El rey de los idiotas [EDITANDO]

♦ Capítulo 21 ♦

CAPÍTULO XXI : «Fiesta de disfraces II».

Decido romper el abrazo. Necesito hablar con Derek pero conociendo el temperamento de Ethan, mi misión se hace complicada.

Es momento de desaparecer como una ninja.

— Ethan.

El ojiazul acaricia mi mejilla dulcemente — Dime, princesa.

¡Demonios!.

Es difícil tratar de escaparme si me habla de una forma tan tierna.

¿Y si mejor olvido el tema?.

Derek tiene respuestas y tú lo sabes.

— Voy un rato al baño. Vuelvo enseguida.

— Te acompaño — informa mientras toma mi mano — hay demasiados tipos ebrios y no me gustaría que te vieras envuelta en una situación incómoda con alguno de ellos.

— ¡No! — exclamo al instante, Ethan frunce el ceño — quiero decir, no es necesario, sabes bien que puedo defenderme sola. Espérame en la pista de baile mejor, no puedes perderte la oportunidad de ver a Connor y Ashton disfrazados de princesas. Ve y luego te alcanzo.

Di que sí, di que sí, di que sí, di que sí, di que sí, di que sí.

Ethan se toma unos cuantos segundos para pensarlo pero termina accediendo no sin antes advertir — Si tardas demasiado iré a buscarte.

Genial, ahora tengo un límite de tiempo. La cosa no va a estar tan fácil.

Aunque, no sé si es impresión mía pero siento que Ethan anda algo paranoico. ¿Qué será lo que le está preocupando?.

Me pongo de puntillas y le doy un suave beso en los labios — Pórtate bien, eh — bromeo.

— Eso debería decirte yo, ¿no crees?. Yo soy un angelito por si no lo recuerdas.

La forma inocente en la que habla me saca una risa.

— Lo tendré en consideración — dicho esto lo empujo hacia la pista de baile y tras guiñarme el ojo lo veo desaparecer en el mar de gente.

Suspiro aliviada.

Regreso mi vista al punto en el que crucé miradas con Derek pero él ya no está. Reprimo las ganas de exclamar un improperio.

¿Ahora dónde diablos se ha metido?.

Le doy una rápida escaneada a la sala con la intención de ubicarlo, pero no obtengo resultados satisfactorios.

¿Y si ya se marchó?.

Inesperadamente siento un par de manos a cada lado de mi cintura. Antes de poder reaccionar una grave voz me susurra al oído.

— ¿Buscas a alguien, Kenzie?.

Cautelosamente me alejo de su toque y me doy media vuelta para encararlo.

— Hola, Derek — digo de forma casual.

El rubio me sonríe como siempre lo hace — Tal parece que vinimos a juego.

Es cierto. Ambos estamos disfrazados de diablitos.

— Si alguien me pregunta diré que te copiaste mi look — bromeo.

Él se encoje de hombros — Ni aunque quisiera podría igualarte. Te ves hermosa.

Quisiera decir que su cumplido no me hizo sonrojar, pero estaría mintiendo si lo hiciera.

— Gracias — suelto nerviosa mientras pongo un mechón de pelo detrás de mi oreja — por cierto, quería hablar contigo.

Derek asiente — Igual yo. Sígueme.