PLEASE // SAVE ME - BNHA

6

El joven Aizawa la llevó hacia su escuela, la entrada era enorme y muy bonita, el entró y le hizo una señal con su mano para que ella le siguiera.
El la llevó hacia uno de los salones, el cual tenía en la puerta la inscripción de "Enfermería" dentro de ahí se encontraba una anciana.

-Recovery Giro, buenas tardes -dijo con tono aburrido-
-Ohh Aizawa! Dime en qué te puedo ayudar

El se hizo a un lado para que la anciana pudiera ver a Nadeshiko quien se encontraba aún en la puerta.

-La he traído para que la puedas curar, niña ven acá, ella te curará.
-Aizawa -dijo la anciana mientras observaba los múltiples moretones de la pequeña con tristeza- ¿Quien es ella?
-Ni tengo idea, la salve de un par de peligrosos villanos quiénes la perseguían.
-Entonces puedo imaginar porque está tan lastimada. ¿Que te paso en tu brazo pequeña? -dijo mientras tocaba su venda, lo cual ocasionó que la pequeña se quejara de dolor- te duele mucho ¿no es así?

Dicho eso activó su quirck y la curó.

-Ahora ya debes estar mucho mejor -dijo sonriéndole.

Nadeshiko, aún muy sorprendida por lo ocurrido, solo se inclinó en señal de agradecimiento.

Después de eso Aizawa y ella salieron del colegio pero antes de eso la anciana enfermera le susurró algo al oído de Aizawa.

-Cuidala... -el solo asintió con fastidio.

El camino fue silencioso, ella solo se dedicaba a observar cada acción que realizara Aizawa, se podría decir que lo estaba estudiando. Sus padres siempre le habían dicho que nunca hablara con desconocidos pero ella no sentía miedo estando con el.

-¿Tengo algo raro en la cara o que? -preguntó el joven-
-G... Gracias -dijo la pequeña con timidez.
-Ohh así que si puedes hablar, entonces... dime cuál es tu nombre.
-S...Soy Nadeshiko, Hatare Nadeshiko.
-Bien Nadeshiko yo soy Aizawa Shota, te quedarás un rato en mi casa hasta que busquemos a tus padres -dijo mientras abría la puerta de su casa- puedes sentarte en el sillón.

El joven no entro a la casa, más bien se comunicó con la policía para así tener información acerca de la pequeña y poder regresarla a sus padres.

-Su nombre es Hatare Nadeshiko, busque a sus padres para entregársela de inmediato, ellos deben estar preocupados -dijo por teléfono a la policía-
-Esta bien aguarde un momento -respondio el agente.

-Ya están buscando a tus padres...-dijo entrando a su casa.

-De quedó dormida... Que fastidio

La policía no devolvió la llamada, más bien el agente con el cual el se comunicó fue a su casa.

-Creí que llamarían, en fin, ¿Ya saben algo de la niña?
-Al parecer ella no tiene padres -dijo el agente- ella viene del lugar donde se produjo el terrible ataque a manos de villanos, al parecer sus padres murieron a causa de eso. Los sobrevivientes del ataque fueron llevados a un refugio, al parecer esa niña no fue encontrada.
-Entonces ¿Que podemos hacer por ella?
-Por el momento, si no es mucha molestia, me gustaría pedirte que te hicieras cargo de ella por unos cuantos días, hasta que busquemos un mejor lugar.
-Ehhh?
-Por favor, no será mucho tiempo.
-Tsk!
-Voy a tomar eso como un si. Bueno me tengo que ir, se han reportado muchos ataques estás semanas. -dicho eso se fue rápidamente.

-Creo que me han tomado el pelo... Y ahora que se supone que haré -dijo fastidiado- Solo espero que sean "unos cuantos días" porque no tengo ni idea de cómo criar a una niña.

El joven dejo durmiendo a la niña cómodamente en el sofá y la abrigó con una colcha. Luego de eso sonó la pueda.

-Shota!!! -dijo un joven de lentes- Vengo a molestarte.. -ni pudo terminar de hablar porque Aizawa le tapó la boca con rapidez.
-No hagas ruido -dijo serio mientras señalaba a la niña que dormía.

El joven de lentes se sorprendió al ver a la niña.

-Shota no me digas que tienes una hija!
-... -Aizawa solo pudo una cara sin expresión.- La salvé hoy de dos villanos y me han pedido que la cuide hasta que encuentren un lugar para ella.
-Ohh... Y sus padres?
-No tiene, es huérfana.
-Pobre niña...
-Si...

Luego del ruido ocasionado por el de lentes la niña se levantó y al observarlos se asustó.

-Tranquila no te haremos daño.
-Hola niña-chan! -dijo alegre el joven de la voz fuerte- soy Hizashi Yamada pero me puedes decir tío.
-T...Tío? - pregunto confundida
-Oye deja eso! No la confundas no eres su tío.
-Peri si tú la cuidarás ella será con tu hija ¿no? -dijo alegre- entonces yo seré su tío.
-No soy su padre...
-Entonces serás como su hermano!! Entonces eso nos convertiría en primos.
-Eso tampoco -dijo aburrido.
-Vamos Shota! Siempre quise una hermana menor!
-Entonces dile eso a tu mamá

La niña, quien sólo observaba la divertida discusión entre los amigos se comenzó a reír, hacía mucho tiempo que no lo hacía.
Los jóvenes solo la miraron y luego comenzaron a reír junto con ella, bueno solo Yamada, Aizawa seguía con su misma cara de poker.

Al día siguiente ella se levantó muy temprano, como ya estaba acostumbrada, y se ponía a limpiar y preparar el desayuno.

-Que estás haciendo? -preguntó Aizawa recién levantado-
-Ohh señor Aizawa, -dijo la pequeña dejando de barrer para saludarlo inclinándose levemente- limpio un poco y preparo el desayuno.
-No es necesario que lo hagas, tu descansa, aún tienes moretones. Además no me digas señor Aizawa.
-No se preocupe señor yo hago esto siempre, y si no le digo señor ¿Como debería llamarlo entonces?
-Solo dime Aizawa o Shota, como quieras -dijo sin expresión alguna- ¿Esto solías hacer?
-Esta bien A... Aizawa-sama -dijo dudosa- si, la anciana de la cual me salvó me hacía hacer esto todos los días. Verdad ya está el desayuno en un momento le sirvo.

Aizawa solo le observó preguntándose  acerca de lo que había vivido una niña tan pequeña.

-Listo! Ya está servido -dijo poniendo el desayuno en la mesa, el joven se sentó para desayunar, la niña solo tomo un pan y un vaso con leche y se dispuso a ir a comer en la habitación en la cual había dormido.

-Que haces? -preguntó el joven-
-Voy a comer
-De come en la mesa
-Yo comeré en la mesa?
-Si! Es lo normal
-Pero la anciana me decía que...
-Olvida eso! Ella ya no está aca, además ella era una persona mala, desde ahora comerás en la mesa, y no es necesario que te levantes a hacer los quehaceres, yo también los puedo hacer. Desde ahora vivirás como solías hacerlo.

Felicidad, alegria, esperanza... Eso era lo que sentía Nadeshiko en su corazón, sentía que por fin se había acabado la pesadilla y ella volvía a tener un rayo de luz para que la guiara, sintió esa calidez que solía sentir con sus padres.

-E...Está bien -dijo sonriendo alegremente con algunas lágrimas en sus ojos.

Y así fué, la pequeña se quedó junto con el, poco a poco iba teniendo más confianza, poco a poco iba recuperando su hermosa sonrisa, todos los días Yamada los visitaba y se divertía viendo las peleas entre ellos dos. Siempre se preguntaba cómo dos personas tan diferentes podían llegar a ser amigos.