¿Alguna vez han sentido que todo lo que aman desaparece de un momento a otro?
Eso fue lo que le paso a Nadeshiko Hatare quien desde muy pequeña fue despojada de todo lo que amaba y sufrió en carne propia la perversidad de los villanos.
Lo único que...
Dentro de mí aún estaba la pregunta del ¿por qué hacían todo eso? hasta que a los 12 años, como "regalo de cumpleaños" tuve lo que se podrían llamar mi "primera misión"
Fué un jueves cualquiera, yo al igual que todos los días me dirigí hacia la sala de entrenamiento, ahí me esperaba Miyori vestida con un uniforme completamente negro y con una gran espada.
—Buenos días —dijo con su típica sonrisa burlona— hoy como podrás darte cuenta haremos algo diferente
—¿A qué te refieres?— pregunté
—No puedo negar que has mejorado mucho estos días, y bueno es algo obvio puesto que YO te estoy entrenando— dijo mostrándose orgullosa— y eso es algo que le ha gustado mucho a sensei, es por eso que hoy iremos al segundo nivel de tu "entrenamiento"
—Bien —contesté rápidamente— y ¿Que se supone que haré ahora?
—Shhhh —dijo caminando hacia la otra dirección— eso es una sorpresa, ¡Ah verdad! Feliz cumpleaños —canturreo— como regalo te he dejado algo encima de tu cama ¡De nada!
Terminó de decir eso y la perdí de mi campo de visión, me dirigí a mi "habitación" pensando en lo que me había dicho "¿Feliz cumpleaños? ¡Si claro! Como si eso fuera posible..."
Cuando ente pude ver que, exactamente como ella había dicho, había algo encima de mi cama, al acercarme pude divisar que era una uniforme muy parecido al que ella llevaba puesto, unos guantes, y también había una gran espada, casi del tamaño del que ella llevaba.
—Que desagradable... —murmure
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Cuando termine de cambiarme, me dispuse a ir hacia la habitación de entrenamiento pero Miyori ya estaba afuera esperándome.
—Bueno... Ya es hora —dijo caminando hacia la salida mientras yo la seguía— Y te advierto, si tratas de escapar yo...
—Creo haber dicho que no lo haría— la interrumpí y continué mi camino hacia la puerta
Cuando la puerta terminó de abrirse por completo, pude sentir como la luz del sol, la cual no había visto en mucho tiempo, me cegaba los ojos.
—Si completas está misión podrás salir cuando tú lo desees— dijo Miyori— así que te conviene hacer bien tu trabajo
Yo solo la miré algo confundida por lo que acababa de decir y continué siguiéndola.
Tardamos casi 1 hora en llegar a alguna ciudad muy habitada, es ahí que entendí el porqué de nuestra ropa, era para crear una distracción, las espadas estaban guardadas en una mochila que llevaba cargando.
