado cuenta de ese pequeño lunar que descansaba el su cuello y debajo de la marca. No, abajo su belleza era manchada por ese horrendo collar de perro. El azabache bajo la mirada avergonzado, estúpida pieza que le recordaba por qué el castaño se encontraba ahí.

-¿Qué tiene?- pregunto dulcemente el ojimiel mientras masajeaba tiernamente una de las manos del ojimarron.

-No tengo nada Liam, solo pensaba…- detuvo sus pensamientos, seria mejor entretenerse en otra cosa -¿Quieres salir a jugar en la nieve?- pregunto rápidamente el azabache.

Una sincera sonrisa acudió al rostro del castaño –Me encantaría-.

Ambos ya vestidos con ropa invernal salieron al patio de la mansión. La nieve no estaba a niveles muy altos del suelo, por lo cual sus pies no se hundían. Caminaron hasta estar lejos de las ventanas de la casa. Zayn sonrió con malicia, paso su lengua por sus labios ¨ ¿Y por que no?¨. Liam que estaba a espaldas del ojimarron no pudo ver su sonrisa y mucho menos la bola de nieve que le estaba apunto de arrojar. La esfera fría se estrello contra su cabeza, derribando el gorro que traía puesto. Giro su rostro con una mueca de sorpresa ¿Quería guerra? Eso tendría. Rápidamente formo una pelota de nieve en sus manos y se la arrojo al azabache. Dando inicio a la pelea con bolas de nieve.

Chains Of Love- ZiamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora