RUTINA ~Pennywise y tu~

Capitulo 17

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Primero que nada les informo que e iniciado una "revista" para mantenerlas informada de algunos detalles de esta historia y tal vez de futuros proyectos, bueno eso es todo aquí esta el capitulo xd
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El viernes había llegado por fin con una fuerte lluvia que inundaba las calles y no solo eso; si no también las alcantarillas, había pasado buen tiempo desde que una lluvia así se desato pero aquello no era motivo de preocupación puesto que otras cosas eran lo que verdaderamente tenían preocupados a algunos... muchas personas desaparecidas después de 27 años, otro detalle era este día, tan sombrío, era muy obvio hoy alguien tendría que morir y podría ser cualquiera; sin embargo ya se tenia fijada la mira en alguien en particular.

—Hola Georgie—

Una voz alegre y juguetona le hablo al inocente niño el cual al verle se asusto como era obvio soltando un pequeño grito.

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La mañana no amaneció tan nublada como debió haberlo estado y en su lugar solo estaba la brisa fría que helaba corazones y las nubes grises que apocaban al sol; y junto a esto una sorpresiva enramada de flores que rodeaba a la dormida chica. Como era costumbre en ese cuarto cada mañana a las siete de la mañana una alarma sonaba, el rubio con molestia apago la alarma y se levanto de la cama sintiendo pesados sus parpados sin embargo un factor desconocido le hizo espabilar un poco, en la planta de sus pies habían hojas secas, bajo la mirada topándose con una enramada de flores, eran camelias pero su color era tan inusual que las hacia mas llamativas de lo que ya eran, ese azul aunque frió le daba un toque mas vivo a ese cuarto.

Sorprendido tomo una de esas flores viéndola con sorpresa a estas al igual que a su amiga que dormía en medio de todas estas, al sentir su aroma perfumado sentía la misma tranquilidad que le ofrecía la compañía de una madre pero sin embargo esto duro poco cuando volteo a ver por un momento el reloj despertador y recordar que debía de darse prisa si quería llegar a la escuela y no encontrarse con su padre.

— Miranda, despierta... — dijo algo bajo con un tono de sorpresa, admitamos lo no todos los días tu invitada amanece rodeada de flores. Por su lado la pelinegra solo se tapaba mas hasta la cabeza tratando de seguir dormida, en su libre imaginación su mente atormentada podía ser feliz aunque sea todo producto de la misma.

El rubio sin remedio fue a la lavandería, no tardo mucho, al volver se traía puesto algo diferente y con el la ropa de su invitada ya seca, al verla aun dormida no sabia si seria buena idea despertarla por las buenas o por las malas, comenzaba a exasperarlo eso.

— Miranda despierta, tal vez tu no tengas ganas de ir a la escuela pero yo tengo otros asuntos y no te puedes quedar — Aun con algo de cuidado comenzó a moverla con un pie sin muchas intenciones de tocarla por vergüenza.

— Hummm... noo~ ya estoy vieja para esto~ quiero ser como el tortugo viejo loco~ libree~ — Al parecer no tenia intenciones de despertarse, no tenia tiempo para esto y no era lo suficientemente caballeroso, arrojo su ropa cerca a sus pies para luego dirigirse al baño, tomar algo de agua en un vaso y dejarla caer en su rostro.

— ¿¡QUE CA-!? — Como cualquier persona reacciono mal respirando de forma agitada y viendo a su alrededor con confusión, lo olvido, ayer tuvo uno de sus peores momentos y a causa de la lluvia tuvo que quedarse en casa de Bowers; al recordar aunque deprimida no era el momento ni la hora de sentirse así sin embargo había un detalle mas que la sorprendió; esa enredadera de camelias.