¿Quién eres? 1/2

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Narra ___

Salgo de mi escondite, donde he pasado la noche para poder seguir a los chicos.

Ayer volví a tener un encuentro con Minho. Esta vez le he indicado ir a un almacén donde encontrarán a personas que les ayudarán. Me deben un favor. Obviamente, hay una palabra clave para que nadie que me pueda delatar lo haga y ellos salgan perjudicados.

Desde la muerte de Winston mis pesadillas se han intensificado. Ahora ya no estoy en el Laberinto, la mayoría de ellas es en esa sala donde Mike murió, o en el desierto. Normalmente las pesadillas en el desierto tienen como protagonista a Newt. Se convierte en un raro y no para de pedirme que lo mate. Cuando estoy cogiendo la pistola me despierto llena de sudor y con las pulsaciones increíblemente fuertes, como si el corazón me fuese a salir del pecho.

Ojalá las cosas no hubieran salido de esa forma. Ojalá pudiese hablar con Newt. Me he dado cuenta que echo muchísimo de menos verlo y hablar con él todos los días.

Recojo mis cosas y las meto debajo del asiento de mi moto para después dirigirme a dónde los chicos están haciendo lo mismo. Soy bastante buena escondiéndome, así que me puedo pasar horas sin que me vean.

Están hablando sobre quién va a llevar las mochilas de comida y quién las de armas. Luego se ponen en marcha.

Veo que su primer destino para marcharse de la ciudad es un edificio que tal vez fuese un centro comercial en el pasado. Parece que no han tenido suficiente con el otro túnel y quieren más encuentros con raros. Subo el pañuelo que me cubre la boca, me pongo la capucha, y cuelgo el arco y el carcaj por si hace falta salir en su ayuda.

Narra Newt

No sé cómo me he dejado convencer para hacer esto.

Hemos estado a punto de morir en aquel túnel, y Winston murió por esa maldita idea. Pero, oye, aquí estamos de nuevo.

Aunque esta vez no es un túnel. Es más bien un centro comercial. No recuerdo haber estado en uno (gracias CRUEL) pero vino a mi cabeza esa idea nada más entrar. Las escaleras metálicas quietas, los cristales rotos, y, por supuesto, más esqueletos y cuerpos putrefactos.

Vamos organizados de la misma forma que el otro día, sin embargo, esta vez la marcha la cierra Fritanga al fondo, solo. Se echa en falta a Winston. Tampoco es que fuera muy hablador, pero era una parte importante de nuestro grupo y lo conocía desde hace muchísimo tiempo.

No he dejado de pensar quién era la misteriosa figura que salvó a Winston de un segundo mordisco. No me dio tiempo a verle la cara y tampoco reconocí su voz ya que estaba amortiguada.

Aparto esos pensamientos de mi mente y me centro en la situación que tenemos delante. La verdad, es que esta es la mejor opción que teníamos. Era o esto, o intentar no rompernos el cuello saltando de escombro en escombro como saltamontes.

Paramos un momento para beber algo de agua. Luego, nos dividimos en grupos para ir a buscar una salida segura y asegurarnos de que no hay raros. Yo voy con Minho y Tommy, mientras que el otro grupo son Fritanga, Teresa y Aris. Estos últimos van a explorar por la parte de arriba y nosotros por la de abajo.

Hay ropa desperdigada por el suelo. Thomas encuentra un farolillo electrico que emite algo más de luz que nuestras linternas. Llegamos a una zona donde hay una valla que separa dos partes. Hay un cuerpo putrefacto en una silla, y tiene la cabeza cubierta con una bolsa, como si hubiera sido asfixiado. Nuestra cara de horror se hace presente al momento.

Nos acercamos a la valla y observamos que solo hay una especie de recipientes de gasolina y más cosas esparcidas.

Minho se agacha y sube una palanca, las luces empiezan a encenderse. Antes de que Minho pueda sonreír o de que Thomas pueda decir algo al respecto, ambos miran detrás de mí con cara de horror.

-¡NEWT, APÁRTATE!

Me giro justo cuando un raro está a punto de abalanzarse y tengo el tiempo justo de apartarme y sacar la pistola para defenderme. Algunos raros más llegan y optamos por correr hacia arriba.

Las escaleras están viejas y deterioradas, pero gracias a que son de metal resisten nuestra carrera y nuestro peso.

Nuestros amigos se asoman pero en seguida entienden la situación y empiezan a escapar no solo de los raros que nos persiguen, también de los que acaban de aparecer de la parte superior.

Conseguimos alcanzar la otra parte de las escaleras y doblar la esquina. Yo voy de los últimos por culpa de mi cojera. De repente un raro se abalanza encima de mí, salido de no sé dónde y haciéndome caer.

Narra ___

Voy siguiéndolos de cerca. Decido ir por el lado de Aris, Teresa y Fritanga.

La verdad es que no me sorprende nada como está este sitio teniendo en cuenta que hay ciudades enormes en este estado, o peor. Aunque sigue siendo una escena horripilante, no es lo peor que he visto.

Me escondo detrás de unas vitrinas justo cuando alguien, (podría decir con toda seguridad que fue Minho) encendió todas las luces. El nombre de Newt resuena en la estancia y hace que me ponga en alerta al momento.

En menos de un minuto, Thomas, Minho y Newt aparecen corriendo con al menos veinte raros detrás. Y para colmo, aparecen más en la parte en la que estoy yo.

Los clarianos pasan delante de mí, y siento como una de las vitrinas cercanas se rompe y un raro salta encima de Newt.

Sin pensarlo dos veces disparo a la cabeza del raro. Newt mira en mi dirección, pero estoy bien escondida en las sombras. Además, justo Thomas llega y se lo quita de encima con una patada justo para poder ponerse de nuevo en marcha.

Me subo a las estanterías y los sigo mientras voy dando saltos.

La cosa se pone fea, muy fea, cuando llegan a un espacio bastante abierto, desde el cuál se puede ver la salida, y empiezan a estar rodeados de raros. Antes de que puedan estar más cerca vuelvo a disparar.

Los clarianos miran un momento hacia mí y salto aterrizando en el suelo y cojiendo y disparando otra flecha.

-¿Pero qué hacéis ahí parados?¡Corred!

Reaccionan de repente y corren, aunque lo hacen automáticamente. Disparo otra flecha al techo cuando ya están lo suficientemente lejos, pero cuando el edificio se está cayendo a pedazos, veo como Newt se cae. Voy corriendo hacia él e intento hacer que reaccione. Los clarianos intentan volver a por él, pero ya es tarde.

-!Marchaos! ¡Nos vemos dentro de tres días en el almacén que está al norte!

Minho asiente y yo me llevo a Newt a rastras. Por culpa de la caída tiene una herida en la cabeza que es lo que lo ha dejado inconsciente.

No sé cómo, consigo llevarlo a una zona donde estemos seguros. Lo rumbo y examino la herida. Va a tardar en recuperarse, pero no es muy profunda. Revuelvo en su mochila hasta que encuentro algo de agua y limpio la herida. Parece reaccionar durante un segundo y abre los ojos débilmente.

-¿Quién eres?-susurra.

-Has recibido un golpe en la cabeza, descansa.

-¿Porqué nos ayudas?

-Contestaré a eso cuando estés mejor.

-¿Cómo puedo confiar en tu palabra?

-Puedes hacerlo, o puedes no hacerlo. Pero, os acabo de salvar la vida, yo que tú me lo pensaba.

De repente se pone muy pálido y empieza a perder el conocimiento otra vez.

-¿Newt?

Cierra los ojos y se queda dormido.

Misión: Laberinto [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora