Capítulo 24

1.1K 78 4
                                    

Estaba en el salón en casa de Mohammed viendo algunas noticias. Aparecía en la portada de varias revistas alrededor del mundo: "Irina en Dubai para su proyecto filmográfico". Revisé mis redes sociales y cientos de comentarios aparecieron. Algunos buenos, otros malos, pero lo mejor es ignorarlo y dejar que la gente piense lo que quiera.

-¿Te apetece que comamos fuera? Te puedo presentar a algunos de mis amigos- Dijo Mohammed mientras se sentaba a mi lado- También te enseño un poco la ciudad, y si quieres mañana vamos de compras y de tour.

-Me parece una genial idea- Dije mirando a Mohammed.

Sinceramente, Mohammed es muy atractivo, con mirada penetrante, barbilla prominente y barba bien cuidada.

-Guay, llamaré a mis amigos y quedaremos en Dubai Mall, el centro comercial más grande del mundo. Luego te llevo de tour y esta noche vamos a Global Village, que de noche está genial para pasear y cenar.-Dijo cogiendo su móvil y yendo hacia la cocina.

Me quedé un rato más en el sofá revisando las redes sociales y respondiendo comentarios.

-Me han dicho mis amigos que no tienen problema, que están encantados de conocerte y pasar el rato.

-Genial- Dije con cierta duda

-No han tenido mucho contacto antes con chicas occidentales, pero no te preocupes, son muy simpáticos. Si quieres ir arreglándote, hemos quedado en 1 hora.

Me fui a mi habitación. El sol entraba fuerte por la ventana, menos mal que hacía fresquito en la casa. Miré el tiempo: 30 grados, Dubai.  12 grados, Madrid. Era como si estuviera en verano en pleno Febrero. Revisé el armario, no estaba muy segura de que ponerme.

-Mohammed, ¿habrá problema si me pongo en manga corta?

-No pasa nada, como si quieres ir en pantalones cortos, para los occidentales es normal querer ir en ropa de verano, lo que nunca verás es a una mujer local así, pero para ti no hay problema. Puedes ir como quieras. Eso sí, si quieres evitar miradas indiscretas no vayas muy... no sé cómo decirlo.

-Tranquilo, te he entendido.

Mohammed se refería a ir muy provocativa obvio. Tras un gran quebradero de cabeza, opté por unos jeans holgados básicos, una camiseta verde clarita y unas deportivas blancas. Quería dar buena impresión a sus amigos dado que estaría aquí por algún tiempo.

Una notificación en mi móvil me sobresaltó. Un mensaje de Mansour:

"Buenos días Irina, espero que estés agusto en la ciudad. Te escribo para decirte que las grabaciones empezarán en dos días, antes quería que te sintieses agusto con el entorno, por eso se han aplazado. Cuando vengas te comento los horarios. La zona de grabación se encuentra a 15km de la ciudad. Sabes que si tienes dudas no dudes en hablarme. Un saludo"

-¿Has recibido el mensaje de Mansour?-Pregunté mientras entraba en la cocina y me encontraba a Mohammed metido en la khandura.

-Sí, pero tendremos horarios, no grabaremos todos los días, así que genial. Hay tiempo para descansar y trabajar. ¿Ya estás lista?-Dijo mirándome de abajo a arriba.

-Si... ¿Pasa algo?-Dije mirándome con temor, por si hubiera algo inapropiado.

-No no tranquila, es sólo que has tardado muy poco en arreglarte. El coche está fuera, puedes ir yendo si quieres, debo coger una cosa antes.

Salí y un bonito mercedes negro estaba aparcado justo enfrente. ¡Lo que más me sorprendió es que estuviera abierto! Una vez dentro pude comprobar lo limpio que estaba todo, parecía que el coche estuviera recién sacado de la fábrica.

Pude contemplar bien la casa desde fuera, de piedra blanca con grandes ventanales y bonitas flores. Se encontraba en una urbanización con casas similares y grandes coches de lujo aparcados en las puertas.

Mohammed apareció y se sentó. Pude contemplar su determinación. Se le notaba seguro de sí mismo. Ya lo he dicho, pero es esa clase de chico que ves y no puedes evitar dejar de mirar. Su colonia rápido se distribuyó por todo el coche.

-Bien, ahora pasaremos por el Burj Khalifa. El edifico más alto del mundo, 800 increíbles metros- Me habló Mohammed mientras conducía y me enseñaba la ciudad.

Un gigante edificio se alzaba antes mis ojos, y me hizo sentir enana. Tenía un gran poder, era precioso. ¡Quería una foto con él! ¡La necesitaba!

Creo que Mohammed vió mi cara de sorpresa y supuso lo que quería.

-Tranquila, que a la vuelta te haré todas las fotos que quieras. Y de noche es increíble pasar y verlo, te hace sentir orgulloso de este país y del gobierno. Es un honor para la ciudad y para todos los emiratís.- Decía Mohammed mientras dejábamos al emblemático edificio tras nosotros.

Piezas de puzzle (Fazza)Where stories live. Discover now