—¿Tienen una cita? El señor Lee tiene una agenda muy apretada.

Namjoon intentó no temblar, pero si tan pronto las cosas se pondrían mal, realmente no estaba seguro de que podrían llevar esta operación con tanta facilidad como creían.

—Me temo que no la tenemos, tuve que despedir a mi secretaria y supongo que no pudo hacer eso por mí —Seokjin ubicó los codos sobre el escritorio, inclinándose hacia ella—. Soy Song Junseo, asesor de marketing. Este es mi compañero, Hyun Minjae.

Eso la impresionó aún más.

—¿Ha dicho Song Junseo? —la recepcionista abrió la boca, pero esa pregunta no salió de ella. La voz era masculina y potente, lo suficiente para que todo el salón hiciera silencio.

Lo reconocieron al instante. Habían visto sus fotos un montón de veces durante sus reuniones con el NIS, no habían podido dejar de pensar en él durante todo el tiempo que pasó desde volver a casa hasta venir a Gangnam: Lee Jeonghan en persona. En vivo se le notaba un poco más la edad, pero tampoco era mucha la diferencia.

El CEO avanzó desde el ascensor hasta donde ellos se encontraban con una amplia sonrisa en la cara. Namjoon estaba demasiado confundido por su actitud, pero intentó imitar a Seokjin y mantener una expresión tranquila. Una vez lo tuvieron en frente, el mayor le tendió la mano y Seokjin se la estrechó devolviéndole una sonrisa radiante.

—Señor Lee, es un placer conocerlo.

—El placer es mío, he escuchado rumores sobre ti —tras el largo apretón de manos, Jeonghan se fijó en él sin borrar su sonrisa—. ¿Y tú eres...?

—Oh, Hyun Minjae, señor. Soy el técnico de Junseo —dijo Namjoon extendiendo la mano para estrecharla con la del CEO—. Disculpe que vengamos sin previo aviso.

—No se disculpen, tarde o temprano intentaría comunicarme con Song, los rumores sobre sus habilidades recorren entre mis asociados y en la red.

Aquello lo sacó de onda. Si hizo lo mismo a Seokjin, no pudo percibirlo. La situación le decía dos cosas, que Seokjin había tomado la identidad de alguien más o que el NIS se había encargado de esparcir rumores sobre él. O ambas.

—¿Por qué no me esperan en mi oficina? Acompañaré a mi socio hasta su auto y estaré con ustedes en unos minutos —Jeonghan señaló el elevador sobre su hombro. El hombre a su lado, bajo y desgarbado, los analizaba con la mirada—. Aemin, escolta a los caballeros a mi oficina, ¿De acuerdo?

La recepcionista se puso de pie de un salto, espantando un poco a Namjoon. Tal y como al principio, su novio ni se inmutó ante esto. El mayor de los dos asintió con la cabeza a modo de agradecimiento al CEO y lo siguió con la mirada hasta que salió por la puerta principal junto a su socio.

Siguieron a la muchacha hasta el ascensor y subieron con ella en silencio. Quería poder discutir lo ocurrido con Jin, pero frente a ella no podía arriesgarse; solo podía buscar la mirada en la cabina, aunque el mayor no lo miraba, solo se concentraba en los números cambiando frente a ellos en el panel del elevador. Una de sus manos estaba dentro del bolsillo de su pantalón, aparentemente jugueteando con algo, pero solo pudo asumir que se trataba de la llave del carro o algo así.

La oficina se encontraba en el último piso, era un salón enorme con una vista perfecta de la ciudad. Las paredes eran de vidrio, así que se sentía un poco como estar flotando sobre los demás edificios. Temió que la mujer se quedara con ellos hasta la aparición de su jefe, pero tras indicarle unos asientos se marchó cerrando la puerta tras de sí.

Esperaron unos segundos hasta que el sonido de sus tacones se perdió en la distancia.

—¿Qué rayos fue eso? —susurró Namjoon dejando su maletín con su laptop sobre un sillón. Seokjin miraba a su alrededor con curiosidad.

OPERATION: Decode | JinNam {Binary Code #2}Where stories live. Discover now