Capitulo 15: Una decision

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-Tienes que hablar con él, Rosie, no sé qué ha ocurrido-

 

-El está muy mal Mandy ¿Estás segura que no has hacho nada? ¿Anoche, en la fiesta?-

 

-Yo… - balbuceé –No lo creo, quiero decir… tomé demasiado, de eso estoy segura. Pero eso no tiene importancia. Rosie, me dijo que yo no lo amaba ¿Por qué diría algo como eso?- grité al teléfono.

 

-Yo no tengo la menor idea de lo que pasó entre ustedes. Intenté hacer que hablara conmigo, pero se niega a hacerlo- sonaba preocupada. –Lo siento Mandy, tengo que cortar. Hablamos luego, tranquila, todo se solucionará pronto-

 

-Adiós- terminé de decir.

Ya era de noche. Después de que Connor se fue de mi casa, decidí subir a mi habitación y llamar a Rosie. Había intentado no llorar, controlarme, pero era imposible. Lo más frustrante era que no entendía las razones Luke para decirme algo como eso.

Cuando mi madre me llamó para cenar, la ignoré. Me tumbé en la cama y solté el llanto que había guardado en los últimos minutos mientras abrazaba a mi almohada. Pero fue cuando me di cuenta de que llevaba su camiseta, que pude sentir como se hundía mi pecho y me dolía el corazón. Él había sido la razón por la cual  habían regresado mis ganas de vivir después de perder a mi mejor amiga.

En mi mente repasé todo lo que habíamos vivido juntos, la primera vez que lo vi, cuando caminamos juntos esa noche, nuestra charla en los balcones, sus besos, sus abrazos, absolutamente todo. Recordé cómo me sentí cuando creí que lo perdía al verlo cubierto de sangre ese día en los vestidores del colegio y cada segundo que pasaba dormido en el hospital conectado a tantos cables.

Era casi media noche, yo seguía en la misma posición de horas atrás. Sentada sobre la cama, apoyándome en el respaldar y abrazando mis rodillas y pensando una y otra vez que era lo que había hacho mal.  Unos golpes en la ventana me hicieron sobresaltar.

Con desgano me levanté, caminé hasta allí y abrí las cortinas y luego los vidrios. Me asomé afuera para ver a cuatro sombras paradas en el jardín delantero. Pude distinguir a Connor e imaginé al resto.

-¿Qué hacen aquí?-  Susurré una vez afuera.

-Te dije que no lloraras más- me abrazó Connor, presionado sus labios cintra mi frente. –Tienes los ojos terriblemente hinchados-

-Te dije que lo intentaría. Pero lo siento, no funcionó. ¿Qué hacen aquí?-  insistí.

-Vinimos a verte, Connor nos contó lo que ocurrió y no podíamos dejarte sola- se acercó Franz.

-Oh chicos, no tenían que molestarse. Estoy bien- quise sonreír, fallando miserablemente.

-Se nota- escuché decir a Keb. –Ven aquí, la última vez que te vi me estabas pateando el trasero en nuestra pequeña  competencia- pasó su brazo por encima de mis hombros. –Sabes, una de las mejores formas de ahogas la penas...-

On my wayWo Geschichten leben. Entdecke jetzt