Dos semanas después de que Luke despertara finalmente decidieron darle el alta. Su recuperación había sido bastante rápida, pero aún así, después de una contusión como la que tuvo, las cosas eran complicadas.
-Cuidado no vas a caerte- me dijo Luke desde su cama.
-Estoy bien, estoy bien!- tambaleé.
Intentaba saltar desde mi balcón hacia el de él. No lo había imaginado tan difícil, solía hacerlo todo el tiempo el pasado año, pero ahora definitivamente estaba fuera de forma.
-Un pie arriba el barandal, respira profundo, sube el otro pie, y Si! Lo hice!!- estiré los brazos hacia arriba y perdí el equilibrio momentáneamente.
-Cuidado!- Luke se levantó de un salto.
-Estoy bien, estoy bien- mentí, sentía que mi corazón se iba a salir de mi pecho por el susto.
Conté hasta tres, cerré los ojos, y salté. Lo siguiente que sentí fue el frio del piso en mi abdomen y unos brazos que me rodeaban.
-Mandy ¿Estás bien? ¿Por qué cerraste los ojos?- me miró con preocupación.
Comencé a reír. – Estoy bien, no fue nada- dije mientras intentaba ponerme de pie con su ayuda.
-No vas a saltar otra vez, tremendo susto me diste-
-Pero si fue divertido! Ahora vuelve a la cama- lo tomé del brazo y nos recostamos en ella.
-Mi madre dijo que podemos salir esta tarde ¿Sabes manejar cierto? –
-Si- contesté -¿A dónde quieres ir?-
-¿Recuerdas esa cafetería que fuimos cuando recién había llegado a aquí?-
-¿Quieres ir allí? Podemos cenar, preparan unas pizzas deliciosas por la noche- El asintió con la cabeza.
Eran las 7 am, todos en su casa estaban durmiendo y también en la mía. Era poco lo que había dormido en la noche, por lo tarde que me había acostado. El sueño me vencía, y la comodidad, la seguridad y el calor que sentía en los brazos de Luke, hicieron que me quedara profundamente dormida.
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-Mamá voy a salir esta noche, iremos a cenar con Luke-
Estábamos solas sentadas en la mesa almorzando, mi padre, últimamente no regresaba a casa a horario y cuando lo hacía, ni siquiera se molestaba en sentarse en la mesa con nosotras, directamente iba a dormir.
-Te diría que no regreses muy tarde, pero no tiene sentido- rió.
-¿Por qué lo dices?- pregunté mientras tomaba un trago de jugo de pera.
-Cariño, esta mañana cuando fui a despertarte, no estabas en tu cama y tu ventana estaba abierta, no fue difícil imaginarme dónde estabas- sonrió cómplice.
Me mordí el labio. ¿Cómo había podido ser tan tonta? Ni siquiera cerré la ventana o le puse llave a mi cuarto. –No pensaba quedarme dormida- contesté –Lo siento-
-¿Me estás diciendo que pasaste toda la noche allí?-
-No!- grité –No mamá, solo un rato-
-Amanda, por mi está bien, son jóvenes, yo también lo fui alguna vez, pero si tu padre llegara a enterarse…-
-Lo sé, lo sé, no volverá a ocurrir, lo prometo-
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On my way
किशोर उपन्यासLa vida de Amanda cambió para siempre con la muerte de su mejor amiga y vecina, Lily. Lo que Mandy no sabía, es que a veces, con la llegada de una persona especial, nuestra vida puede dar un giro tan grande como el de cuando otra decide partir.
