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Abrí los ojos y me moví en la cama. Duermo desnuda, me gusta sentir el tacto de las sábanas de seda directamente en mi piel, ese material tan suave y frío, sentir ese peso tan delicado.

Me levanté y me puse una bata encima. Suspiré y me acerqué al balcón de mi habitación de hotel. Miré las vistas.  Cerré los ojos y respiré hondo mientras dejaba que el sol me bañara con sus rayos. 

Vivo en hoteles, todas las noches me acuesto en uno distinto. De esta forma es más difícil que nadie pueda encontrarme, especialmente la policía. De vez en cuando también duermo en alguno de los pisos que los Estafadores tenemos repartidos por la ciudad para nuestras operaciones. 

Hoy tengo que llevar a cabo uno operación.

 Me agaché y de debajo de la cama saqué un maletín. Lo abrí y saqué la ropa que iba a llevar puesta junto con una peluca y unas lentillas de color. Cada vez me tengo que caracterizar, mi cara está por todas partes, soy bastante buscada, debo intentar no ser reconocida. 

Me puse la ropa que en este caso constaba en un traje gris de falda y chaqueta, unos tacones  negros  stiletto. Recogí mi pelo en un moño bajo y me coloqué la peluca rubia platino liso de pelo natural. Estas pelucas siempre quedan tan naturales que es muy difícil saber que no es mi propio pelo. Me puse las lentillas de color que esta vez eran de color azul. 

Cogí mi pinganillo de operaciones y me lo introduje en el oído. 

–Buenos días Hackie, ¿está todo listo ya?–dije hablando en alto. No estoy hablando sola. Estoy comunicándome con mi equipo. 

Los estafadores para trabajar nos dividimos por equipos en las que cada persona desempeña un papel importante. Mi equipo está formado por Hackie, mote que recibe por ser la mejor hacker de la organización; Tony, es el encargado del trabajo sucio, manual, el trabajo más físico. Y luego estoy yo, que me encargo del trabajo delicado. 

Somos el equipo de élite de la organización. Todos los nuevos reclutas aspiran a ser como nosotros.

–Buenos días preciosa, ¿estás ya preparada?–escuché a mi compañera por el equipo. Sonreí. 

–¡Lista! Me dispongo a salir de la habitación– dije.

–Perfecto, tienes un coche esperándote a la salida que te llevará directamente hasta el sitio–escuchaba a través del pinganillo. 

Recorrí el pasillo, cogí el ascensor y crucé el hall del hotel. Salí y ahí estaba el coche negro esperándome. 

–¿Puedes recordarme algunos detalles de la operación?–dije una vez sentada en el coche, aproveché para mirarme el pelo rubio platino en el espejo retrovisor, no me queda nada mal. 

–Por supuesto. El objetivo de hoy se llama Leonard Schwansen, CEO de Schwansen Enterprises . Hoy está esperando una reunión con un representante de Global Protect, empresa de seguridad, Scwansen quiere mejorar la seguridad de su empresa tanto a nivel físico como a nivel electrónico. Se cree que tiene en mente un nuevo proyecto multimillonario de ahí el que quiera tanta seguridad. Tienes que hacerte pasar por ese representante de Global Protect y robar el proyecto–dijo Hackie. 

–Suena fácil–sonreí. 

El chofer paró el coche en frente de la zona de la ciudad en la que se encuentran todos los edificios de oficinas de las empresas más importantes. Me bajé del coche y cogí el maletín de piel de color marrón y me dirigí hacia el edifico de Schwansen. 

Las puertas de cristal se abrieron en frente de mí y sonreí hacia la recepcionista que estaba atareada con mucho papeleo. 

–Me estoy metiendo en la agenda virtual de Leonard. Normal que quieran mejorar la seguridad... cualquiera es capaz de hackear y meterse en los documentos de esta empresa. En fin, la reunión con Global protect está fijada para dentro de dos horas. –escuchaba hablar a Hackie a través del pinganillo, también la escuchaba teclear en su teclado–Bueno, acabo de introducir en la agenda una nueva entrada, la reunión con Global protect es en dentro de 10 min. 

La CarteristaWhere stories live. Discover now