N/A: Lo prometido es deuda. Hemos alcanzado las 150k leídas así que les regalo este capítulo extra como muestra de agradecimiento. No olviden dejar su estrellita que es un capítulo larguito.
ʕ っ • ᴥ • ʔ っ Enjoy!
Londres, Inglaterra— Por Dios madre, te lo digo por enésima vez, llegaremos un día antes de la boda. No hay nada de qué preocuparse — comenta en un tono cansado, sonrío al verla rodar los ojos. Es tan tierna cuando empieza a desesperarse.
— Ya, tampoco te enojes. Solo que quiero estar completamente segura de que llegarás a tiempo — responde su madre en un tono de preocupación — además, considerando que te has desaparecido cinco meses, estoy en mi derecho de reclamarte.
Mackenzie suelta una pequeña risa — ¿No fuiste tú quien dijo que tenía que conseguirme un novio antes de que me quedara solterona y con treinta gatos?.
— Sí pero tampoco esperaba que siguieras mi consejo tan rápido.
Mackenzie, quien está deambulando por toda la habitación, se detiene y gira su rostro en mi dirección. Cuando nuestras miradas se encuentran ambos sonreímos como si fuéramos un par de adolescentes — Sabes, mamá, hice bien en seguir tu consejo. Me siento más feliz que nunca.
Suspiro como un tonto cuando ella dice aquello — ¡Oh, qué dicha me da escucharte decir eso!. Y dime, ¿cómo está Ethan?, ¿se están cuidando?. Claro que si no lo estuvieran haciendo no me molestaría en lo absoluto.
— ¡Mamá! — exclama con las mejillas ruborizadas.
Suelto una carcajada, ver a mi novia avergonzada se me hace hilarante — Mamá nada, has descuidado a tu familia mucho. ¡Tienes que resarcir el abandono de cinco meses!.
Mackenzie se lleva los dedos al puente de su nariz, como si tratara de contenerse — Está bien mamá, tú ganas. ¿Qué tengo que hacer para que perdones a esta ingrata hija?.
— Nietos, necesito nietos.
Los ojos de Mackenzie parecen querer salirse de sus órbitas, a mi también me ha tomado por sorpresa aquella respuesta — ¡¿Nietos?! — repite sin poder creerlo, hasta se le nota pálida — ¿acaso has perdido la cabeza, mujer?, además, Jackson ya te va a dar uno.
— Uno no es ninguno, hija — dice con simpleza.
— ¿Y cuántos nietos desea la señora para estar satisfecha? — ironiza mi novia.
— Con cinco me doy por pagada.
Mackenzie me manda una fugaz mirada y traga saliva nerviosa — Mamá, por favor, deja de decir esas cosas. Te recuerdo que estás en altavoz.
— ¡Oh, mejor aún!, ¿está Ethan allí?.
— No est...
— ¡Hola Claudia! — exclamo en un tono alegre. Me gano una mirada asesina de parte de Mackenzie.
— ¡Ethan, espero me tomes la palabra y me des muuuuuuchos nietos!.
Sonrío — No se preocupe, Claudia, ya de eso me encargo yo.
Si las miradas matasen yo ya estaría diez metros bajo tierra. Mackenzie gruñe molesta y retira el altavoz de su teléfono para luego llevarlo a su oreja — A ti te ha pegado fuerte la menopausia, mamá. Ya deja ese tema de lado porque no voy a ceder. Ahora, si me disculpas, tengo un avión que tomar en quince minutos por lo que debo colgarte — hace una pausa para escuchar lo que le dice su madre y suspira — si mamá, yo también te amo. Sí, sí, estoy segura de que él también lo sabe, ajá, okay, ya bueno, te veré pronto, adiós.
YOU ARE READING
El rey de los idiotas [EDITANDO]
ספרות נוער-JAMÁS VUELVAS A BESARME, SUBNORMAL. -Ya Mackenzie... deja de fingir que te molestó cuando ni tú misma te lo crees. - Eso no es cierto... odio besarte, es como besar un calamar -su sonrisa se expande- y no cualquier calamar sino uno feo y asqueroso...