Imaginas de Chandler Riggs y Carl Grimes

Carl Grimes imagine: 'Till death do us apart

- ¿Qué dices? ¿Hasta que la muerte nos separe?

Miré el anillo de nuevo. No me importaba que estuviera algo oxidado. No me importaba que el diamante fuera de menos de un centímetro de ancho. Ni siquiera me hubiera importado que fuera un miserable trozo de plástico que abrazara mi dedo. Me lo había dado él, y era un símbolo de nuestra eterna promesa.

Saqué el mío del bolsillo de mi vestido blanco percudido. Era informal y estaba sucio. Ni siquiera era mio, pero siempre había soñado con vestir de blanco este día. Las margaritas secas que adornaban mi cabello le añadían un toque elegante y natural a mi atuendo. Él vestía su única playera a cuadros blanca y negra. Y claro, su sombrero.

El anillo que había escogido para él era un poco más grande y grueso que el mío. Estaba hecho con metal puro. Me esmeré por limpiarlo y pulirlo lo mejor que se pudiera. Esto debía de ser especial.

Nos miramos y sonreímos. La ceremonia privada que habíamos hecho no nos costó nada. Bastó con irnos al bosque, junto a un árbol lleno de hermosas y pequeñas flores blancas. Él sacó su cuchillo y grabamos nuestras iniciales en el tronco, después las rodeamos con un corazón. Teníamos las armas al cinturón, ya que si surgía algún inconveniente, nadie más saldría en nuestra defensa. Solo éramos nosotros dos. Nosotros dos, los anillos y el árbol.

Bajo su sombra nos juramos lealtad y amor eterno. Juramos que estaríamos juntos en todo momento y que nunca nos separaríamos. Al menos por el resto de nuestras vidas mortales, porque al pasar a la siguiente vida, volveríamos a estar junto, aunque el otro se adelantara.

- ¿Qué dices? ¿Hasta que la muerte nos separe?

La respuesta era obvia. Quería pasar el resto de mi vida con él. Quería ir de su mano por todos los caminos que nos íbamos a abrir. Quería experimentar todo lo nuevo con él.

Le puse el anillo en el dedo. Él repitió la acción conmigo.

- Hasta que la muerte nos separe.