OPERATION: Decode | JinNam {Binary Code #2}

Clave #9

—Y después no quieren pagarte lo que les pides.

—¡Y después no quieren pagarte lo que les pides! —repitió arrojando los brazos en el aire—. Dicen que no es para tanto pero no lo hacen ellos. Me contento sabiendo que puedo hackear sus cuentas bancarias si quiero.

—Pero no lo harías... ¿Cierto? —susurró Namjoon intentando no sonar tan sospechoso como lo hacía.

Daehyun analizó su rostro unos instantes antes de decidir responderle. Aunque no parecía sospechar de él, se notaba que estaba siendo cauteloso. Podían tener cosas en común y llevarse bien, pero aún así no empezaría a mostrarse como un criminal frente a alguien a quien acababa de conocer.

—Por supuesto que no, pero es bonito imaginar, ¿No?

—Claro.

Se mantuvieron en silencio, ambos pretendiendo ver lo que se daba en la pantalla. De todas las cosas que podría estar viendo, Daehyun estaba viendo una serie policiaca, como una especie de ironía a la vida que no parecía graciosa. Entonces, al final del piso se abrió la puerta de la sala de juntas y un hombre que pudo identificar como Go Jiwoon salió luciendo como una bola de nervios. Daehyun le lanzó una mirada, pero no intentó moverse, esperó que a él mismo se acercara.

—Eres... ¿Eres Daehyun? —preguntó algo tembloroso. A Namjoon le parecía que no estaba del todo convencido de lo que estaba por hacer.

—Ese soy yo, ¿imagino que es el señor Go Jiwoon? —el caballero asintió con la cabeza y Daehyun se fijó en él—. ¿Puedes dejarnos un momento, Minjae? Tengo que ayudar al caballero con algo.

Apretó los dientes y se puso de pie. No conseguiría nada presionándolo para que lo dejara quedarse o algo así, si no se lo hubiera pedido sería distinto, pero ahora no le quedaba de otra que volver a donde estaba antes.

—Por supuesto.

—Gracias, amigo.

Cuando Namjoon volvió a sentarse en una silla lo suficientemente alejada de ellos, hizo todo lo posible para mirarlos sin que fuera muy obvio. Jiwoon sacó una laptop del maletín que llevaba en manos, solo para entregársela al hacker y que éste empezara por conectar un dispositivo USB de color rojo al puerto correspondiente y segundos después, teclear con velocidad de vértigo.

Por el ángulo y la distancia no podía ver lo que pasaba en la pantalla del hombre, ni mucho menos podía oír las cosas que se murmuraban, pero no cabía duda de que no le estaba instalando un sistema operativo o algo inofensivo. Miró el reloj. La reunión llevaba casi una hora en sesión y empezaba a temer que Seokjin no pudiera salir a tiempo. No podría distraer a Jiwoon por mucho tiempo si se marchaba.

Daehyun finalmente cerró el aparato y lo puso en manos del empresario tras lanzarle una última mirada amenazante, el mayor se marchó por el pasillo, muy probablemente hacia el estacionamiento. Tuvo que esperar al menos un minuto para no levantar sospechas y finalmente se puso en marcha, no sin antes soltar casualmente lo mucho que se moría de hambre.

Había estudiado los planos del edificio un montón de veces y conocía todos los caminos hasta el estacionamiento, pero el más rápido era a través de las escaleras de emergencia que ya casi nadie utilizaba. Bajó los escalones de dos en dos hasta el subsuelo, llegando justo a tiempo, cuando su objetivo se acercaba a paso apresurado a su vehículo, un volvo plateado que lucía bien cuidado pero no por ello nuevo.

Distracción, distracción... solo tienes que hacer que no se vaya aún, se repitió en lo que avanzaba hacia él.

—¡Señor Go! —exclamó Joon casi corriendo para ese punto. Del susto, el mayor casi tira su maletín—. Disculpe que lo moleste, pero ¿me daría un minuto?