Jeonghan cerró la puerta con llave y Seokjin analizó la habitación lo más rápido que pudo para buscar una salida, pero no existía ninguna. Solo podía ver libreros y paredes, ni siquiera identificaba ventanas accesibles o lo suficientemente anchas para que pudiera atravesarlas. Estaba atrapado allí.

—Señores, los he llamado hoy por un asunto de suma importancia —anunció Jeonghan ubicándose junto al muchacho amarrado y poniéndole una mano en el hombro que hizo que éste saltara del susto—. Todos los presentes son hombres de mi confianza y por ende, quienes deben saber por qué deben ver esto.

Le impresionaba que lo añadiera a aquel grupo, pues aún no habían concertado nada ni podían llamarse verdaderamente socios, pero tampoco se animó a corregirlo o a hacer preguntas. Asumió que tarde o temprano Jeonghan hablaría con él de ello.

—Como casi todos ustedes saben, mis negocios más fructuosos son, por decirlo de una forma interesante, confidenciales. Y no soporto a quienes revelen mis secretos, como cualquier persona —siguió ahora moviéndose justo detrás del chico para colocarle la otra mano en el hombro opuesto—. La cuestión es que ha ocurrido un percance y quise aprovechar la oportunidad para introducir al querido Junseo en nuestros planes.

Al instante todos los hombres presentes se fijaron en él y por la forma en la que lo miraban, supo que todos parecían tenerle lástima. Creían que Jin era como ellos, seducido por la codicia y el poder, pero arrastrado a negocios demasiado sucios y que no cualquiera podría realizar. La diferencia era que él no quería estar allí ni tampoco deseaba, en lo más mínimo, riquezas o poder.

Jeonghan le sonrió, pero al mismo tiempo lo perforó con la mirada justo antes de arrancar la bolsa de la cabeza del amarrado para revelar a nada más y nada menos que su hacker, el joven Daehyun. Tenía una mordaza impidiéndole gritar o decir nada, el cabello hecho un desastre y algunos golpes y cortes en la cara. En sus ojos se veía la desesperación y el miedo.

—Seguro reconocen a mi asistente técnico, Daehyun-ssi. Debe ser un poco extraño verlo en estas circunstancias pero déjenme que les explique —pidió Jeonghan como si estuviera dando una clase de matemática o algo trivial como eso. Atrapado entre las manos del CEO, Daehyun ya no intentó moverse—, Daehyun perdió algo importante y gracias a él mucha información se filtró. El Servicio Nacional de Inteligencia ya interceptó uno de nuestros camiones y bueno, si no hago nada al respecto, esta chispa podría ocasionar un incendio.

»Nuestro joven amigo Junseo ha demostrado interés en unirse a nuestra empresa, así que pensé, ¿qué mejor momento para probarlo que este? Las estrellas se alinearon para mí, por decirlo así —haciendo un pequeño análisis de sus palabras y comportamiento, Jin podía deducir que el CEO estaba casi delirante y paranoico—. Si realmente deseas ser mi socio, Junseo, tienes que demostrármelo.

—¿Y cómo haré eso, Han? ¿Qué tiene que ver el chico en esto, de todos modos? —interrogó Seokjin sacando el poco valor que le sobraba para enfrentarlo. Los presentes temblaban a su alrededor.

—Me alegro de que lo preguntes, Jun-ssi. Es muy sencillo, en realidad —Jeonghan rodeó a su asistente técnico y se acercó a Jin, para ponerle en la mano nada más y nada menos que un revólver. Sintió al instante como si algo le martilleara las sienes—. Mátalo, y no dudaré de ti.

Lo que se temía. Intentó aprovechar los pocos segundos que tenía para analizar la situación correctamente; asesinar era un crimen, uno del que podría no salir muy bien ahora que trabajaba para el NIS y no para Noir, pero a fin de cuentas, Daehyun era un criminal, ¿no? Quizás eso lo ayudaría a no meterse en tantos problemas, pues estaba seguro de que el hacker tenía muchísimo más antecedentes que Namjoon, aparte de que era cómplice en el crimen de Jeonghan y sus socios. Dudaba que matarlo lo perjudicara en un juicio, sin embargo...

OPERATION: Decode | JinNam {Binary Code #2}Where stories live. Discover now