Capítulo 59: Eliminando pendientes

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Maui

-¿Me ayudas a subir mi maleta?-Me pide Moana entregándome una maleta de color rosa para que la ponga en la parte de arriba del avión, cosa que hago.

-¿No olvidaste nada?-Pregunta ella mientras se sienta. Yo negué con la cabeza.

-Moana, es un viaje de menos de dos días. No necesitamos demasiadas cosas. Lo que sea que haya olvidado probablemente ni siquiera me va a hacer falta-Digo yo mientras me acomodo en mi asiento.

-¿Trajiste el cargador de tu celular? ¿Cepillo de dientes? ¿Audífonos? ¿Tu billetera?

Demonios...

Moana me había convencido para, finalmente, entregar la Piedra de Te Fiti a sus dueños originales. Por eso en esos momentos estábamos arriba de un avión de camino a nuestra ciudad natal para que yo pudiera entregar y la piedra y pedir disculpas por haberla tomado prestada, cosa que Moana llamaba "robar".

Todo esto había sido porque Minnie y Mickey habían estado hablando de eliminar todas las cosas que nosotros tuviéramos pendientes. Cualquier cosa. Ellos decían que tener cargando tantas cosas en nuestra vida eran parte del por qué peleábamos todo el tiempo, y por qué antes todo nos salía mal. Y Moana había decidido iniciar llevándome a hacer lo correcto.

El camino fue largo, pero estuve dormido gran parte del tiempo. Moana se quedó dormida mucho antes que yo sobre mi hombro, pero sentí que sería demasiado cruel si la despertaba, por lo tanto decidí dormirme también.

Cuando llegamos Moana me obligó a tomar un taxi hasta la casa donde yo había agarrado la piedra. Incluso en el jardín seguía estando la piedra grabada de la que la había arrancado. Estaba muriendo de nervios y pánico, pero de todas maneras decidí tocar la puerta, y me recibió una mujer que parecía que odiaba a la humanidad.

-¿Quién demonios eres tú?-Pregunta ella mirándome de arriba a abajo. Yo tragué saliva, a pesar de que fácilmente le doblaba en peso y le sacaba dos cabezas. Empecé a tartamudear y ella comenzó a desesperarse.

-Señora, me temo que mi amigo y yo tenemos algo importante que hablar con usted-Dice Moana interviniendo y poniendo una mano en mi hombro. Aunque dudó, la mujer nos dejó entrar a la casa y nos dirigió a su sala.

-Siéntense ustedes dos ahí-Dice, señalando un sillón algo pequeño. Moana y yo nos apretujamos en este y la miramos nerviosos.

-Tienen treinta segundos para decirme lo que quieren o salgan de mi casa-Dice ella visiblemente enojada. ¿Sería pariente de Golden Butterflies? ¿O de Stitch?

-Lo que pasa es que...es que...-Comencé, pero me daba miedo hablar. Seguramente esta mujer iba a llamar a la policía en el momento en el que le dijera que había tomado la piedra y me daba miedo. Moana puso su mano sobre la mía y asintió, diciéndome que hablara de una vez para poder terminar con el asunto.

-Hace un tiempo yo...yo...

-Cinco segundos.

-Yo...

-¿Te Ka? ¿Tenemos visitas hija?-Preguntó una señora mayor entrando a la sala. Su rostro parecía mucho más amable y tranquilo que el de "Te Ka".

-Son dos chicos, madre, pero no me han dicho lo que quieren.

-Bueno, con todo respeto, señora Te Ka, treinta segundos antes de que nos corra de su casa, como usted dijo, no son suficiente tiempo para explicar nada-Digo yo intentando conseguir que la señora mayor regañe a su hija. Mi plan funcionó, porque la señora vio a Te Ka con la clásica mirada de madre enojada a punto de condicionar a su hijo o hija.

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