RUTINA ~Pennywise y tu~

Capitulo 3

Era lunes de nuevo, la pelinegra no tuvo ningún otro sueño con aquel payaso, solo se sentía observada y al tratar de verificar a sus alrededores terminaba viendo globos rojos en algunos lugares... No entendía como algo como eso podía ser real o incluso como otros no lo notaban... Tal vez ya le estaba patinando el coco, pensaba. Apoyo su cabeza en su mano mientras hacia un par de dibujitos de aquel payaso que vio en ese sueño; fue tan obvio lo que hacia el profesor de la clase lo noto.

— Srta. Tanner — Exclamo a lo que la chica sintiéndose nerviosa dejo rápidamente lo que hacia para verle con cierta preocupación. — Resuelva esta ecuación.

— Claro... — Su fuerte no eran las matemáticas pero sabia lo suficiente como para poder salvarse de esta, lo único que no le gustaba era tener que estar adelante... ser objeto de burla para la mayoría, sobre todo de esa rubia, Gretta. Se levanto y se acerco al pizarron y tomo la tiza para poder resolver el problema, se tardo un poco pero lo hizo, volviendo a su lugar sintiendo esas miradas puestas sobre ella las cuales se sentían como si la devoraran...

— Bien Tanner, lo hiciste bien... — En ese momento sonó la campana de fin de clases, Miranda suspiro aliviada por que ya haya terminado la clase, se sentía mal estando allí encerrada; todos tomaron sus cosas y salieron, ella como siempre se apresuraba en salir antes. 

Aun no podía quitarse esa imagen de la cabeza de su madre loca y el koi en el suelo, eran cosas que prefería dejar muertas como el ultimo mencionado, se puso sus audífonos los cuales comenzaban a reproducir la canción de Kiss, i was made for lovin' you baby. Llego a la calle Neibolt, no era algo nuevo a decir verdad, siempre pasaba por allí pero... Esta ocasión fue diferente, mientras caminaba en frente de la casa abandonada....

— Miranda~ —

De nuevo esa voz... Ya suponía de que era o mejor dicho de quien era pero... En parte se negaba a creerlo... No tendría sentido y solo comprobaría la necesidad de un psiquiatra y un manicomio, al voltear a ver a la casa mostrando algo de temor en su rostro vio como la puerta se abría y en el umbral un globo aparecía... Ya empezaba a agarrarle algo de temor a esos globos... Que solo simbolizaban que "otro ataque de locura" ocurrirá. Su cuerpo temblaba de solo imaginarlo; iba a irse de frente pero tropezó con unas enredaderas que se acercaron a sus pies y no dejaban de crecer.

— Se te cayo esto, Miranda... — al alzar la vista vio lo que seria otro de sus peores temores... Aquella mujer fantasma que tenia el rostro desfigurado a causa de ese terrible accidente que sufrió; esa misma estaba sosteniendo uno de sus pines de gato; no tardo en aparecer esa expresión de asombro y miedo total mientras su rostro comenzaba a ponerse pálido.

— AAAAAH — Dejo sus cosas y se levanto en un segundo para salir corriendo en ese instante siendo seguida por esa mujer en dirección a esa casa abandonada, entrando en ella y cerrando la puerta sintiendo los golpes de esa mujer a través de ella, saco fuerzas de donde no tenia para evitar que esa mujer entrara sintiendo esas plantas enredarse entre sus piernas y brazos.

— ¡MIRANDA! — Cada vez era peor... Pareciera que esa mujer fuera un verdadero monstruo, mientras la pelinegra se esforzaba por poder sobrevivir, lloraba del temor... Llego un punto en que ya no se escuchaba nada y las plantas desaparecieron... Era silencio total; abrió la puerta lentamente y no había nada... Solo un globo rojo, empezó a hiperventilarse pero en ese mismo momento fruncido el seño mientras tomaba un trozo filudo de madera del suelo dirigiéndose hacia ese globo para agarrarlo de la cuerda y reventarlo con esa estaca... tendría que buscar como librarse de esta situación a como de lugar.

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Al llegar la noche la luna llena opaca a las estrellas con su brillo, iluminaba la noche, iluminaba la vista de la chica de orbes celestes; traía puesta su pijama que consistía en una camiseta de Black Sabbath y nada mas. Veía la luna, pensando en que podría hacer con ese problema que se traía entre manos;  no podía simplemente decírselo a sus padres o era seguro que tendría que ir al medico y no quería ir a ese lugar con todos esas personas frías como robots... Apoyo su mano en su cabeza sin despegar la vista de la luna.