Misión: Laberinto [COMPLETA]

Control.

Narra ___

Camino rápido. Debo darme prisa, mis uñas han empezado a crecer. No sé como pero me guío muy bien por este bosque. 

Llego a un lago y me tiro al suelo. Intento respirar, calmarme. Necesito sentirme humana. Necesito rescatar esa parte de mí. Dicen que el dolor es lo que nos hace humanos, pero no tengo ningún objeto puntiagudo. Espera, mis ¿garras? Supongo que puedo llamarlas así. 

Intento pensar en algo que nos sea mi transformación. Miro los árboles e intento concentrarme en los sonidos que me rodean, pero no me puedo calmar.

La ola de ira que viene de mi interior no para de intentar salir. Y por un momento pienso en dejarlo salir todo. Y quiero gritar, pero no puedo. Sé que no puedo porque no deben descubrir esto que tengo dentro. No pueden. Yo no quiero que me vean así.

Entonces pienso en mis padres y Mike, pero que no pudiera salvarlos me hace enfadarme y eso solo hace que ahora también sienta mi cara cambiar.

Entonces pienso en las cosas que me calman. Un abrazo de Gally. Reírme en el refugio de las montañas con todas las personas que tengo allí. El viento acariciándome la cara en la mayor montaña del refugio.

Entonces empiezo a calmarme y a llegar a una calma conmigo misma. Respiro y siento que mis colmillos vuelven a su estado normal. Miro mis manos y también las uñas dejan de ser garras. Siento mi cara volver a la normalidad.

Respiro. Lo he conseguido. Pero no para siempre.

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-¡NO! ¡POR FAVOR, NO LO HAGÁIS, YO NO QUERÍA HACERLO, FUE UN ACCIDENTE! POR FAVOR.

Empezaron a empujarme con los palos justo cuando las puertas se estaban cerrando, yo no paraba de pedir perdón.

-Eres una amenaza para todos-decía Alby.

-No puedes estar aquí, tu sitio es con los laceradores, tu sitio es con..-empezó Newt.

-.....los demás monstruos-completaron Chuck y Gally a la vez.

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Me despierto sudando. He tenido la misma pesadilla que ayer. Los clarianos volvían a querer desterrarme al enterarse de lo que era.

Me levanto y camino hasta el centro del Claro, siento que alguien se acerca y veo que es Minho.

- ¿No puedes dormir?

Niego con la cabeza.

- Yo tampoco. Si te parece, iré explicándote cosas para salir mañana lo más temprano que pueda.

Nos acercamos a una especie de cabaña y cuando entramos veo que está llena de mapas y dibujos. Minho quita una tela enorme de una mesa y veo una representación en 3D del Laberinto.

-Esto es lo que hemos descubierto de momento. Solo unas pocas secciones, pero esperamos descubrir alguna que tenga una salida o algo que nos lleve fuera. Cada corredor tiene una sección. Mañana irás conmigo, pero luego te asignaremos una. Hay que volver antes de que se cierren las puertas. Sabemos que existen los laceradores, pero nadie los ha visto, solo salen de noche, y nadie sobrevive una noche en el Laberinto. Los que han visto un lacerador de día no han sobrevivido para contarlo. Cuando pasas por el Cambio te vuelves peligroso, y a veces, tenemos que desterrar a aquellos que les pasa.

Me estremezco pensando en el sueño que he tenido estas dos pasadas noches.

Minho me da unos zapatos de mi talla cómodos para correr, un cinturón para armas en el caso de que tenga que defenderme y un reloj, para poder volver a la hora.

Luego me acompaña otra vez a la zona de las hamacas.

-Tengo buenas sensaciones sobre ti. Nos vemos mañana. Si necesitas algo o no puedes dormir llámame, no soy de los que duermen mucho -dice mientras me sonríe.

- De acuerdo, gracias Minho.