—Soy Hyun Minjae, el placer es mío.
Algo en el rostro de Jeonghoon le dijo que no estaba del todo convencido de ello, aunque no supo cómo tomarlo. No conocía al chico de nada y verdaderamente no podía hacer ningún juicio sobre sus acciones, quizás acostumbraba a ser de ese modo sin darse cuenta y él se estaba haciendo ideas estúpidas en la cabeza. Contuvo un suspiro y se encogió de hombros, lo importante era robar la dichosa libreta.
—¿Qué hacen? ¿Trabajan duro? —interrogó Namjoon jalando una silla y sentándose junto a ellos. Jungkook permaneció de pie a distancia prudente, pretendiendo no fijarse en ellos. Si no lo conociera pensaría que era un guardaespaldas de verdad, pero no podía mirarlo sin ver su sonrisa de conejito.
Daehyun soltó una risita.
—Lo sabes muy bien, hermano —bromeó poniendo play de nuevo lo que estaban viendo. No reconocía la serie, pero estaba seguro de que era alguna de las que estaban de moda en el momento y no era precisamente PG-13.
En el plan inicial solo tendría que distraer a Daehyun, pero ahora que el hijo de Jeonghan estaba en la imagen tendría que encargarse de ambos. Ya que Jungkook estaba ocupado siguiendo su papel, no podría hacer mucho para ayudar, así que todo se reducía a él y su habilidad para distraer a los presentes. El problema era que lo que Namjoon tenía de buen hacker lo tenía de inepto social.
Aunque quisiera no podía darse mucho tiempo para pensar en un plan o algo, tenía que actuar rápido, ya que estaba seguro de que Jin no podría distraer a Jeonghan por mucho tiempo. Seguro hablarían como máximo por media hora, lo cual quería decir que tenía que pensar rápido. Las probabilidades de que todo saliera mal eran enormes y aunque se moría de miedo, tendría que arriesgarse.
—Y si... —Namjoon se relamió los labios. Los presentes se fijaron en él al instante—, ¿y si vamos a tomar café o algo?
Casi pudo oír la palmada mental que Jungkook se dio en la frente. El pánico se había apoderado de él y había dicho lo primero que le vino a la mente; quizás era un reflejo de su pasado, pues todo esto había comenzado años atrás justamente en un café. Daehyun ya estaba negando con la cabeza y supo que tendría que pensar en algo más antes de que fuera tarde cuando...
—Me parece bien, en el piso de abajo hay una cafetería —mencionó Jeonghoon poniéndose de pie. Sonreía radiantemente a Namjoon—. No seas aguafiestas, Daehyun, te compraré un jugo o algo.
—Ja, já.
Tras ponerse de pie, Daehyun descolgó su chaqueta del espaldero de la silla en la que estuvo sentado y se la colocó en un solo movimiento. No estaba del todo seguro pero le pareció que en uno de los bolsillos escondía algo lo suficientemente importante como para no dejarlo en el escritorio con la chaqueta. Quería mirar a Jungkook para hacerle algún gesto, pero no quería actuar tan sospechosamente, así que solo siguió a los otros dos en silencio hasta la cafetería.
Después de comprar un café para todos menos Daehyun y Jungkook, del que averiguó que no tomaba café, volvieron nuevamente al piso de arriba en lo que charlaban o más bien, Jeonghoon no paraba de intentar sacarle conversación a Namjoon. Lo peor de todo era que aunque Joon no hablaba mucho, el menor no se rendía y seguía intentando sin desanimarse. No comprendía por qué su entusiasmado interés pero tampoco planeaba preguntárselo.
Estuvieron a punto de sentarse nuevamente frente a la computadora cuando Seokjin salió de la oficina del CEO acompañado por éste. Ambos sonreían y parecían estar cuchicheando alegremente, lo que quería decir que todo había salido perfectamente. Eso lo ayudó a volver a respirar con tranquilidad.
—Minjae, Seyoon, nos vamos —anunció Jin avanzando hasta ellos. Jeonghan permaneció en su puerta.
—¿Tan pronto? —preguntó Namjoon pretendiendo sorpresa o incluso decepción.
—Sí, tengo una cita a las tres, ¿lo recuerdas?
—Oh, es verdad.
—Fue un placer reunirme contigo de nuevo, Han. Estaremos en contacto —con una reverencia educada, Jin se despidió del mayor. Lo primero que hizo al tener a Namjoon al lado fue tomarle la mano y el gesto no pasó desapercibido para nadie—. Caballeros.
Con esa frívola despedida, los tres infiltrados comenzaron a caminar hacia el ascensor con un andar más rápido de lo usual, pero sin apresurarse.
—¡Nos vemos luego, Minjae! —Namjoon vio sobre su hombro como Lee hijo le guiñaba el ojo y de nuevo sintió como si un frío le recorriera todos los huesos. No le gustaba para nada la sensación.
Una vez estuvieron dentro del auto y ya a unas calles del edificio, Seokjin se desajustó la corbata y habló:
—¿Lo consiguieron?
—Misión cumplida —afirmó Jungkook sonriendo como siempre y enseñándole una libreta roja del tamaño de su palma que obviamente Namjoon nunca le había visto tomar del hacker—. También logré identificar a quien nos sigue.
—¿Ah, sí? —inquirió Joon. No era la primera vez que veía a Jungkook en acción pero el que pudiera hacer todo lo que se le ordenó sin que lo notara era impresionante.
—Sí, era una mujer. Joven, cabello oscuro. No tengo idea de quién pueda ser, pero es buena escondiéndose.
—No lo suficiente, obviamente —terminó Seokjin mirando por el retrovisor una vez antes de acelerar, probablemente con intenciones de perder a cualquier perseguidor.
Estaban muy cerca. Ya tenían la libreta.
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OPERATION: Decode | JinNam {Binary Code #2}
RomanceDos años después de escapar de Noir y dedicarse a formar una vida normal y alejada de los riesgos del hacking y las misiones, la calma de Namjoon y Seokjin se ve interrumpida por lo que a simple vista parece ser un virus de computadora. || Segunda p...
Clave #14
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