Chubby.|YoonMin|

Razón y conquista.

Rebotó de mala gana en su cama. ¿Qué estaba haciendo con su vida?

Si lo pensaba detenidamente, no estaba tan mal. Tenía un rostro agradable, un promedio decente y una carrera con un gran potencial y además si era especialmente sincero era mejor partido que cualquier chico que el Cachetón podría desear.

¿Qué podía hacer de todas maneras? Fingiendo ser valiente para ir detrás de Jimin...¿Esperando que? Lo hecho, hecho estaba. No iba ser él quien diera su brazo a torcer, o tal vez.

-¿Yoongi? ¿Cariño estás en casa?

La voz de su madre suena amortiguada por las paredes. Suelta un gruñido en respuesta, no es como que le apetezca sacar la cabeza debajo de su almohada en al menos un par de horas...o días.

El resonar de sus pasos inundan sus oídos. Justamente lo que no necesita ahora mismo. El ama en serio a su madre con todo su corazón, pero no está dispuesto a permitir que la mujer entrada en años le de una charla sobre el amor.

-¿Y que tenemos aquí? Déjame adivinar, ¿estás muerto?

Hunde tanto su rostro como las sábanas se lo permiten.Un peso a su costado hunde levemente su cama. No, no ahora por favor.

-Vamos, Yoongi Mani*. Saca esa decolorada y maltratada cabellera de ahí y dile a tu madre que es lo que pasa.-Su madre ríe ante su propia broma mientras palmeaba su espalda repetidas veces.

-Eso jamás ha sido gracioso, mamá.-murmura de mala gana mientras presiona con más fuerza de la necesaria la almohada sobre su nuca, esperando que su madre capte la indirecta.

-¿Así que no quieres hablar, ah? Bien, me iré. ¿Quieres que le diga a Jimin que vuelva mañana?

-Ese juego no funcionará conmigo, mamá.

-Yo jamás podría jugar con mi pequeño Mani.-menciona con una voz cantarina.-Esta bien, bajaré y le diré que el "Rubio de bote" está muerto y tal vez permanezca así hasta mañana.

El peso a su lado se desvanece e inmediatamente aparta de golpe la almohada, parpadeando un par de veces acostumbrándose a la luz de su habitación.Solo había alguien que le llamaba "Rubio de Bote" y ese sin duda era el Cachetón.-¿En serio está aquí?

-Creí que lo de "Rubio de Bote" era broma todo este tiempo.-La risa de su madre que aún lo observa desde el marco de la habitación es todo lo que recibe como respuesta. ¿Cómo es que aún después de vivir por más de 14 años juntos aún cae como idiota en sus tretas infantiles?

-Vamos mamá, estoy en medio de algo importante aquí-.gruñe molesto dejándose caer sobre la cama de nuevo, usando sus brazos esta vez para evitar la luz.

-¿Tratar de ahogarte con tu propia almohada es algo que está de moda entre los jóvenes de hoy en día?

-Mamá...

-Ambos sabemos que no me iré de aquí hasta que hables, Min. ¿Es sobre Jimin?

-No, es por el calentamiento global.

La risa ahogada de su madre seguida de una palmada en su espalda, le hizo caer en cuenta que de nuevo estaba a su lado.

-Todos esos pingüinos muertos pondrá triste a Taehyung, ¿ah?.

-Me ponen triste a mi.

-Taehyung dice que te gusta Jimin. Y yo también lo pienso.

-Mamá no voy a tener esta charla contigo, ya es muy vergonzoso para mi.

-Lo es para mi también, ¿Sabes lo vergonzoso que es ver a un Bad Boy como tu en este estado?

Rio sin ganas apartando sus brazos, su madre le sonreía de la única manera que ella podía hacer.

-No soy un "Bad Boy", mamá.

-¿Así que si es Jimin? No te culpo. Es un chico tan dulce, tan educado, tan apuesto, obediente, estudioso...-Su mamá hablaba con ojos soñadores haciéndole gruñir.

-Está bien mamá, entendí tu punto. Tal vez a ti te gusta más Jimin que a mi.-Admitió encogiéndose de hombros. No tenía caso tratar de negarlo a su madre.

-Oh, no. Los chicos buenos no son lo mio.

-Por favor dime que no estamos teniendo una charla de chicos...

-La he tenido con Taehyung antes

-Mamá, suficiente. No tendré una charla de este tipo, es demasiado vergonzoso.

-Cariño, "Vergüenza" es mi segundo nombre.

Verdaderamente sonrió mirando las mejillas arreboladas de su madre.

-Se que no soy la mejor persona para darte una charla sobre relaciones después de un matrimonio fallido.Hizo una pausa acariciando sus mejillas mientras una sonrisa apenada se asomaba.-Pero eres un chico increible y creeme cuando digo que nadie se merece a ninguno de mis preciados hijos, pero desgraciadamente no puedo guardar a ninguno del mundo, es ilegal en todos los países.-Los ojos de su madre cristalizaron repentinamente.

-Oh, no. Mamá no llores.-Habló tomando sus manos. Su madre negó apartando pequeñas lágrimas en sus ojos.

-Es solo que no me he dado cuenta de cuando has crecido. Ayer solo corrían a esconder los citatorios que te daban en el colegio y hoy...Jimin debe de haber salvado el mundo en su vida pasada.

-Mamá.-Alargó la última vocal sintiéndose tímido. Yoongi nunca se sonrojaba.

 -Ve por él Yoongi. Y si Jimin no se da cuenta siempre podemos apelar a la razón y la conquista .-la castaña levantó sus puños.-La razón y la conquista.-Puntualizó levantando sus puños.

-Gracias mamá.-El rubio abrazó a su madre, era tan pequeña, realmente ni él mismo había notado cuánto había crecido. Tal vez realmente necesitaba esta charla.- Por favor, no le digas a papá que hemos hablado de esto, jamás me dejará olvidarlo.

-Lo prometo.

-Mamá...

-¿Hmm?

-Para de cruzar los dedos, hay un espejo detrás de ti.

Jimin tragó pesado antes de dejarse caer sobre su cama. JungKook no era para él. Realmente no había manera que el hiciera algo malo para afectar a Taehyung, nunca. Se levanto desganado y se dirigió a su espejo, su barriga de hace unos meses era considerablemente menor y con bastante razón había terminado con pantalones tallas menores, aún sus muslos eran enormes, pero si lo podía decir no creía que se lucieran mal en realidad, pequeños esbozos de músculos se comenzaban a notar sobre sus pantorrillas y sus piernas. De ninguna manera entraba en la categoría de un chico de aspecto delicado, pero se sentía diferente de alguna manera. Hace un par de meses jamás se habría atrevido a hacer alguna de las cosas que ahora veía como normales, salir a ejercitarse, conversar con más personas, incluso sus padres parecían felices por verlo de esa manera. Su madre en ocasiones solía decir que extrañaba verlo llenar sus mofletes de panecillos, por otro lado su padre trataba de unirse de vez en cuando a sus pequeñas caminatas vespertinas. 

Se repaso una vez más en el espejo y una pequeña sonrisa se arrastro en sus labios. Tal vez era verdad tenía que dejar de lado algunas cosas para poder enfocarse en otras, tiro un mechón de su castaño cabello, se encontraba ya algo largo. Sonrió mientras tomaba su billetera, necesitaba hacer un par de compras.

**Disfruten el comeback, las amo, miles de gracias.
GoogieW.