Pick Me (Justin Bieber y Tú)

Capítulo 18: Tenemos que acabar con esto

Terror. La imagen de mi madre tirada en el suelo y sin vida me perseguía casi cada noche pero algo cambió en mi última pesadilla.

Mientras me mantenía arrodillada gritando, Justin se interpuso delante de mí en la calle y un nuevo disparo hizo eco en el aire. Acto seguido se desplomaba a mi lado y sus ojos, perdiendo el brillo, se mantuvieron fijos en mí. El dolor oprimió mi pecho, haciéndolo insoportable queriendo tan sólo querer irme con ellos.

-¡NO, Justin, no! – grité despavorida y desgarrando mi voz por la angustia.

Estaba incorporada en la cama, la sábana que me cubría cayó hasta mis caderas, sentía las lágrimas manar sin cesar y caer en cascada por mis mejillas o directamente hasta mi pecho desnudo. Mi respiración era totalmente irregular y apenas llegaba el aire a mis pulmones.

-Estoy aquí. Estoy aquí – susurró una voz dulcemente. Su brazo me tomó por los hombros para guiarme a su pecho mientras con su mano libre cubrió la exposición de mis senos. Sollocé en el hueco de su cuello con algunas sacudidas de mi cuerpo al no poder respirar correctamente –. Shhh, tranquila – me apaciguó –. No pasa nada, sólo fue un mal sueño.

Sentí como nos mecía de un lado a otro al tiempo que acariciaba mi espalda. Poco a poco fue como si la pesadilla nunca hubiera existido. Justin se volvió a tumbar en la cama llevándome a mí con él, sin cesar el recorrido de sus dedos por mi piel. El cansancio me venció mientras seguía segura en sus brazos.

* * *

Me desperté arrugando la nariz ante una extraña sensación. Rodé en la cama tratando de buscar a Justin, sin siquiera abrir los ojos. Al no toparme con él, tanteé con la mano el colchón. No estaba.

Desplegué los párpados con la necesidad de encontrarlo donde fuera que estuviese. Justo frente a mí, su figura se alzaba apoyándose contra la ventana para fumar. Vestía solamente sus boxers blancos, sus músculos se veían marcados desde aquel perfil, resaltando los tatuajes de su brazo totalmente tatuado, y su pelo estaba revuelto. Bendita imagen para despertar.

Lo vi exhalar una última calada antes de que girara la cara para mirarme. Abrió los ojos al verme contemplarlo desde la cama.

-Por fin despiertas – sonrió levemente haciendo mi corazón saltar. Apagó lo que le quedaba de cigarrillo y lo tiró por la ventana. Estaba por decirle lo mal que estaba aquello cuando empezó a acercarse a mí –. Buenos días … Novia – recalcó.

Rodé los ojos y abracé la almohada para taparme la cara mientras reía por su tono de voz tan ronca y posesiva. Sentí la sábana deslizarse hasta la zona baja de mi espalda, pero no se me veía nada al estar boca abajo.

Me estiré dando un bostezo y escuché a Justin reír seguido del sonido de un obturador. Giré la cara para ver que hacía y entonces un flash se disparó. Arqueé una ceja al ver la cara divertida del que ahora se había convertido en mi novio fotógrafo.

-Amo esta foto – sonrió viéndola en su móvil.

-Borra eso – me quejé.

-¡Ni siquiera la has visto! – carcajeó.

-Da igual, seguro que estoy horrible recién despertada – bufé.