Capítulo 38: Somos una pendejada

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Leyeron bien el título, y me disculpo por la grosería porque sé que nunca las uso, pero el capítulo lo amerita, ¡Los amo!

Naveen

Todos los miembros de Dream Fighters (viejos y nuevos) estábamos en la casa de Marinette. Los chicos estábamos en la cocina comiendo botanas y las chicas estaban en el balcón de Marinette hablando cosas de chicas o lo que fuera. Los únicos que no estaban en la casa eran Jack y Elsa, que se habían quedado hablando en su cuarto de hotel.

-¿Creen que vengan?-Pregunto yo. Ya están casi tres horas tarde de la hora acordada.

-Yo honestamente no creo que lo hagan. Quizá Jack sí consiguió convencer a Elsa de tener su cita romántica en el Senna-Dice Adrien encogiéndose de hombros.

-Probablemente. O quizá se perdieron en el camino acá-Dice Adam mirando el reloj.

-O quizá se cayeron en otro lago congelado y están intentando nadar fuera de él, o se murieron y ya están salvando niños con Santa Claus, el Hada de los Dientes, un hombre de arena y el Conejo de Pascua-Murmura en el fondo Hiccup mientras abre el refrigerador. Todos nos quedamos en silencio.

-¿Es normal entre ustedes hacer bromas sobre los eventos casi mortales que han vivido?-Pregunta Wilbur.

-Te acostumbrarás. Vas a escuchar historias de suegras en llamas, gente colgando del tejo y seguramente ya escuchaste la de los niños olvidados en París-Le digo yo desde mi lugar.

-¿Entonces estamos destinados a burlarnos de todas las tragedias de esta fraternidad?-Pregunta Maui riendo.

De pronto Jack entra muy sonriente. Elsa entra detrás de él y nos saluda fugazmente con la mano antes de salir corriendo hacia el cuarto de Marinette murmurando una disculpa por la tardanza. Jack se sienta con nosotros en la cocina y se queda en silencio unos segundos sonriendo.

-¿Qué pasó?-Pregunto yo mientras lo miro fijamente.

-¿De qué o qué? ¿Qué pasó de qué?

-Tienes los ojos y la nariz roja-Apunta Mickey cruzando los brazos.

-Hay mucho polen en el aire, las alergias están a tope. Incluso creo que debería ir a que me revisen en el hospital o algo así. Deberían hacer lo mismo. No queremos que falten más a clases-Nos dice Jack mientras inhala profundamente. Claramente, no tiene ningún tipo de alergia.

-Como tú digas.

Antes de que podamos volver a nuestro tema anterior y seguir burlándonos de cosas de las que no nos deberíamos burlar, Jack finalmente estampa su cabeza contra la mesa una y otra vez.

-Mi vida es un desastre-Murmura contra la mesa.

-Déjame adivinar: el polen-Le digo yo mientras me sirvo una taza de café.

-¡Jackson Frost! ¡Ya dinos lo qué pasa y deja de culpar a tus inexistentes alergias!-Le reclama Eugene.

-¿Quieren de verdad que les diga?

-¡SÍ!

-¿De verdad quieren que les diga?

-¡QUE SÍ!

-Pues seguí su consejo sobre hablar con Elsa sobre nuestro matrimonio y que casi no me pone atención.

-Ajá, ¿y luego?-Pregunta Nino.

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