•One-shots Hetalia 2•

Austria x Lectora Merry Christmas

Todos los años asistías con tus padres al concierto navideño de tu vecino. Quién era nada más y nadie menos que tu amor secreto, Austria.
Este año no sería la excepción, te habías colocado un lindo vestido blanco que te llegaba a las rodillas, unas mallas (tcf) y unos zapatos a juego. Querías lucir lo más linda que pudieras para llamar su atención. Él generalmente sola verte en pantalones de mezclilla y playeras informales. Así que esperabas verte llamativa, pero, linda. Volviste a admirarte por décima octava vez al espejo.
-(Tn), vamos a llegar tarde si no te apresuras. -Gritaron desde las escaleras de tu casa, nerviosa acomodaste un poco tu cabello (tcc) y saliste con prisa de tu habitación.
-Estoy lista, estoy lista!!! -Anunciaste para alcanzar a tus padres. Se subieron al auto y tu padre condujo hasta el lugar del concierto.
Al llegar notaste que muchas personas habían asistido este año. Desde parejas a familias completas.
Te dirigiste al lugar donde sabias estaría Austria preparándose pasa empezar. Como ya tenías años d conocerlo, entrar a esa área no era problema. Eras una chica V.I.P!!!
Al llegar al cuarto donde se encontraba Austria, tocaste la puerta.
-Adelante. -Escuchaste su permiso para entrar, sin dudarlo abriste la puerta y embolsaste una suave sonrisa.
-Listo para el concierto, señorito??? -Preguntaste mientras veías como acomodaba su violín en el estuche. Austria volteó a verte con su rostro monótono. Que la mayoría de las veces solía tornarse molesto.
-Tengo todo listo. -Declaró para luego volver su vista a ti. Lograste notar como su rostro tranquilo mostraba sorpresa, sus ojos se habían abierto un poco al igual que sus labios. Sonreíste aún más, habías conseguido asombrarlo.
-Me veo bien??? -Preguntaste haciendo una pose (súper improvisada) de modelo. Austria te admiró unos segundos más y carraspeo un poco.
-Te queda bien, supongo. -Respondió evitando verte a los ojos, estaba nervioso. Estabas por despedirte para ir a buscar tu lugar cuando sentiste su mano tomar la tuya. Al voltear a verlo podías ver una gran determinación en sus ojos, cosa que hizo saltar tu corazón de nervios.
-La última canción... Prestale mucha atención. -Te notificó para luego soltar con delicadeza tu mano. Asentiste sonrojada, con algo de asombro. Te despediste del país y fuiste a buscar tu lugar. Después de buscar, descubriste que estabas en primera fila, cerca del lugar donde solía tocar Austria él violín. Sus palabras resonaron en tu cabeza, las luces se apagaron ligeramente. El concierto comenzaba.
Los nervios y la curiosidad te devoraban por dentro. Por qué Austria había insistido que prestaras atención. Su última canción???
Revisaste una vez más el programa, en el último número no había el nombre de alguna canción. Estaba vacío.
La música llegaba a tus oídos y poco a poco, dejaste de darle vuelta a todo el asunto y disfrutaste de la canciones.
Por fin, la última canción hizo aparición. Las notas eran delicadas, suaves y dulces. Y la melodía, era una canción tan cálida, tan alegre y tierna. Los aplausos no se hicieron esperar en cuanto el concierto término. Tomaste las flores que habías traído para darle de regalo a Austria y fuiste a su camerino. Tocaste emocionada la puerta y entraste inmediatamente que se te fue concedido.
-Felicidades, Austria. Él concierto fue todo un éxito. Como siempre!!! -Le felicitaste emocionada, el país te miro en silencio.
-... Qué opinas de la última canción???-Te pregunto con la voz ligeramente temblorosa.
-Era hermosa, delicada, alegre, tierna... No era un villancico, pero, la melodía era tan perfecta que me encanto. -Dijiste mientras dejabas las flores en una mesa cercana.
Hubo unos segundos de silencio, en los cuales los pasos de Austria fueron los únicos sonidos que se escucharon. Poco después, sus manos tomaron con delicadeza las tuyas.
-... Si yo te dijera que es una melodía para declararme... La aceptarías??? -Pregunto mirando a tus ojos (tco). Como fuego y pólvora, tus mejillas se encendieron a gran velocidad.
-... L-lo haría... -Respondiste de forma honesta, el rostro serio de Austria desapareció para dar paso a uno más tranquilo y avergonzado.
-... Entonces... Acéptala, porque es para ti. -Te respondió mientras sus brazos pasaban a rodear tu cintura.
No pudiste evitar sonreír de emoción, moviste de forma afirmativa tu cabeza.
-Entonces... Vamos a tener una cita. -Te dijo decidido, aunque sus mejillas estaban tan rojas como la nariz de Rodolfo el reno.
-Pe-pero mis padres... -Dijiste al recordar a tus padres, Austria te sonrió avergonzado.
-Les pedí que me ayudarán con todo, desde el boleto hasta tener una cita... -Te dijo el siempre ordenado austriaco.
Al escuchar tales palabras no pudiste evitar sentir que se te saldría el corazón... Fue hasta que sus labios se apretaron con ternura sobre los tuyos cuando empezaste a pensar seriamente en que ibas a necesitar una ambulancia. Y escribirle a Santa para darle las gracias porque si te había conseguido novio para Navidad...
-Feliz navidad, (tn)... -Murmuro el austriaco mientras te abrazaba.
-Feliz navidad, Austria. -Contestaste para después volver a besar a tu novio. Definitivamente, esa Navidad sería para recordar.