♦ Capítulo 14 ♦

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CAPÍTULO XIV: «Aunque el idiota se vista de seda, idiota se queda».

Britany se abraza de la almohada y me observa con una sonrisa — ¿Y después qué ocurrió?.

Hoy es domingo, tan solo ha pasado un día desde mi primera "cita" con Ethan y no sé nada de él. No es como si esperara que me llamara o algo por el estilo pero es que honestamente no sé muy bien en que punto estamos ahora. ¿Debería yo escribirle a él?, ¿debería ya haberme contactado?,¡no tengo idea!. Todo esto es demasiado nuevo para mi.

Mi plan era hacer de este día libre un día para ver todas las películas de Harry Potter pero mis planes se vieron interrumpidos cuando mi castaña mejor amiga se apareció en mi casa. No tengo idea de cómo, pero de alguna forma u otra se enteró de mi salida con el capitán del equipo de fútbol y obviamente la curiosidad la estaba carcomiendo.

Así que heme aquí, relatándole todo a mi mejor amiga quien parece fascinada con cada cosa que le cuento. Ya son las once de la noche y Britany no deja de interrogarme cosas, quisiera pedirle que pare pero es prácticamente imposible. Además ella misma se autoinvitó para quedarse a dormir así que tiene toda la noche para torturarme.

— Bueno luego de recibir mi primer beso, recibí el segundo, el tercero, el cuarto, el quin...

— Okay, ya entendí. Intercambiaron muchas babas — rueda los ojos — ¿pero qué pasó después de eso?, porque dudo mucho que se la hayan pasado metiéndose la lengua hasta la garganta por cuatro horas.

Suelto una ristotada — Santos cielos, eres asquerosa. ¿La lengua hasta la garganta?, ni que fuéramos iguanas.

— Yo solo pienso que beso sin lengua no es beso — sentencia categórica.

— ¿Okay? — ella mueve la mano instándome a continuar mi relato — bien, bien. Luego de eso hicimos una competencia de buceo, la cual obviamente gané y seguimos jugando en el agua hasta que mis dedos ya parecían pasitas. Regresamos hasta el punto donde habíamos dejado nuestras ropas, nos vestimos y caminamos hasta la camioneta.

— ¿Viste sus abdominales?, ¿tiene cuadraditos?.

— ¿Es eso lo que más te interesa, no? — enarco una ceja en su dirección.

Ella se muerde el labio — No todas tienen tu suerte, amiga.

— Eso no es cierto.

— ¿O sea que me vas a decir que no lo miraste completito ni por un segundo?.

Muerdo el interior de mi mejilla — Por supuesto que no.

Britany suspira — Pues en ese caso debo admitir que te faltan algunas tuercas en esa cabecita tuya — le saco la lengua divertida. Mi amiga se recuesta con la mirada en el techo — uffff, apuesto a que tenía cuatro deliciosos y bien definidos abdominales en su estómago.

Hago memoria — En realidad eran seis...

Britany se gira a verme con los ojos bien abiertos — ¿No que no habías visto nada?.

Me río — Supongo que lo hice inconscientemente.

Mi amiga me frunce el ceño — Sipingui qui li hici inconsciintiminti...

— ¡Está bien!, ¡lo hice adrede!,pero era casi imposible no hacerlo. El tarado tiene un cuerpo que dice a gritos: "Viólame con la mirada". 

Brit estalla en carcajadas — Oh Dios, cuanta verdad hay en tus palabras. Bueno... ¿qué más?.

— Al llegar a la camioneta Ethan sacó un par de mantas de la cajuela y las tendió en el piso, simplemente nos recostamos a ver el cielo nocturno. En realidad no hablamos mucho, disfrutamos del cómodo silencio y de vez en cuando nuestras manos se rozaban de manera intencional. Hubo un momento en el que me quedé pensando en cómo rayos había terminado yo a parar en esa situación, es decir, es Ethan Donovan del que hablamos, se suponía que debía odiarlo de por vida pero me sentía tan cómoda y completa a su lado que hasta me asusté un poco. Y luego pasó lo raro...

El rey de los idiotas  [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora