Capitulo 34

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Acomodo su cuerpo sobre Louis mientras volvía a sonreír, las manos del mayor lo abrazaban por la cintura entre sueños, pero supuso que su movimientos sobre su pecho lo despertaron, porque sus manos subieron hasta su espalda para apretarlo en un abrazo y dejo un beso en la coronilla de su cabeza.

-¿Te desperté?-alzo su cabeza de su pecho, no sabía en que momento había trepado en su cuerpo, quedando con ambas piernas a cada lado de la cadera de Louis, abrazado como un koala y se había quedado dormido ahí, pero estaba cómodo y no tenía la mínimas ganas de quitarse de ahí.

-No, no lo hiciste-sonrió sin abrir por completo sus ojos azules. Tomo una respiración profunda y lo entendió, estaba quitándole el aire.

-Oh, lo siento. Debo estar ahogándote, soy pesado-sonrió incomodo intentando tirar su cuerpo a un lado del mayor, quien lo dio vuelta para dejarlo como la pequeña cuchara. 

-Me gusta despertarme abrazándote-la voz de Louis chocaba contra la parte trasera de su oído, no pudo evitar sonrojarse.

-Me gusta despertarme y que me estés abrazando-admitió- me hace sentir pequeño.

-¿Te gusta sentirte pequeño?-rió por lo bajo.

-Eso creo... soy grande, pero cuando estoy a tu lado me siento pequeño y me gusta, me gusta tener tu atención.

-Por más que quiera no puedo apartar mi mirada de ti Harry-el rizado se dio vuelta, quedando cara a cara, ojos azules mirándolo atentamente- eres la persona más hermosa que puede existir, Dios, eres precioso, no tienes idea cuan hermoso eres.

-Sí lo se-bromeo, causando una risa de parte de Louis- no digas esas cosas, me avergüenzas-sonrió levemente.

-No sabía que el señor narcisista podía sentirte avergonzado cuando alguien le decía que era lindo.

-Dijiste hermoso-corrigió- es diferente, yo estoy obligado a quererme pero tu... de verdad me ves así-alzo su mirada-¿verdad?

-Desde el primer momento, tan precioso.

-Deberías llamarme así a partir de ahora-sonrió acercando su cuerpo contra el de Louis mientras seguían acostados- precioso, deberías decirme así-aclaro sonrojándose hasta el cuello.

-Sí, quizá debería llamarte así-sonrió también, su mano acariciaba su mejilla con cuidado, la piel roja de Harry se sentía caliente bajo su tacto, y si era posible estaba aún más rojo que antes.

Sus ojos verdes brillaban mientras lo miraba, le recordaban al césped recién podado, o dos esmeraldas bajo la luz del sol y estaba seguro que quería mantenerse así para siempre. Sus labios se entreabrieron, mirándolo con fascinación, como si fuera lo más preciado en su vida. Y quería que sea así siempre, porque Harry también es lo más preciado en la suya.

-Te amo-susurro calmadamente, el rojo de sus mejillas calmándose bajo su mano, lo tomo de la nuca con cuidado para dejar un beso en su frente.

-Te amo también Harry-sonrió- ¿qué dices si nos preparo el desayuno, precioso?-levanto las sabanas para estirar su cuerpo y colocarse un suéter sobre su torso.

-¿Lou?-hizo peso en sus brazos para levantar su cuerpo, los ojos azules de Louis lo miraron-¿Podemos comer waffles?.

-Sí amor, con chispas de chocolate como te gusta-sonrió tiernamente mirándolo.

-Gracias-le mostró una sonrisa con dientes aperlados y dos hoyuelos, observándolo marchándose de la habitación,  suspiro mientras se levantaba y soltaba un chillido de frío, las mañanas eran letales cada vez, tomo el primer suéter que vio y se lo coloco seguido de un par de medias blancas con pequeños puntos grises para hacer de su cabello una cola alta mientras se dirigía a la cocina, Louis le estaba dando la espalda mientras colocaba la mezcla dentro de la wafflera, sonrió abrazándolo por las espalda haciendo que el mayor de un brinco antes de relajarse.

The Apartment / Larry Stylinson /Where stories live. Discover now