Capítulo 43.

1.4K 85 29
                                    

Nos sabéis lo que siento no haber actualizado en un mes, pero necesitaba desintoxicarme de tecnologías y desconectar, aparte he tenido algunos problemillas personales. Pero ya estoy aquí y espero actualizar más frecuentemente. xxxxIrina

-¿Te parece si cenamos algo? ¿Tienes hambre?- Dijo Hamdan mientras cerraba las cuadras y me miraba esperando respuesta.

-Me parece una buena idea

-Vente, que iremos a casa.

-¿A qué casa?

-A la mía- Dijo desapareciendo de mi vista por unos instantes. -Vete cambiando si quieres.

Vi como se iba establos adelante, con paso firme y tranquilo, con movimientos seguros. Su imponente figura era difícil de no admirar. Hombros anchos, entrenados, culo que... Mejor me voy a cambiar.

Al salir, Hamdan me estaba esperando apoyado mirando al infinito.

-¿Vamos?- dijo indicándome con la mano que lo siguiera.

De repente un pequeño y feliz Mohammed venía corriendo hacia mí con intención de que lo cogiera en brazos.

-¡¡¡IRINAAAAAA!!!- Dijo mientras saltaba y me veía obligada a cogerlo bajo la atenta mirada de Hamdan. -Te he echado de menos, pensé que nunca volverías.

-Hola pequeño, pues ya ves, aquí estoy- Dije mientras lo dejaba en el suelo.

-Tito Hamdan, ¿Podemos cenar los tres? Porfa porfa porfaaaaaaa- Dijo el pequeño abrazando las piernas de Hamdan y haciendo pucheros.

-No pequeño, tenemos que hablar temas de negocios, creo que deberías ir a buscar a Lenny. Corre búscalo- Dijo Hamdan mientras el pequeño se iba corriendo hacia los establos.

-¿Quién es Lenny?- Dije mirando a Hamdan.

-Es un conejo, lo solemos tener suelto por la finca, pero se lo han llevado a otro recinto- Dijo Hamdan mientras caminaba.

Me quedé parada, pensando: "Si Hamdan ha mandado a Mohammed buscar un conejo que no está..."

-Pero si no hay conejo no está buscando nada

-Es para que nos deje un ratito tranquilos, luego se hartará y vendrá, no te preocupes. Ven

Pero yo me le quedé mirando con cara extraña.

-Has mentido a un niño.

-No te preocupes de verdad, que él se lo toma como un juego, no pasa nada. -Pero mi cara no cambiaba. -Te lo digo enserio, vamos.

Decidí seguirlo, hasta que llegamos a un porche de madera, con sofás y una gran mesa.

-Sírvete tú misma- Dijo Hamdan mientras se sentaba y yo le imitaba.

-Guau, ¿Y todo esto? - Dije bastante sorprendida mientras miraba la gran cantidad de comida que se alzaba ante mis ojos.

-Come lo que quieras, la verdad es que no sé porqué tanta cantidad, pero así no te vas con hambre.

-Pues genial, empecemos.

Ambos empezamos a comer en silencio, un poco incómodo, pero también tranquilo, de esos que no hace falta parar porque sobran las palabras.

-¿Tienes ganas de volver a tu casa?- Preguntó Hamdan mientras daba un pequeño sorbo a un zumo de melocotón con una pinta asombrosa.

-La verdad es que, aunque esté trabajando, esto son como unas vacaciones para mí- Respondí a Hamdan que me miraba atento.

-¿Así que vacaciones eh? Le diré a los directores que te pongan más trabajo.

-No por favor- Y ambos empezamos a reír.

-Yo tomo vacaciones cuando puedo, viajo mucho y tengo poco tiempo, aunque intento pasar cada día de mi vida como si fuera el último.

-Esa filosofía me gusta, "pasar cada día como si fuera el último", o pasarlo bien siempre.

-Al principio pensaba que el dinero daba la felicidad, cuando tenía esa edad rebelde en donde quieres ser el centro de atención y sólo deseas caprichos, aunque obviamente mi mentalidad ha ido cambiando según pasan los años. ¿Tú eso lo sabrás no?

-En realidad tuve una pequeña temporada turbia en mi vida, me volví tonta y sólo quería que la gente que me rodeaba estuviera a mi servicio, luego tuve que cambiar o me dijeron que todo acabaría. Y bueno, de momento lo estoy haciendo bien.

-¿Cuánto ganas? Sin ser indiscreto...

-11 millones al año, aunque esa cifra varía obviamente.

-No está nada mal para una chica tan joven, sólo te daré un consejo, intenta no desviarte de tu camino, y déjate guiar por gente de confianza.

-Eso me lo dice mucho mi padre, no confíes en todo el mundo y tal...

-Yo tampoco puedo confiar en todo el mundo, hay mucha gente a mi alrededor que me podría hacer daño si quisiese, pero con lo que tengo soy feliz- Dijo Hamdan mientras comía. -No dejes de comer, tienes que acabarte todo lo que hay en el plato.

-Sí sí, esto está demasiado bueno como para dejarlo.

-Y bueno... Llámame acosador, pero he investigado sobre ti, y prefiero decírtelo ya porque soy una persona directa. Tu carrera es un tanto interesante, modelo, actriz, cantante, bailarina y amazona, ¿algo más que desees añadir a tu estupendo currículo?

-La verdad es que me gustaría retomar los estudios, aunque tengo poco tiempo para eso, y si tengo tiempo libre lo uso para descansar y estar con los míos...

-A mí también me encanta el tiempo con mi familia e intento exprimirlo al máximo. Te daré un consejo, la vida es demasiado corta, no se trata de aprovechar el tiempo, sino de disfrutar cada instante. Te lo dice un hombre de 35 años, para que lo tengas en cuenta. Si quieres estudiar, hazlo, si te quieres tirar desde un avión a 7000 metros de altura hazlo también, eso sí, con arnés, pero que nada te pare. Eres joven, disfruta la vida.

-¡¡Tito Hamdan!! Lenny no aparece, lo he buscado por todos lados y no viene- Dijo el pequeño Mohammed acercándose a Hamdan y haciéndose hueco entre sus brazos para sentarse en su regazo.

-Tranquilo pequeño, seguro que luego aparecerá- Dijo Hamdan mientras acariciaba el pelo del niño, y éste se quedaba dormido mientras este se acurrucaba. -Voy a acostarlo, ahora vuelvo.

Me quedé mirando el cielo emiratí,repleto de estrellas y la luna grande brillaba justo encima de nosotros. Una pequeña brisa removió mi pelo. De día Dubai era horrible debido al calor, pero de noche podía hacer hasta frío. De repente mi teléfono vibró.

"Espero que no te olvides de mí rubita, háblame cuando puedas" David.

-¿El novio o que?- Dijo Hamdan apareciendo de la nada detrás de mí.

Piezas de puzzle (Fazza)Where stories live. Discover now