Chubby.|YoonMin|

Niños.

En la vida de Yoongi, muy pocas cosas lograban irritarle. Teniendo una madre como la de él, sumado a su hermano, podía contar con los dedos de una mano aquello que lograba ponerlo de mal humor en serio.

Los niños gritando de un sitio a otro, dejados por sus padres irresponsables, los niños en el cine golpeteando su asiento, los niños en los vuelos riendo y golpeando su asiento, los niños... Me imagino que han entendido el punto.

Es por esta razón que no puede evita el tic en la comisura de su labio, tic que había perdido exactamente a la edad de 12 años, después de que Taehyung le llenara de insectos su maleta de entrenamiento porque "Los puedes llevar al campo contigo, será como una excursión". Soltó un gruñido de mala gana, deteniendo en el acto la comisura de su labio. El menor frente a él le sonreía de la única manera que un niño sabe hacer, una manera irritable con dientes disparejos y ventanas dentro de su pequeña boca. Boca que el menor no parecía parar de mover.

-¿Dondé esta tú madre?

Yoongi es un idiota, es algo que el sabe a la perfección. Primero por jugar al entrenador de un chico que últimamente lograba ponerle los vellos de punta en todos los sentidos y en segunda por permitir que ahora todo lo relacionado a ese rollo de canela le afectará. No era su culpa. Tal vez debío parar cuando se encontró riendo y disfrutando de más la compañia del menor. Pero ahora, no estaba tan seguro que hacerle creer a Park que gustaba de él, fuese tan buena idea.
No porque estuviera en contra de la idea, el problema era que justo ahora recién caía en cuenta que tal vez no estuviese jugando del todo.

Involucrar sentimientos verdaderos vuelve todo más complicado.

El chico era tierno como el infierno, pero había algo más, Jimin siempre mostraba algo más. Esto ni siquiera estaba relacionado con el físico del menor, ni siquiera con lo mucho que había mejorado últimamente, no era siquiera parecido al chico de mejillas amofletadas que jugueteaba distraido con el cesped una vez que terminaban con su sesión de entrenamiento. Tampocó entraba exactamente en el rango de chico atletico, pero Yoongi no podía imaginar otra manera de verlo así de precioso.

¿Estaba aterrado? Como el diablo, el pequeño mocoso podría pedirle rodar sobre su espalda y él seguramente lo haría, gracias al cielo Jimin era demasiado bueno para hacer algo así.

Debía parar. Incluso la madre del menor trataba a Jimin como su madre hacia con JungKook. Debía parar antes de que esto creciera más y alguien saliera lastimado. Pueden llamarlo cobarde, pero quien terminaría perdiendo sería él. Jimin no parecía si quiera tomar un poco en cuenta a él o sus sentimintos y... Por favor quiten esa sonrisa de lastima/emoción por toda la basura sentimental que estoy soltando.

-¿Y como esperas que lo sepa?

Ah, si él niño. Jodido niño.

-Pues vete, me estoy ocupando.

-Estas viendo la pared desde hace 10 minutos.

¿Desde cuando los mocosos eran tan irrespetuosos?

-Estoy planeando como mataré al próximo niño cotilla que ande haciendo preguntas a extraños.

El rostro del niño se drenó de color haciendolé sonreír. Aún lo tenía, no por gustar de Park Jimin se había hecho una delicada flor.

-Estas triste.

Frunció el ceño al niño que no parecía tener más de diez años. ¿Y este metiche de que iba?

-No, no lo estoy. Tú por otro lado, deberías estarlo. Ahora tendrás que vivir en el Centro Comercial.

Si, odienló por ser un imbécil con él niño.

-Me llamo Jimin.-él niño le sonrió dejandosé caer en la banca junto a él.

Jodida suerte la suya.

-Bien Jimin, puedes ir en busca de tú madre, estoy ocupado.-Regresó la mirada al muro gris, esperando que el intruso entendiera la indirecta y lo dejará revolcarse en su ira un rato más.

-No tienes que estar enojado, Hyung. Mamá dice que la gente amargada como usted muere antes.

-Dile a tú madre que esperaré sus flores.

No esperaba que él niño entendiera sus palabras.

-¿Tú novia te engaño?

¿Dondé estaba su madre?

-Suficiente, vamos te ayudaré a buscar a tu madre.-Se levantó y tomo de mala gana la mano del menor. Era lo último que necesitaba para terminar su fin de semana. Él niño continuaba hablandolé sobre ve tu a saber que mientras reía de sus propias bromas, demasiado feliz para alguien que ha perdidó a su madre.
Revisó de manera rápida el mapa del centro comercial y se dirigió aún de la mano del menor al centro de seguridad. Sería su obra buena del día, después se largaría y botaría todos sus sentimientos por Park Jimin. El menor podía joderse junto su amor por el roedor. Él no necesitaba nada de eso, era el gran Min Yoongi, él chico que no temía a la autoridad (Exceptuando a su madre, por supuesto). Solo necesitaba concentrarse en ganar la atención de los cazadores y tendría su futuro asegurado. Adíos ligas menores, hola corredores profesionales.

-No sé preocupe, yo mismo iré a buscarlo también.

Sus pensamientos se congelarón ante la imagen delante de él. Antes de poder empujar la puerta de cristal delante de él la voz de todos sus recientes problemas lo tomó con la guardía baja. Delanté de él, Jimin trataba de consolar a una pobre mujer desesperada que no dejaba de sollozar mientras gritaba histericamente por su hijo. El niño soltó inmediatamente su mano para empujar la puerta y salir disparado al regazo de su madre. Si, todo muy conmovedor respecto al encuentro madre/hijo, exceptuando que ahora mientras veía a su Jimin sonriendolé calidamente en forma de disculpa se sentía como un idiota.

Podría perdonar fácilmente a ese chico de cabellos castaños, podría. Sacudió su rostro esperando que el menor no notará la cara de idiota enamorado que debía tener.

Tal vez este era el problema después de todo. Debía superar a Park Jimin el también, el primer paso era aceptar que sentía algo por él, ya estaba. No era díficil para el aceptar eso, ¿Qué otra explicación habría para todo lo que él menor le hacía sentir?.

Llegados a ese punto, Yoongi tenía dos opciones, quedarse o dar media vuelta y dejar a Jimin atrás.

Soltó un gruñido, viendoló acercarse timidamente.

Dos opciones. En una de ellas Yoongi olvidaría todo esto y con suerte en un par de meses de no verlo, podría suprimirlo en sus recuerdos, como un amigo más de Taehyung. En la otra, Yoongi podría ganar más de lo que esperaba en esta vida o perder su corazón en el proceso.

Se dejo rodear por los brazos del menor.-Lo siento, Hyung.

Yoongi apretó su propio corazón. Esto tenía más posibilidades de terminar mal para él.

Yoongi siempre jugaba sobre seguro.

Era hora de arriesgarse.

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