•One-shots Hetalia 2•

Rusia x Lectora

Una vez escuchaste un proverbio de tu mejor amigo japonés. Kiku mencionaba en este que, la cara que posee una persona en la actualidad es en la realidad la de la persona que más amaste en tu vida pasada.
Y desde que te lo había contado, no pudiste evitar pensar en miles de preguntas que nunca obtendrían una respuesta completa. - De nuevo perdida en tus pensamientos, (tn)??? -Preguntó una persona, bueno, una representación de país. Dejaste de sumegir la mente en tus pensamientos para voltear a ver a Rusia, provocando un pequeño sonrojo en tus mejillas. -Algo así, digamos que tener a Japón como mejor amigo a veces te hace pensar mucho. -Le respondiste para comenzar a caminar fuera de la sala de juntas de la ONU.
-Da~ A veces suele suceder, también he observado que eso pasa con Shiyo cuando se pone a filosofar con Grecia. -Te dijo el chico de ojos morados. Sus manos se entrelazaron suavemente en cuanto ambos salieron del lugar asegurándose de que Bielorusia no estuviera cerca. Que ambos querían vivir mucho tiempo.
-Sabes, me quedé pensando en que si realmente fuera como el proverbio que mencionó Japón... Tal vez en mi siguiente vida podría tener tu cara... -Comentaste acomodando un mechón de cabello (tcc) que estaba actuando de forma rebelde. Tu novio te miró de reojo, para después soltar una risa suave y divertida. - Sería raro encontrarme a alguien con su rostro parecido al mío. Da~ -Dijo el ruso todavía sonriendo. También te causó risa al verlo de ese modo, si, definitivamente sería muy extraño.
-Al verlo de esa manera me recuerda hasta esos dobles de ti mismo que si lo encuentras de frente, uno de los dos morirá. -Continuaste al recordar algo de ese tema de terror y misterio. Ambos siguieron bromeando muy buen rato hasta que finalmente dijiste aquello que realmente deseabas decir con todo eso.
-Tal vez... En mi siguiente vida no me parezca a la chica que soy ahora. Puede que no tenga ojos (tco), cabello (tcc), tal vez no vaya a tener la altura de (*.** ) m y probablemente hasta mi personalidad no sea la misma. Pero... Siento que... Incluso siendo alguien totalmente diferente, al verte me enamoraría de nuevo de ti. Volveremos a conversar, tal vez sea una estrella de cine o la cantante de alguna cafetería a la que empieces a ir de la nada... -Mientras hablabas ibas imaginando todo ello con cierto añoro, un profundo deseo de que así fuera... Y Rusia podía verlo, porque con sólo mirar la sonrisa que ponías, la forma en que brillaban tus ojos... E incluso aquella forma tan única de ambos de empezar tomados de las manos para finalizar únicamente unidos por sus dedos meñiques entrelazados... Todo ello le permitía saber cuánto lo amabas. Entonces, en medio de la calle detuvo su andar, te atrapó en brazos y planto un beso bastante tierno en tus labios. Sabía a café con un toque de vodka, seguramente en la reunión le había puesto al suyo con tal de que fuera algo más parecido al que servían en su casa.
Devolviste suavemente el beso, dejando que lo demás desapareciera. Ya no importaba el proverbio japonés, tu apariencia en algún futuro o si se encontrarían por una cafetería o una canción.
Sólo importaban ustedes dos, porque eso era todo lo que se necesitaba. Ya no era el café con vodka o el café con leche y azúcar para saborear el beso.
Sólo eran ustedes dos, dos corazones que unidos que comenzaban a latir al mismo tiempo y eso, eso sí era todo lo que necesitaban.