Mientras el CEO hablaba con la policía de lo ocurrido, Namjoon acompañó a Seokjin fuera de la oficina para "tomar aire" pues aunque quisieran no podían irse aún pues necesitaban prestar testimonio para las autoridades. Intentando llamar la atención lo menos posible, la pareja se coló en la primera habitación con la puerta abierta que encontraron y se encerraron dentro.

Evidentemente estaban en la habitación de alguien joven. El desorden era evidente y todo el cuarto estaba cubierto de posters de bandas de rock o videojuegos, aparte de una gran selección de consolas y juegos organizados con extremo cuidado en un librero como si se trataran de libros. No recordaba que Jeonghan tuviera un hijo, de hecho no había visto durante la fiesta a alguien que se le pareciera.

—¿Te encuentras bien?

—Oh, sí, fue divertido.

Jin.

—Estoy bien —insistió sentándose en la cama como si fuera la suya propia—. Me hubiera gustado encargarme de interrogarlo, pero bueno, ya no hay nada que hacer. Los policías se encargarán, supongo.

—No debí irrumpir así pero entré en pánico —dijo dejándose caer con pesadez a su lado. Seokjin analizó su expresión en silencio—, ahora Jeonghan sospechará de nosotros y...

—Joon, creo que de eso me encargué yo al inmovilizar a un mercenario como si estuviera jugando a las luchas contigo —le tranquilizó dándole unas palmadas en la rodilla. Estaba muy calmado—. Pero dejemos eso de lado, ¿qué fue lo que te pasó hace un momento? Parecías muy alterado.

—Adivina.

—No tengo muchas ganas, ¿sabes?

Namjoon no pudo contener una risa que quizás era más un reflejo nervioso que una respuesta a algo potencialmente hilarante. El mayor pareció notarlo pero no dijo nada, solo siguió acariciando su rodilla con delicadeza.

—Mi madre está aquí.

—¿Qué? —preguntó luciendo tan sorprendido que sus ojos parecieron agrandarse—. No, perdón, ¿a qué te refieres?

—Mi madre está aquí, su esposo es uno de los socios de Jeonghan, según lo que me ha dicho —relató pasándose las manos por el pelo en frustración—, me la encontré en la barra de tragos. No es que parezca muy arrepentida de lo que hizo.

—Wow, no tengo idea de qué decir —admitió Jin moviendo su mano desde su rodilla a su espalda, donde comenzó a dibujar círculos con la palma—. ¿Cómo te sientes al respecto? ¿Te sientes bien?

La verdad era que no sabía bien cómo se sentía al respecto, era como una mezcla inevitable de sentimientos ambivalentes. Por un lado estaba enojado con ella por todo lo que los había hecho pasar, desde el abuso y la enfermedad de su hermanito y el haberlos abandonado como si fueran unos simples cachorros. Pero por el otro... no es que estuviera feliz de verla, pero de alguna forma eso lo reconfortaba. Más aún de que lo reconociera al instante y pareciera interesada en él y Taehyung.

Sin embargo no podía perderle la rabia. Es que solo podía pensar en ella vacacionando en el Caribe con su nueva familia y su dinero mientras ellos literalmente muriendo de hambre y dependiendo de gente que no tenía ningún lazo con ellos que no fuera amistoso. Yoongi solía pagarle la renta, con un demonio.

—No lo sé. Solo sé que no estoy contento.

—¿Vas a decirle a Tae?

—¿Qué? No, ni loco —negó al instante poniéndose de pie y torciendo las manos, empezando a caminar en círculos—. Tae querrá buscarla o hablar con ella. Estamos mejor sin ella y me gustaría que no le añadamos otro motivo de estrés.

OPERATION: Decode | JinNam {Binary Code #2}Where stories live. Discover now