Capitulo 23: Hundimiento. Parte II

16.3K 1K 19
                                    

Cuando estaba a punto de contestar levanté un dedo en señal de que no quería escucharlo. Caminé hacia la pista el centro de la pista con la intención de bailar y distraerme.

-¡Mandy!- una voz retumbo en mi oído y me giré para enfrentar al dueño de esa voz.

-Rosie no empieces por favor y tú tampoco Connor- le apunté antes de que dijera algo.

-¿Qué pasó allá?- señaló la rubia el lugar dónde Luke continuaba confundido.

-Hablamos luego de eso, sigan bailando ustedes, se ven muy bien juntos-

Ambos sonrieron –Él es tan lindo- dijo muy cerca de mi oído.

-Lo es- respondí viendo a mi amigo antes de continuar.

Pero bailar allí no me hacía sentir mejor, ni olvidar nada. Sentía los azules y encantadores ojos de Luke clavados en mí aunque le diera la espalda y me escondiera detrás de todos lo que allí estaban.

Exasperada salí de allí, abriendo paso entre el tumulto de jóvenes alegres y ebrios, normal, considerando que todo el que visitaba este bar era para deleitarse con sus extraños e indudablemente deliciosos tragos.

Busqué un cigarrillo en mi bolso, no era una adicción, pero servía para tranquilizarme de vez en cuando.  Rebusqué un  encendedor pero no apareció. –Solo esto me faltaba- miré al cielo. –Sabes Lily, esto es todo tú culpa, si no nos hubieras dejado, amiga mía…- callé al escuchar pasos cerca -¡Hey!-

Un muchacho alto, caminaba en dirección a la entrada. Vestía un jean desgastado y una musculosa negra que dejaba al descubierto sus grandes músculos y espantosos tatuajes. Enseguida me arrepentí de haberlo llamado.

-¿Me llamabas hermosa?- sentí repulsión al percibir su asqueroso olor.

-Es… Yo… - balbuceé, su cercanía me intimidaba y asustaba -¿Tienes fuego?-  le mostré el paquete de Malboro.

Me dio una rápida mirada y sacó un encendedor de su bolsillo trasero y lo encendió. Después de prender el mío le ofrecí uno pero se negó.  – ¿Estás sola? – preguntó mirando hacia todos lados.

Asentí –Mis amigos están dentro, necesitaba distraerme-

-Hay muchas distracciones, sabes- lo miré de soslayo <<Tiene que ser una broma>> pensé al comprender a lo que se refería. Cada paso que él daba hacia adelante, yo lo retrocedía.

-Deberías entrar- dije –De seguro tus amigos están esperándote adentro-

-¿Acaso me ves cara de tener muchos amigos bonita?- sonrió al verme atrapada entre sus pecho y la pared. 

Sentí nauseas  por su asqueroso aliento en mis narices y sus manos apresando las mías–Te alejas o grito, cerdo-

-Me gusta más cuando tiemblan como un corderito frente al lobo- traté de zafarme, pero esos músculos que poseía no eran solo un adorno.

On my wayWhere stories live. Discover now