— No — manifesté.

— Arabelle — dijo mi madre sacudiendo la cabeza en forma de negación.

— No es para tanto — mencioné.

— Ni siquiera nos preguntaste — declaró mi padre, yo solo me encogí de hombros y el negó con la cabeza — Bien Arabelle, vete ahora — manifestó y yo me fui con Corey siguiéndome.

— ¿Eso es todo? ¿Ni siquiera te van a gritar? — inquirió Corey.

— No — respondí.

Entramos en mi habitación y comencé a hacer la tarea sobre mi cama. Finalmente terminé después de lo que parecieron horas, miré y Corey estaba durmiendo en el sillón reclinable con un libro sobre su rostro, me reí entre dientes y me acerqué a él

— Corey — le dije, pero no se movió, asi que le quité el libro de la cara — ¡Corey! — dije más fuerte.

— ¿Qué? — gruñó.

— Estoy aburrida — comenté.

— Ve a escuchar música — declaró rodando los ojos

— Deja de ser flojo — expresé.

— Vete — murmuró en la silla.

Suspiré, caminé hacia la biblioteca y agarré el libro de vampiros que estaba leyendo, me senté en la silla y comencé a leer. Cuando estaba a la mitad del libro, lo dejé allí.

— Es un libro largo — murmuré para mí misma mirando el reloj, Corey entró bostezando — Es casi hora de que amanezca.

— Bueno, lograste sobrevivir sin mí — declaró.

— Pensé que los vampiros no dormían — comenté.

— Usualmente dormimos durante el día, es por eso que estoy cansado — expuso.

— ¿Te gusta leer? — le pregunté.

— Sí — respondió.

Caminó hacia la librería y lo vi tomar un libro y escanear las páginas.

— Levántate — dijo.

— ¿Por qué? — inquirí.

— Estás en la única silla — argumentó.

— Agarra otra — declaré.

— No, tu hazlo.

— Yo estaba aquí primero — manifesté.

— Y yo no sé dónde hay más sillas — dijo Corey.

— Y dónde se supone que yo me sentaré, yo tampoco sé hay más sillas — mencioné y él pensó por un momento.

— Puedes sentarte en mi regazo — comentó.

— No lo creo — mencioné.

— Es eso o el piso, elige — dijo y yo suspiré.

— Bien — dije levantándome.

Corey se sentó en la silla y se dio unas palmaditas en la rodilla. Me senté en su regazo y me apoyé contra el brazo de la silla.

— Pedófilo — murmuré.

— Escuché eso.

— Bien.

Leímos nuestros libros, este libro dura una eternidad, tiene más de mil páginas, no puede haber tanta información sobre vampiros. Bostecé, dejé el libro y recosté mi cabeza sobre el hombro de Corey, él me miró, pero no dijo nada, cerré los ojos y me quedé dormida.

~~~~~~~~

Me desperté en mi cama, estaba abrazada por algo frio, mi almohada probablemente.

— ¿Arabelle? — escuché la voz de Corey.

Se escuchaba cerca, muy cerca. Abrí los ojos y me encontré con el pecho desnudo de Corey. Levanté la vista y vi que estaba acurrucada con Corey.

— ¿Qué demonios? — declaré.

— No me mires, tú me atrapaste — comentó.

(Maldita sea, mi costumbre de abrazar cosas)

— ¿Qué hora es? — pregunté.

— Las once — respondió.

— ¿De la noche?

— No, buenos días — dijo.

— ¿Por qué no me despertaste? — inquirí y lo sentí encogerse de hombros.

— No lo sé — mencionó.

— Bien, gracias Corey, ahora perderé un día de clases.

— Todavía puedes ir — declaró.

— No tiene sentido ahora — dije bostezando, apoyé mi cabeza contra du pecho y cerré mis ojos — Me voy a volver a dormir.

— Bien, entonces si tú lo vas a hacer, yo también — manifestó.

— Ah y ¿Corey? — comenté.

— ¿Sí?

— Eres un pedófilo.

— Tú me abrazaste — protestó.

— Podrías haberme empujado, pero no lo hiciste — declaré — Porque crees que soy sexy.

Él se rió entre dientes — No voy a mentir, creo que eres hermosa — dijo en serio y yo lo miré conmocionada.

— ¿Que? — mencioné.

— Me escuchaste — comentó.

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Me volví a despertar a las cinco de la tarde.

— Arabelle — escuché la voz de mi madre, abrí los ojos y la ví de parada junto a la cama a un lado de Corey y de mí, empujé a Corey y sus ojos se abrieron.

— ¿Si mamá? — dije todavía acurrucada con Corey.

Ella sonrió — ¿Puedo hablar contigo por un minuto?

Me solté del agarré de Corey y me levanté de la cama para seguirla al pasillo, ella cerró la puerta detrás de nosotras.

— ¿Qué pasó? — inquirí.

— ¿Hay algo que quieras decirme? — declaró levantando una ceja.

— No — respondí lentamente.

— ¿Hay algo entre tu y Corey? — preguntó.

— Ah ¿eso?, no fue nada — manifesté.

— Vine a decirte que tu padre y yo vamos a irnos por unos días y el chef y las mucamas están de vacaciones, así que vas a tener que cocinar tu propia comida mientras no estemos y no hagas de la casa un desastre.

— Esta bien.

—Te quiero — dijo mi madre.

— Yo también te quiero.

Después ella bajo las escaleras, yo entré de nuevo a mi habitación y ví a Corey sentado en la cama.

— Voy a ducharme — comenté.

— No te tardes — mencionó.

— No te preocupes, si lo haré.

Caminé hacia el baño y entré a la ducha, siempre tomo duchas largas. Después de 30 minutos Corey comenzó a golpear la puerta.

— Arabelle, he sido paciente, pero te estas tardando demasiado — gritó desde afuera del baño.

— Pues lidia con eso — grité en forma de respuesta.

Lo escuché tratando de abrir la puerta, pero le había puesto el seguro (jaja). Después de unos minutos escuché la puerta abrirse, malita sea, ¿Como abrió la puerta?

— Te dije que no te tardaras, ahora tendré que meterme a duchar contigo — escuché decir a Corey.

Forzada a Comprar un Esclavo Vampiro Donde viven las historias. Descúbrelo ahora