Capítulo 7: Necesito respuestas

8.2K 266 27
                                    

Una tormenta se había levantado haciendo que me despertara con el sonido de los truenos. Me sobresalté al sentir como si varios cohetes estuvieran bombardeando algún lugar cercano. Abrí los ojos y me incorporé rápidamente en el sofá mirando a todas partes. Lo primero con lo que chocó mi mirada fue con la de Justin.

-Hola – saludó con voz ronca aún tumbado en el sofá. – ¿Estás bien?

Miré por la ventana de salón ignorándolo. Vi que aún estaba abierta y estaba apunto de entrar un montón de agua por la lluvia. Me levanté de un salto y fui a cerrar la puerta corredera del balcón. Acto seguido cayó un relámpago y a los segundos sonó su trueno correspondiente. Me encogí y me abracé a mí misma.

Volví con Justin y lo ayudé a incorporarse en el sofá, le era difícil moverse por sí solo sin que algo le doliera, así que ahí estaba yo. La tormenta siguió su curso asustándome cada dos por tres.

-Tranquila – posó su mano en mi hombro y me acarició el brazo. – No pasa nada.

-Odio las tormentas – me estremecí cuando entró la luz de otro rayo. – Cuando era niña mis padres me dejaron sola una noche mientras dormía. No se suponía que me despertase cuando ellos estaban teniendo una pequeña escapada pero a medianoche me desperté por una tormenta y me asusté mucho. Y estaba sola. Cuando mis padres llegaron corriendo llevaba diez minutos llorando debajo de la mesa de la cocina.

-Que trauma – hizo una mueca. Otro trueno me sobresaltó y él me acercó a su cuerpo protectoramente. – Aquí estás a salvo.

Sonreí inclinándome para reposar la cabeza en su hombro sano. Hundí mi cara en su cuello y aspiré su aroma. Tabaco, AXE y olor personal de Justin. Era glorioso poder tener aquellas sensaciones.

Rocé mis labios con su cuello expirando el aire que había respirado sobre su piel. Noté su estremecimiento y sonreí.

-Tengo hambre – comentó. – ¿Tú?

-Sí, vamos a la cocina – sugerí levantándome.

Justin se levantó por sí solo tomando impulso con un solo brazo y con cuidado de no mover el otro. Aún le seguía molestando pero suponía que pronto se le pasaría. De las magulladuras en su cara, trataba de hacer como si no existieran y no mirarlas demasiado.

Pasé del salón al pasillo y enfrente me encontré con la cocina. Los truenos se escuchaban de fondo, aunque parecían alejarse. Saqué la comida que había comprado y puse una pizza en el horno. Mientras se hacía, abrí una bolsa de patatas fritas y le ofrecí a Justin.

-Qué gran cocinera eres – dijo con sarcasmo.

-Te quejarás encima de que te traigo comida – bufé sacando vasos.

-Cierto … Realmente no sé que haces aún ayudándome.

-Yo tampoco pero aquí estoy – me encogí de hombros sin darle importancia. – ¿Coca-cola, agua o cerveza?

-Cerveza – ni se lo pensó. Le tendí una lata y enarcó una ceja. – ¿Sin alcohol?

-El médico te dio pastillas. No puedes tomar alcohol – dije muy firme.

-¿Qué eres? ¿Mi madre? – se burló.

-No, pero ella también está preocupada, ¿sabes?

Apretó la mandíbula cuando se quedó callado. Bebió de su cerveza grandes tragos mientras yo me servía Coca-Cola en un vaso. Fui comprobando la pizza en el horno mientras iba pensando en formas de sacar la conversación pendiente que teníamos que sacar a relucir.

El silencio se hizo cargo de la estancia mientras esperábamos. El único ruido que había era el de las patatas al crujir en nuestra boca cuando comíamos. No fue hasta que saqué la pizza del horno y nos dirigimos a comer al salón, que los dos nos miramos a los ojos sabiendo lo que se avecinaba. Obviamente él no iba a empezar, era yo la que quería saber las cosas que ocultaba.

Pick Me (Justin Bieber y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora