Jin se sentía tan pequeño y vulnerable en sus brazos. Nunca pensó sentir eso.

—Lo único que hago es pensar en ti, así que tampoco entiendo qué tiene de sorprendente —refutó el mayor apretando las manos contra su espalda—. Después de todo eres lo único que hace valer la pena todo lo que tuve que pasar.

Sintió un nudo en la garganta al escuchar aquello y no pudo responderle por más quiso decirle que él también era eso para él. Reducido a sus acciones, Namjoon besó su cabello y murmuró algo ininteligible como buenas noches. Seokjin no tardó en dormirse y aunque a él le tomó un poco más, no fue ya por tristeza o preocupación, sino porque estaba perplejo aún.

Al igual que tremendamente feliz.

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La tenida de ambos fue completamente oscura, Seokjin siendo el más elegante de los dos. Ingresaron al edificio de Importaciones Jeong como si fueran los dueños del lugar y se dirigieron inmediatamente a la sala de juntas, aunque solo fue Jin quien ingresó, mientras Namjoon permanecía fuera entre los cubículos de los empleados que parecían haberse tomado un receso para el almuerzo.

En el piso no había nadie más que él y un chico de su edad, sentado tras una pantalla en su propio escritorio casi al otro extremo del salón. Tenía el cabello evidentemente teñido de granate y su atuendo era una mezcla de elegancia y ropa de calle, casi como si lo hubieran obligado a arreglarse. No parecía estar haciendo nada, probablemente veía una película, reclinado en su silla.

Tenía que ser él, no le cabía dudas.

El chico volteó a verlo y casi entrando en pánico, Namjoon lo saludó con la mano.

—¿Eres el asistente de alguien? —preguntó el muchacho. Namjoon asintió y éste sonrió al instante—. Yo también, es una puñeta. Soy Daehyun, ¿Tú?

Era el hacker de Jeonghan. No solo lo sabía por el nombre, sino porque reconocía su voz. En ese momento no sonaba tan cauteloso como cuando los espiaron, sin embargo.

—Minjae —respondió sin equivocarse. Ya era un progreso—. ¿Trabajas durante el almuerzo?

—Si ver series en netflix puede considerarse un trabajo, supongo que sí —dijo con ironía. Daehyun parecía un chico rebelde y divertido, perfecto para su trabajo—. Arrastra una silla y acompáñame, necesito hablar con alguien que no tiene un palo en el culo, tú me entiendes.

Era verdad que tener que hablar con gente adinerada y engreída podía ser un dolor de cabeza. Siempre intentaban sonar inteligentes o sofisticados, pero más que eso eran ridículos como no se hacían una idea. Seokjin al hacer su papel de Junseo no era así, él no necesitaba pretender ser elegante o inteligente, porque realmente lo era.

Sonriéndole, Namjoon hizo lo que le pidió, pensando en la buena oportunidad que sería para intentar sacarle información o al menos conseguir su confianza. Obviamente no cometería la locura de mostrarle nada a un extraño, pero no perdía nada haciéndole compañía por un rato.

Aunque la serie estaba reproduciéndose en la computadora, Daehyun realmente no prestaba demasiada atención a lo que pasaba, estaba más concentrado quejándose de su trabajo y de todos los empresarios con los que tenía que lidiar a menudo. Namjoon no tuvo que inventar mucho, ya que también tenía su propia experiencia en áreas parecidas. Hablar con el hacker resultó bastante sencillo, pues tenían demasiadas cosas en común, tanto que le sorprendía.

—Lo peor de todo, y vas a darme razón en esto, es que en vez de pedirte ayuda con cosas que llevas estudiando por años, te piden que les descargues música o cosas por el estilo —se quejó el hacker entre risas. Evidentemente pensaba que sus clientes eran estúpidos—, ¡son cosas que un niño puede hacer! ¡Yo creo interfaces, no soy un técnico!

OPERATION: Decode | JinNam {Binary Code #2}Where stories live. Discover now