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Así pasaron tres días, tres días en los cuales la pequeña permaneció en ese oscuro callejón esperando la ayuda de algún héroe o alguna persona de buen corazón que se apiadara de ella. Se alimentaba de las pocas limosnas que la gente dejaba, al parecer todos llevaban una vida apurada y no se daban el tiempo de si quiera llevarla a una estación de policía, todos repetían la misma frase: "Pobre niña ojalá y pronto un héroe la salve" y pasaban de largo.

Hasta que un día una anciana que pasaba por ahí se le acercó, le dió comida, la cual la pequeña tomo y comió apresuradamente, y al observarla detalladamente se la llevó con ella.

Un rayo de esperanza apareció en los ojos de la pequeña quien teniendo la esperanza de que al fin iba a ser salvada se dejó llevar por la anciana, pensó que al fin alguien de apiadó de ella.

¡Gran error!

La anciana la introdujo en su casa, ella era dueña de un restaurante que casi parecía una cantina. El lugar era sucio y desordenado, tenía comida y vidrios rotos regados en el suelo, las paredes estaban cubiertas de telarañas y las sillas se encontraban botadas.

Un escalofrío paso por la espalda de la pequeña que al darse cuenta del peligro quiso escapa. Al sentir el deseo de huir de la niña, la anciana tomo bruscamente su pequeña mano cerro violentamente la puerta.

-Ni creas que podrás escapar —musito amenazante la anciana— recuerda que te di comida y mira te estoy dando un lugar donde dormir.

-... —la pequeña se quedó muda de miedo, solo trataba de soltarse del agarre y huir lo más lejos posible.

-Te propongo un trato —dijo la anciana— cómo vez yo ya estoy muy vieja y casi no tengo fuerzas, yo te prometo darte comida y cama y a cambio tu serás... Uhmm ¿Cómo decirlo? Serás como mi ayudante.

-N...No —dijo la pequeña pero la anciana no logro oírla
-Si te niegas pues te vendere —dijo la anciana sonriendo macabramente—eres bonita, pagarán muy bien por ti ¿Eso quieres?

El cuerpo de la pequeña se tenso al oír las últimas palabras de la anciana, dejo de luchar contra el agarre y con lágrimas en los ojos movió la cabeza negativamente.

-Mas te vale pequeñaja —sonrio triunfante la anciana y caminando hacia la esquina de su sucia, tomo la escoba y se la arrojó a la niña— ahora deja reluciente este lugar, iré a comprar algunas cosas y cuando llegue quiero encontrar reluciente este lugar. Ah! y ni trates de escapar porque no lo lograrás —dijo eso mientras salía y cerraba con llave la puerta.

-Mamá... Papá —dijo la pequeña rompiendo a llorar— ¿Porque me dejaron sola? Llevenme con ustedes porfavor, prometo ser buena niña, solo no me dejen sola —dijo agarrando con fuerza el collar que le regalaron en su cumpleaños.

Luego se dispuso a hacer lo que la anciana le ordenó.
Poco a poco el brillo de sus ojos iba desapareciendo y su dulce voz se negaba a salir.

-Buen trabajo pequeñaja —dijo la anciana sonriendo victoriosa— sabía que había elegido bien al rescatarte, ahora ven.

La anciana la llevó hacia un cuarto oscuro en donde había una vieja cama y un cuarto interno que era el baño.

-Esta es tu paga —dijo la anciana entregándole una botella de leche y dos panes— ahora duerme que mañana tendrás mucho que limpiar.

Dicho eso la anciana se fue dejándola en ese oscuro lugar. La pequeña tomo la leche y los panes y lloró hasta quedarse dormida.

Por favor, sálvenme.

PLEASE // SAVE ME - BNHAKde žijí příběhy. Začni objevovat