Misión: Laberinto [COMPLETA]

¿Desaparecida?

Narra Minho

Ayer encontré un Lacerador con más pinta de muerto que de vivo. Por supuesto, no me atreví a acercarme demasiado.  ___ lo habría hecho. Siempre que voy por el Laberinto me acuerdo de ella. Me acuerdo de su primer día. Todavía no puedo creer que se enfrentase contra un Lacerador y saliera viva del Laberinto para contarlo. Pero no hay que olvidar que sus poderes cuentan. 

Hoy Alby viene conmigo. Preferiría que no viniera, ya que es el "líder" y eso, y si le pasa algo estaríamos perdidos. Suerte que también tenemos a Newt. La verdad es que para estas cosas, ___ estaría perfecta. 

Estoy en las puertas del Laberinto cuando Newt y Alby se acercan. Alby lleva una mochila a la espalda. Newt viene con los ojos llenos de cansancio y ojeras. Desde que ___ se levantó el otro día misteriosamente, no ha dejado de estar a su lado. Yo no estaba, pero Gally me lo contó. Llegamos a la conclusión de que tiene algo que ver con lo de ser medio lobo. También Chuck lo pensó. 

-¿Estás listo?- pregunta Alby.

-Yo siempre estoy listo para deslumbrar -ambos ponen los ojos en blanco.

-Tened cuidado, al menor signo de movimiento del Lacerador volved -dice Newt- No quiero perder a nadie más -baja la vista. Sé a lo que se refiere.

-Tranquilo -le doy una palmada en el hombro- No nos meteremos en líos, al menos, no en muchos.

Ambos sueltan una carcajada y Alby yo entramos en el Laberinto. 

El Lacerador estaba en la sección cinco. No está muy lejos del Claro, pero hoy está muy oscuro. Nos estamos acercando al Lacerador. Pongo la mano delante de Alby para que pare. Ya está agotado. No me extraña, no mucha gente puede aguantar mi ritmo. 

Nos acercamos lentamente al Lacerador y lo observamos de cerca. Huele horriblemente mal, deberían ducharse de vez en cuando. Está todo cubierto de babas, incluso hay partes metálicas oxidadas. Alby se acerca demasiado y tropieza con uno de sus brazos. De repente, una sacudida eléctrica hace que el Lacerador mueva uno de sus brazos e intente alcanzar a Alby.

-Tenemos que retroceder, volver al Claro -digo con urgencia.

Sin embargo, cuando el Lacerador deja de moverse, Alby coje confianza y se vuelve a acercar mucho más que la última vez. Mis susurros con advertencias no sirven para alejarlo. 

El Lacerador vuelve a cobrar vida y mueve sus brazos intentando alcanzar al intruso. Alby sale corriendo y prácticamente se tira encima mío buscando ayuda. Nuestros intentos de huir puede que no salgan como esperábamos, el Lacerador se levanta y miles de cuchillas salen de uno de sus brazos. Intentamos esquivarlos todos, pero el Lacerador nos engaña y uno de sus pinchos con veneno viene hacia mí. Cuando se va a clavar en mi piel algo se interpone. Una vez que la aguja se clava el cuerpo, el Lacerador se aleja. Alby me mira un momento y entonces me doy cuenta por su mirada llena de miedo y enloquecida de que se ha puesto en medio del Lacerador para que no me pique.

-Maldita se Alby, por qué demonios has hecho eso cara fuco. 

-Sólo tu puedes sacarnos de aquí....no podía...no podía dejar que te diera a ti...

-Eres idiota.

Entonces se desmaya. Lo subo en mi hombro como un saco de patatas y camino. Sin embargo, Alby pesa demasiado y tengo que para varias veces durante varios periodos de tiempo. Paro una hora o dos a comer y descansar. Ya estoy en la sección tres y la hora de cierre de las puertas se está acercando. Si al menos alguno de los otros corredores se hubiera atrevido a salir, podría pedir ayuda. Pero desde que picaron a Ben en pleno día, no se han atrevido.