Chains Of Love- Ziam

Capitulo 2. Father-son relationship.

¨Avenida 31, muelle 14 a las 8 p.m.¨.

-¿Qué rayos esta haciendo este hombre ahora?-.

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Llevaban alrededor de dos horas fuera de casa, después de un paseo en el parque y haber jugado fútbol, tanto padre como hijo estaban exhaustos. Se tiraron debajo de un árbol a relajarse un rato.

-¿Tienes otra cosa planeada para hoy campeón?-.

-Vamos a ir a la feria- el niño le regalo una inocente sonrisa.

-¿A la feria?- exclamo el padre, con un cansancio reflejado en su voz.

-Si, pero antes vamos a comer-.

-¿Y que se te antoja comer?-.

El niño se paro de un salto, asiendo que su padre se exaltara del susto.

-¡McDonald´s, quiero ir a McDonald´s!- dijo el niño mientras saltaba de alegría.

-Esta bien pequeño, vamos a comer donde quieras- aunque en su mente desearía clavarse la lengua antes de ir a comer a un lugar con tan poca clase.

Ya en el ¨restaurante¨ el señor Payne se puso a hacer fila mientras Liam no dudo en correr al área de juegos. Sin duda su hijo crecía día a día y se sentía orgulloso de eso. Antes de llegar a caja para ordenar el celular del hombre sonó.

¨ ¿Tienes el pedido que te encargue?¨.

Al leer el mensaje embozo una de sus distinguidas y muy recurrentes sonrisas malévolas.

¨Si, ¿Estas satisfecho con mi trabajo?¨.

Envió el mensaje, que al poco tiempo fue respondido.

¨Siempre estoy satisfecho con tu trabajo, mí querido amigo¨.

-¿Puedo tomar su orden?- pregunto la joven que se encontraba atrás de la caja registradora.

-¿Disculpa?- hizo una pausa para razonar –Si, quiero un paquete numero cuatro y un almuerzo infantil-.

-¿Sería todo señor?-.

-Si, es todo-.

El almuerzo transcurrió muy tranquilamente, Liam se comía eufóricamente su hamburguesa mientras intentaba descifrar como funcionaba el juguete. Su padre, comía sin ninguna prisa ni expresión en el rostro. Solo revisaba su celular cada cierto tiempo, para contestar mensajes y volver a guardarlo en el bolsillo.

-¿Listo para irte a la feria?-.

-Si papi, ya podemos irnos-.

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-¡Más rápido, más rápido!- gritaba el pequeño castaño mientras las tazas giraban a toda su capacidad. Las demás personas en el juego gritaban de igual manera, tanto de la emoción como de descargas de adrenalina. Ya cuando el juego se detuvo y todos bajaron, el padre le indico un camino a seguir a su pequeño hijo.

-Al parecer ya no te dan miedo ese tipo de juegos, chaparro-.

-No, ya ves que estoy más grande-. Inflo en pecho de orgullo por el comentario de su patriarca.

-¿Y entonces que tal si nos subimos al juego de allá?- pregunto el hombre, mientras que con un dedo señalaba la montaña rusa mas grande de toda la feria.

-No, mejor ya nos vamos papi- dijo mientras intentaba mantener la calma del susto de pensar en solo subirse a aquel monstruo.

-Está bien, vámonos a casa-.

Ya en el auto se pusieron los cinturones y se dispusieron a encaminarse a su hogar.

-Campeón-.

-Mande papá-.

-Nos vamos a desviar un momento antes de llegar a casa-.

-No, estoy muy cansado papi- exclamo el niño mientras con su labio soltaba un puchero.

-Tengo que hacer un trabajo antes de poder irnos-.

El ojimiel se lleno de emoción al escuchar a su padre.

-¡¿En serio?!-.

-Así es- dijo el señor Payne, con una emoción inusual en sus palabras.

-¿Puedo acompañarte?-.

-Claro que si pequeño-.

No podía creerlo, por primera vez acompañaría a su padre al trabajo. La emoción llenaba su corazón, su papá, un superhéroe. Conforme avanzaban a su destino la euforia lo consumía, ¨Ya casi llegamos, ya casi¨.Al bajar la velocidad Liam se dio cuenta que estaban en el muelle. Nunca había estado ahí pero lo reconocía por todos los barcos que se encontraban inmóviles a la orilla del final de la calle. Se estacionaron y el señor Payne bajo del automóvil.

-Espérame aquí campeón-.

-Si, está bien papá-.

El hombre se acercaba a un auto estacionado debajo de una farola de luz. Del auto se bajaron dos hombres, los mismos que Liam había visto la noche anterior.

-¿Qué es eso?- se pregunto así mismo al ver bajar un cuerpo del auto, pero éste tenía la cabeza cubierta.

¨ ¿No puede ser? ¿O si? Tengo que bajarme para observar más de cerca¨, cerró la puerta del carro con cuidado para no llamar la atención de nadie. En ese momento le destaparon la cara a una muy golpeada Nicole, la parte inferior de su labio sangraba sin detenerse y tenía el ojo derecho amoratado. La imagen causo el llanto en el pequeño ojimiel.

-¡Nicole!- grito el niño mientras corría en dirección a ella -¡Nicole! ¡No!-.

Su padre lo detuvo antes de poder acercarse a la joven.

-¡Déjala hijo! ¡Vete al carro!-.

No podía creer lo que su padre le decía, ¿Acaso no era una buena persona? ¿No era un superhéroe?

-¡No! ¡Suéltame! ¡Nicole!-.

-¡Te amo mucho Liam, nunca lo olvides!-.

Los dos hombres de negro jalaban a la joven dentro de la camioneta, mientras que el señor Payne sostenía al pequeño castaño para que no corriera en dirección a Nicole. Liam sentía como su vista se nublaba y solo podía escuchar la voz de una mujer a la distancia.

-¡Liam! ¡Liam! ¡Liam!-.