Encuentro a escondidas

1.1K 111 6
                                    

Narra Minho

Después de varios días caminando por el sofocante y árido desierto y como único paisaje, las montañas de fondo, tan lejos; encontramos la primera ciudad de nuestro recorrido.

Decidimos descansar al aire libre, ya que todos tenemos mucho calor.

En todo el viaje, no paré de pensar en ___. Por supuesto, no me tragaba toda esa clonc que Janson nos había contado. Todavía no sé quiénes son realmente los que nos rescataron, probablemente CRUEL, pero no entiendo porqué nos dejan ir. Si llegáramos a descubrir quiénes son en realidad, podríamos escapar fácilmente.

No todos los que sobrevivimos al Laberinto estamos en esta misión. Solo hemos venido Winston, Fritanga, Newt, Thomas, Teresa, un chaval que se llama Aris que al parecer estuvo en otro Laberinto de CRUEL, y yo.

No creo que seamos suficientes, pero creo que si tanto quieren parar a la gente que está en las montañas, nos habrían mandado con más gente.

Durante estos días no hemos hablado mucho. Lo único que hemos hecho es básicamente discutir si íbamos bien o si nos habíamos perdido.

Todos estamos demasiado confundidos con los acontecimientos de la última semana como para hablar si quiera sobre algo que no sea eso.

Incluso para mí, que ya sabía la verdad, se hace difícil. Por ejemplo, si el Brazo Derecho sabía donde estábamos, ¿porqué mandar a agentes en vez de buscarnos directamente? O, ¿porqué nos arriesgan a ir a CRUEL otra vez? Es decir, podrían volver a cogernos, borrarnos la memoria otra vez y meternos en el maldito Laberinto. Por estas dudas que nadie me resuelve, es por lo que no se qué pensar.

Supongo que los demás, estarán en contra de ___, y desconfiarán de ella por muy amigos que fueran antes. Sin embargo, el echo de que me contara todo sin casi conocernos, de que confiara en mi, de que me salvará aquel día; me hace imposible hacerlo yo también. Además, me ha salvado más veces de las que me gustaría admitir.

Al acordarme de esto, vuelve a mi mente la primera vez que me salvó la vida.

***********************

-Bien, cuando te diga, vas a salir de aquí y vas a buscar a Ben e ir de vuelta al Claro. No vengas a buscarme de vuelta. Volveré lo antes posible.

-¿Cómo? No sabes andar por el Laberinto, apenas hemos estado en dos secciones ¿¡y me estás pidiendo que te deje con un fuco Lacerador?!

-Sí, eso mismo te estoy pidiendo. Sé cuidarme sola, y además recuerdo el recorrido entero.

-Me van a matar si saben lo que estoy a punto de hacer. ¡Estoy a punto de sacrificar a una corredora! ¿No lo entiendes?

-Minho, eres tú el que tienes que salir vivo. Eres el Guardián de los Corredores, necesitas vivir. Tienes que vivir. Me da igual tener que salvarte el culo cientos de veces y morir en el intento. Ellos te necesitan más que a nadie. Te sabes el Laberinto de memoria. No pueden perderte. A mi no me echaran de menos. Solo una verducha que se metió en Laberinto y no salió para contarlo. Minho, no vuelvas a por mí pase lo que pase.

-No voy a responder a las órdenes de una verducha.

-Volveré, lo prometo. ¿Confías en mí?

- Sí -digo después de ver algo que no sabría describir en sus ojos. Luego sale.

**************************

Es imposible que algo de lo que nos hayan contado sea verdad.

Al ser el único que está despierto a esta hora, puedo oír el inquietante silencio de esta ciudad fantasma.

Me levanto a estirar las piernas. Durante estos días he echado de menos correr en el Laberinto. Por peligroso que fuera me gustaba.

Veo una figura negra que se alza en uno de los escombros. El pánico me inunda durante unos segundos pensando qué tal vez sea un raro, o qué tal vez sea una emboscada. Sin embargo, algo de esa figura me llama terriblemente la atención. Dos puntos morados brillan durante varios segundos para luego desaparecer y dejando un rastro de alivio en mi interior. Aunque todavía no estoy acostumbrado a que los ojos de mi amiga sean morados, sé que es ella.

De repente la figura desaparece. Echo un último vistazo a mis amigos para asegurarme que están dormidos y después, voy detrás de ella.

No tardo en llegar a lo alto del escombro, donde minutos antes se encontraba. La veo en uno de los edificios, apoyada en la pared y con la capucha tapándole la cabeza y dejándole visible solo su cara y algunos mechones rebeldes de su cabello.

Me voy acercando a ella. Levanta la cabeza y me sonríe. Inconscientemente le sonrío de vuelta, es imposible no hacerlo. Cuando ya estamos lo suficientemente cerca, me abraza. Apoyo mi barbilla en su cabeza y le acaricio el pelo.

-Te he echado de menos gilipulla. No me vuelvas a dar un susto como la última vez que nos vimos. Fue horrible verte morir y no poder hacer nada.

-Lo sé, Minho. Yo también te he echado menos, muchísimo -me dice mientras se separa.

Antes de que haga la pregunta que lleva tiempo pensando la saco de dudas.

- Confío en ti, lo sabes, ¿verdad? Ni en un millón de años me creería nada de lo que ese tío me constase.

Suspira, notablemente aliviada.

- No sabes lo que necesitaba escuchar algo así -mira al suelo un momento antes de volver a levantar los ojos hacia los míos - ¿Cómo están todos?

-Bueno, digamos que si ahora te presentas allí, no serías nada bien recibida. Thomas puede que confíe en ti, pero no creo q nadie más lo hiciera.

-Y.. ¿Newt?

-Esta... cambiado. Muy serio, enfadado a veces....

___ mira hacia otro lado con rabia reflejada en el rostro. La abrazo fuerte e intento animarla.

-Todo se va a arreglar, ya lo verás.

Se separa mientras asiente.

Nos pasamos el resto de la noche hablando de cosas sin sentido. Por unas horas, puedo sentir, acariciar, la idea de lo que es ser un adolescente normal. Olvidando de donde venimos, lo que nos ha pasado, porqué estamos aquí... Por un momento, hablamos de cosas y nos reímos, como si el mundo siguiera sano, sin erupciones solares ni enfermedades mortales.

Cuando el sol empieza a salir, oímos como unas voces se acercan y gritan mi nombre. ___ me mira un poco alarmada para después añadir:

- Escúchame, podemos volver a encontrarnos, pero los únicos sitios seguros son las ciudades. Si vais al noroeste en vez de al norte, cojeréis un atajo y alcanzaréis otra ciudad -me guiña el ojo y me abraza rápido antes de desaparecer otra vez.

Me levanto.

-Minho, ¿estás bien, tío?-me pregunta Fritanga.

-Sí -respondo- estaba dando una vuelta.

-Vale, pero vamos a irnos después de desayunar, si no quieres que nos comamos lo tuyo, tendrás que venir rápido.

-Ni se os ocurra. Ahora voy.

Desaparece con un asentamiento de cabeza y después de unos minutos le sigo. Me subo al escombro por segunda vez y miro atrás. Una figura vestida de negro y la capucha cubriéndole me observa desde la distancia. Sus ojos brillan morados antes de desaparecer en las sombras de los edificios.

Misión: Laberinto [COMPLETA]Where stories live. Discover now