—Solo deja todo ahí y vámonos a casa, siento que en cualquier momento nos echan a patadas de aquí —comentó Jin con los ojos fijos en la salida que llevaba a una escalera; la sala era subterránea—. Además tenemos que-

Su teléfono cortó sus palabras. No el teléfono que había sido suyo desde hace tiempo, sino el de Junseo, y sabían perfectamente quién era, considerando que realmente no había nadie que fuera a llamarlo a tal aparato.

La cita era clara, el viernes al medio día, Jeonghan quería que Jin fuera a una junta tal y como sus contactos habían dicho. La secretaria no pudo darle demasiados detalles, pues obviamente su jefe no se los había dado, pero le había aconsejado que viniera listo para lo que fuera, quizás más como un consejo personal que otra cosa. Ya había notado que todos sus empleados parecían inquietos cerca del CEO, pero que se pasaran consejos así solo hacía más obvio el miedo que le tenían.

—¿Qué hora es? —preguntó Jin una vez colgó.

—Faltan diez minutos para las dos, ¿Por qué? —respondió confundido.

—Tenemos que ir a casa cuanto antes y espiar a Jeonghan. Lo más probable es que esté arreglando ciertos detalles con su hacker ahora mismo.

—¿Por qué lo dices?

—Confía en mí. Vamos.

Por suerte para ambos, esa vez habían traído el llamativo vehículo con ellos, así que volver al apartamento había resultado muchísimo más sencillo y rápido. Seokjin no quiso ni esperar el elevador, simplemente subió las escaleras de dos en dos, dejando a Namjoon atrás demasiado pronto. No es que fuera malo con el cardio, pero intentar igualarlo a él era imposible.

La puerta de la estancia estaba abierta ya cuando alcanzó el tercer piso y Seokjin ya estaba en la sala, sentado en el suelo frente a la laptop que nunca utilizaba pero que había traído consigo de todas formas. Tenía unos auriculares puestos y cuando se acercó, le tendió a Namjoon unos iguales. Al instante comenzó a escuchar dos voces masculinas y si estaba en lo correcto, los estaban escuchando en vivo.

... estarán muchos de nuestros asociados, así que tienes que tenerlo todo preparado, Daehyun-sii —pidió quien evidentemente era Jeonghan. Susurraba, así que imaginaba que el micrófono lo tenía cerca—, todos van a estar ocupados con la junta, así que solo mantente en tu cubículo y haz como si nada.

¿Alguien en específico que debo tener en cuenta?

Sí, el señor Go va a unirse a nuestra empresa. En algún momento saldrá de la reunión e irá a tu encuentro. Ya conoces el procedimiento.

¿Go qué, señor?

Go Jiwoon —respondió el hombre. Hubo unos segundos de silencio en los que la pareja se miró a la espera, pero luego Jeonghan dejó libre al chico IT y lo último que escucharon fue la puerta cerrándose.

Esperaron unos segundos más y Seokjin terminó la transmisión. Al instante ya estuvo de pie y con el teléfono en mano. Mucho más rápido marcó a alguien y se mandó el aparato a la oreja; no le costó mucho averiguar que estaba comunicándose con Minji para pedirle toda la información posible sobre Go Jiwoon. Algo le decía que ya hasta había planeado cuál sería el siguiente movimiento de ambos.

Cuando volvió de la cocina ya no estaba al teléfono, pero cargaba con algo de helado en manos, como era de esperarse. Volvió a instalarse en el suelo junto a Namjoon y tras meterse una gran cucharada del postre en la boca, lo miró seriamente a los ojos. De nuevo estaba en modo agente del estado, algo de lo que nunca se acostumbraría.

—Minji acaba de mandarte al correo la información que tienen del señor Go, necesito que la descargues y de ser posible, la imprimas —indicó Jin hablando muy rápido, como si pensar—. El viernes vamos a tener una oportunidad única.

OPERATION: Decode | JinNam {Binary Code #2}Onde histórias criam vida. Descubra agora