On my way

Capitulo 8: Despierta

Según lo que los médicos nos explicaron a su familia y a mí, que me rehusaba a alejarme de su lado, tenía una contusión cerebral bastante grave, pero estaban seguros que se recuperaría.

Pero aún así la angustia y tristeza que yo sentía no podían compararse con nada, hoy se cumplían dos semanas que desde aquel día, en el que Luke, en medio de una pelea con Walter había caído “accidentalmente” según la declaración de él y sus seguidores, de espalda golpeándose así contra  una canilla en los baños del colegio, luego de la clase de gimnasia.

-Mandy, ¿no crees que es hora de ir a tu casa? Necesitas descansar- mi padrino, que ahora era el doctor de Luke, apareció detrás de mí como todas las noches cuando pasaba a controlar su estado.

-Esta noche voy a quedarme- le contesté sin mirarlo. –Anoche casi no pude dormir pensando en que él podía despertar y  encontrarse solo en esta fría y oscura habitación- recordé cuando eso mismo me había ocurrido a mí.

Luego del accidente en el que mi mejor amiga había perdido la vida, recuerdo que despertar en una habitación igual a esta,  sin nadie a mi lado. Con dolores inimaginablemente fuertes en todas partes del cuerpo.

-¿Y dónde están sus padres?- me habló mientras tomaba nota de  todo lo que aparecía en las maquinas conectadas a Luke por medio de cables y tubos.

-Ellos se fueron a descansar- me paré de la silla al lado la cama en donde pasaba sentada la mayor parte del día.

Me acerqué a él intentando espiar sus notas, en vano, como siempre. –Igual que ayer y todos los días anteriores- me responde cerrando su anotador y mirándome sobre su hombro.

Suspiro -¿Cuánto tiempo va a estar así? Todo esto es tan… Me siento tan impotente, verlo así, no poder hacer nada, y lo peor de todo, sentirme malditamente culpable- me acerco a la orilla de la cama y lo observo cómo  ni siquiera un músculo de su rostro se mueve.

-Ya mejorará, se necesita mucha paciencia en estos casos Mandy- me dio un beso en la frente –Buenas noches linda- se retiró de la habitación

Eran las 3.30 de la madrugada. Como cada noche que me quedaba allí, estaba sentada en uno de los sillones en una esquina de la habitación. Sentía  como mis ojos se cerraban de a ratos, luchaba para mantenerlos abiertos, pero el sueño me estaba ganando.

Me paro del sofá. Camino alrededor del cuarto. Me siento en el borde de la cama de Luke. Con uno de mis dedos acarició sus ojos cerrados. Le doy un beso en la frente y me recuesto a su lado, siempre lo hacía cuando nadie me estaba viendo, imaginando que estábamos en mi cama, que Luke había saltado desde su balcón para verme, como esa tarde antes del ir al club nocturno de Donovan.

Y cómo siempre me quedé dormida. Miro el reloj colgado en la pared frente a la cama. Solo 25 minutos han pasado. Intento recostarme a su lado. Pero algo extraño ocurre en ese momento. Algo que había esperado por dos semanas.

Lo miro. Sus ojos estaban abiertos.

Pestañé. Si, definitivamente estaban abiertos.

-Luke, por dios, Luke estás despierto- coloco su rostro entre mis manos.

-Hey- me dice con una voz suave. –Sigue durmiendo tranquila, estoy bien Mandy-  él tiene una gran sonrisa, me dice que siga durmiendo como si eso fuera lo más remotamente posible.